PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 9

No sé cuántas horas llevo aquí encerrada pero nadie ha venido a traerme nada y eso me desespera, me vuelvo a sentar en un rincón y oigo pasos acercándose así que me levanto y me preparo para lo que vaya a hacerme de nuevo ese brujo.

Oigo como abre la puerta que minutos antes intenté abrir pero no pude,

-donde estas, mujer- dice el buscándome.

De un momento a otro salgo de mi rincón y le doy un golpe en la cabeza y salgo corriendo del sótano, busco la salida y cuando la encuentro vuelvo a correr.

Cuando veo que estoy lo bastante lejos para que no me haya visto por donde he ido me paro y respiro, odio estar encerrada y me tomo un minuto para respirar el aire puro, gotas de agua empiezan a caer por mi cara y sonrío, dejo que las gotas de lluvia limpien mi rostro. Al final no he conseguido saber dónde está Damián pero lo volveré a intentar pero esta vez con un plan.

Voy hacia la casa, seguro Danira está preocupada y con razón, pero tiene que entenderme no podía quedarme en casa sin hacer nada, tenía que intentarlo.

Llego a casa mojada por la lluvia, voy a mi habitación y me doy una ducha, me pongo algo cómodo y salgo en busca de Danira.

Toco la puerta de su habitación y no abre, sé que está ahí porque oigo su corazón, no lo pienso mucho cuando tiro la puerta abajo, ella ni siquiera se asusta.

La miro y veo que está en su cama llorando, me acerco hasta ella y la abrazo.

-que te pasa?, ¿es por haberme ido así? -le pregunto.

Ella niega con la cabeza y entonces pienso que puede ser por mi hermano.

-cuéntame que te pasa- le digo dándole un pañuelo.

Ella se levanta y empieza a contarme que ha estado en casa de su padre y él le ha contado donde está Damián y como la prometieron con él.

-tranquila todo va a estar bien, ahora tenemos que pensar en cómo sacar a mi hermano de allí- ella asiente con la cabeza.

Lo mejor será no decirle que fui a ver a Raphael y él me encerró porque bastante confundida está como para decirle más cosas malas.

A los pocos minutos salgo de su habitación, se ha quedado dormida y no quiero molestarla, solo espero que Leonor no tarde mucho en volver.

*****

Han pasado dos días desde que estoy aquí encerrado, lo sé porque por que al menos tengo una ventana donde ver como sale el sol y como se esconde. No sé qué va a pasar conmigo, Vanessa no me dice nada solo se pasa molestándome.

-hola Damián- me dice Raphael delante de mi celda, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba ahí.

-al fin te dignas a apareces maldito cobarde, porque me tienes aquí encerrado en vez de luchar conmigo-el rio.

-te mantengo aquí encerrado porque no puedo matarte, desgraciadamente mi hija tiene sentimientos hacia ti y si te mato sé que no me lo perdonaría jamás y no quiero perderla a ella también-

Me quedo callado, no sabía que Danira sintiera cosas por mí.

-saldré de aquí tarde o temprano- le dije aunque no estaba seguro de eso.

-no saldrás, le conté todo a mi hija y ella sabe que tu padre mato a su madre así que no creo que venga a buscarte- me dijo muy seguro de sus palabras.

-te he repetido muchas veces en estos años que mi padre no fue, pero prefieres creerle a esa arpía, es más fácil creer que fue mi padre que averiguarlo por ti mismo- le dije y me aparte de los barrotes.

El se fue sin añadir nada más y me alegro que se fuera, estaba harto de escuchar siempre lo mismo, nunca va a creerme y todo porque Vanessa lo confirmo, creo que fue todo preparado para inculpar a mi padre.

Echo de menos estar en casa con la compañía de Danira, ojala no se haya creído lo que su padre le dijo de mi padre.

********

Son las diez de la mañana y llevo dos horas despierta en la cama, estoy hecha un lio.

No paro de darle vueltas a lo que me dijo mi padre, no quiero creer que el padre de Damián matara a mi madre pero siento que estoy traicionando a mi madre por no creer en lo que dijo mi padre y eso me divide el corazón en dos.

Me duele la cabeza de pensar tanto así que me levanto a por una pastilla, oigo como tocan la puerta y abro.

-buenos días señorita- es Lucio y viene muy sonriente.

-buenos días, ¿ocurre algo? - le pregunto.

-la están esperando abajo- yo frunzo el ceño, no sé quién será.

- ¿Quién Lucio? -

- es la señora Leonor y dice que es urgente-mi corazón empieza a latir deprisa, estaba deseando que regresara.

Lucio se va al decirme eso y yo me pongo algo cómodo y bajo la escalera lo más rápido que puedo sin caerme.

Cuando llego abajo la veo esperándome en la sala con una taza de té en las manos, al verme suelta la taza y viene hacia mí.

Yo la abrazo y nos sentamos para hablar.

-tengo que contarte muchas cosas Danira- yo la interrumpo y le digo lo que se.

-bueno todo lo que te ha dicho tu padre es cierto pero también te dijo que Damián esta en un torre custodiada por Vanessa- me asuste un poco, aunque fuera la prima de mi madre no sabía si esa mujer era malvada o no.

No lo sabía, no me importa quien haya allí, voy a sacar a Damián de allí como sea- le dije muy segura de mis palabras.

-no es tan fácil muchacha, antes tenemos que prepararte y eso nos llevara tiempo- me puse un poco triste.

-¿cuánto tiempo?- le pregunte.

-pues sabiendo que no sabes hacer nada de magia por lo menos dos semanas, es lo mínimo para aprender cosas básicas para defenderte, no creas que allí no nos atacaran porque no es así-yo asentí con la cabeza, que podía hacer, solo espero que a mi padre no se le ocurra hacer ninguna locura.

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