Secretos de Lobos. romance Capítulo 20

                                           Narrador.

Dos lobos enormes y fibrosos peleaban de manera horrible, sus fauces llenas de espuma y los gruñidos aterradores. Charlotte que estaba regando las flores los escuchó, lo que haría un ser humano prudente era alejarse de tan aterrador sonido de bestias furiosas, pero para Charlotte, imprudente era su segundo nombre, desde que tiene uso de razón y hasta ahora el peligro y lo prohibido le despiertan curiosidad enfermiza,  así que ella se acercó al origen de los horribles sonidos, los lobos a estas alturas estaban llenos de sangre era imposible saber cuál de los lobos sangraba, seguramente el que estaba abajo, Charlotte sintió lástima al darse cuenta de que era el lobo amigable que vio antes y que ahora era sometido por un lobo más alto y más grueso que él. Charlotte miró a los lados buscando una vara lo suficientemente larga, más allá vio el limpiador para la piscina, eso era lo suficientemente largo, corrió y agarró la larga vara con la maya al extremo y le pegó con todas sus fuerzas en la cabeza al lobo más grande, pero este no le importó, ella volvió a golpearlo y pudo ver como el lobo más grande clavaba los dientes en el costado de su amigo lobo que chilló, Charlotte a este punto estaba desesperada, soltó la vara y buscó la manguera con la cual los  empapo de agua.

—¡Ya déjalo bestia! —gritó Charlotte y ambos lobos se erizaron y levantaron más las orejas, el lobo que estaba siendo sometido empezó a chillar más alto, pero entonces el más grande lo mordió en el cuello y el lobo se quedó muy quieto, Charlotte con las manos en la boca y el corazón a millón, le gritó —lo mataste, bestia malvada.

#Humana como puedes defender a este traidor# gruñó Zilo rabioso, su que sabía que ella no lo podía escuchar, no evitó hacerlo, sintiendo ganas de aullar de dolor, nunca antes se había sentido rechazado, ver la molestia en la mirada de reproche de Charlotte, le hacía doler el alma como no lo sintió ni cuando perdió a su luna.

#Ella es tonta Zilo, además nos cree salvaje# le calmó Karim y por demás angustiado por no entender la razón por la que él y su lobo sienten esa amargura.

#Mi linda Charlotte me eligió a mí y yo la haré feliz# le dijo por el link Kasul y Morán, el lobo ronroneo con burla, eso era lo que buscaba, ser la víctima ante la mirada de la humana.

#Esa humana es mía, nunca la tendrás# le respondió Karim demostrando su interés por Charlotte.

El lobo se le fue encima gruñendo y Charlotte le dió con el chorro de agua directo en la cara y luego corrió lo más rápido que pudo hacia dentro de la casa, gritando histérica.

Las tres esposas estaban disfrutando del té de la tarde mientras dialogaban de lo injusto que fue para Shacia ser amonestada por culpa de Charlotte, y entre todas planeaban una manera de hacerle pagar.

—Debemos ser más inteligentes que ella, además con su rebeldía parece tener toda la atención de nuestro esposo, es una bruja— espetó Shacia con odio reprimido.

— También creo que utiliza eso de la libertad y de qué es americana para mostrar piel, que poca vergüenza…, — Fátima estaba dando su opinión cuando dejaron de hablar abruptamente, ya que Charlotte entró gritando como loca y todas se miraron haciéndose la una a la otra mueca de molestia y desagrado.

—Eres una mujer inculta, mira nada más cómo andas gritando— le reclamó Shacia aun sintiendo el poder que le permite ser la primera esposa según ella.

—Está loca, eso es— gritó otra y Charlotte la miró.

—Salgan para que vean mi locura, tercio de taradas, se van a quedar pasmadas cuando vean a esos dos lobos que parecen bestias gigantescas —le voceo con dientes apretados.

—Olvídalo, — bufó, Fátima y las demás también estaban en las mismas, no saldrían.

Pero la primera esposa que es más astuta le dice: —eres una desquiciada, en esta zona no hay lobos, en mi vida he visto uno, quizás eran perros.

—Pues fíjate que hay y ahora mismo uno de ellos ha matado al más simpático— le aseguro con tristeza.

—Esas actualizaciones en tu país libre te han comido el cerebro, pero ya iremos—, Shacia se levantó y las demás la siguieron.

—Ustedes son las sin cerebros que están solo para llenar un vacío en este planeta —, en medio de discusiones, llegaron al lugar que una Charlotte muy segura indicaba, pero al llegar la primera y Charlotte con las otras dos a su espalda no hay nada, la tierra se ha tragado la sangre y ni muestras de que en ese lugar había una pelea entre animales gigantes.

Las tres se echaron a reír y Charlotte miró a todas partes, sintiendo que en ese lugar hay más de lo que se ve a simple vista, y se propuso que ella tendrá que averiguarlo.

                                           Narra Karim.

Charlotte será mi ruina, nunca antes vi una criatura como ella, ni lobo, ni humano, -que necia eres mujer-, corro como un bandido en mi propia casa, como Dios me trajo al mundo, si ahora me ve alguien estoy perdido, cómo justifico que ando caminando desnudo y empapado, solo decir “que quise bañarme desnudo en la piscina”, y no puede ser, temprano fui una burla en mi empresa y ahora si me ven me declararán loco, y todo por culpa de Charlotte, logró llegar a mi aposento, que alivio siento, debo reconocer que no debí perder los papeles con Kasul, no puedo transformarme aquí donde mis esposas puedan verme, muy rápido entro a la ducha y termino de bañarme, aún estoy furioso y es obvio que le he dado motivos a mi hermano para que mate a Charlotte como lo hizo con Mirza; solo de pensarlo enfurezco y por eso casi lo mato. Hubiera acabado conmigo en el proceso, tranqué con mis dientes su respiración hasta desmayarlo, ya en este momento debe haber huido, soy más fuerte que él, pero eso no lo hace débil, aunque sí es un cobarde y al menos hoy no se acercará a mi esposa.

No es momento, debo ver cómo está Charlotte, quizás haya que llamar a un médico humano por su crisis de nervios, lo que me faltaba, he llamado demasiado la atención de los humanos ya.

Me vestí informal y salgo aún con mi cabello húmedo, no hay nadie en la sala, pero me llega el sonido de la voz de mi cuarta esposa escandalosa "Charlotte"

—Yo no estoy loca, sé lo que vi.

—Aquí no hay nada, ¿cómo desaparece un animal muerto tan grande? —pregunta una de mis esposas.

—No lo sé, pero yo lo vi —insiste Charlotte, nerviosa.

—Obviamente, has perdido la cabeza, esto es denigrante, tu pueblo es de lo peor, y no es raro que estés por completo loca.

—Loca son ustedes, estúpidos maniquíes sin vida, con jactancia de lombrices y no llegan ni a ser gusanos. — Veo como Nazia arrugó la frente sin entender, ya que Charlotte hablaba sin parar.

—Suficiente ¿Qué pasa aquí?

Las tres esposas bajan la cara, y como es rebelde, Charlotte se mantiene altiva y la primera esposa habla.

—Esposo, es lamentable todo esto y no quisiera decírtelo, pero no es justo que convivamos con alguien desequilibrado, es tu esposa y te respeto, pero si pudieras considerar mudarla a la casa del cuidador estaremos más tranquilas.

Charlotte abre la boca y está indignada y puedo percibir cómo está dispuesta a arrancarle la cabeza de cuajo a mi primera esposa, llevarse por delante a las otras y de paso también desmembrarla; debo estar loco porque su idea me llena de orgullo, es fuerte y ese deseo que solo ella ha despertado me invade de nuevo y pienso que quizás no sea mala idea arreglar la casita para mi esposa Charlotte.

Me quedé paralizado cuando Charlotte entrelazó su brazo con el mío y tiró de mí, — por favor— me miró como un cachorrito necesitado. De modo que la acompañé hacia donde ella me llevó, justamente en donde hace apenas unos minutos dejé a Morán el lobo de mi hermano.

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