Secretos de Lobos. romance Capítulo 26

                                                    Narrador.

Adub compartió una mirada con Mohamed, veían difícil una solución, esta era la primera vez que un alfa se enamoraba de una mujer que no fuera su pareja destinada, pero claro; se trata de Karim un lobo inigualable, tan distinto a los demás y de paso uno que ya no tiene luna por haberla perdido.

—¿Crees en la reencarnación? — le preguntó Mohamed a Adub.

—Aunque lo hiciera, no creo que sea el caso, simplemente nuestro rey se ha enamorado, como hombre puede hacerlo y es normal que luego de tantos años en soledad eso suceda.

—Vamos, Adub, sabemos que no se trata solo de Karim, sino que también Zilo está enamorado de Charlotte, además esa sería una buena explicación lógica, si Mirza reencarnó en Charlotte y olvidó todo, pero el destino la trajo devuelta a su lado—  le dijo creativo imaginando situaciones. Caminó hacia la puerta para seguir a Karim que ya estaba afuera del palacio con intención de irse y aunque sabían que podría escucharlos no debían de especular buscándole la lógica y pensando en qué respuesta les darían a los lobos antiguos que estaban ansiosos a la espera del cachorro alfa.

—Mohamed— el volteo a mirar a Adub cuando lo llamó, — la falta de hembras te está comiendo el cerebro, creo que sí continúas, así tendrás que pensar bien en la sugerencia de Karim y casarte con el camello. — Adub tocó su hombro y salió riendo, con carcajadas burlonas, ya que le parece descabellada la idea de Mohamed, sobre una reencarnación, por el hecho de que Charlotte y Mirza son dos personas tan distintas, como polos opuestos.

—Delta idiota—, gruñó el beta algo cabreado por la burla.

Karim miraba a sus guerreros entrenar, pensando en que por estar sumergido en los asuntos entre humanos lleva tiempo sin entrenar con sus lobos, y sin pasar una noche en su manada compartiendo en una de esas fiestas que realizan en cada cambio de estación lunar. O salir a correr por el bosque junto a los machos de su manada.

«Oh, Charlotte, ha cambiado mi vida» pensó respirando profundo.

—Alfa—lo llamó un lobo de los más antiguo de la jerarquía y el encargado de dar iniciación a los cachorros, que tienen su primera transformación. Cada cierto tiempo crea un ritual en los que adelantan el proceso según se necesite de despertar a los lobos que aún no lo han hecho mediante la magia que posee la tierra, esto evita que los cachorros tengan una primera transformación muy dolorosa.

Cuando Karim se giró a verle, el lobo agacho la cabeza, brindándole una pequeña reverencia a su rey, que no solo le guarda respeto porque es su gobernante o por temor, ya que es el ser más fuerte sino porque fue el enviado de la madre luna, el que puso en regla el mundo caótico que él y muchos más que aún existen, vieron cómo se iba destruyendo la humanidad, por su descontrol de poder desmedido, pero Karim representa el balance de todo incluso, hasta otros seres tuvieron que elegir otro estilo de vida por temor a que el rey de los lobos interviniera en sus reinos.

—Hoy es un día especial para diez cachorros, alfas y sus betas, pidieron casi como ruego que el rey sea quien lleve a cabo este ritual—pidió y Karim pasó la mano derecha por su cabello, se debatía entre volver a la casa, puesto que necesita ver cuál es la actitud que tomará Charlotte en cuanto lo vea llegar, y aunque no tiene pensado responder ninguna pregunta que ella le haga le asustaba la idea de que ella le temiera por creerlo peligroso.

Ya que se dijo a sí mismo que es algo distinto, que ella lo crea un animal salvaje como decía anteriormente, pero ahora que sabe que no se trata tan solo de un animal y encima que lo vio lastimar a Kasul sería más complicado, de modo que sintiéndose cansado y sin muchos ánimos de enfrentarla exhaló.

«Tal vez empieza a aborrecerme, ya que de seguro me tacha como asesino» dijo en su fuero interno.

—Bien, cumpliré con la petición de esos cachorros, puesto que pronto encontrarán sus nuevos territorios y formarán sus propias manadas, así que debo darle un buen ejemplo— dijo orgulloso de los nuevos cachorros, que entrenan, hasta convertir de ellos a unos alfas fuertes y fieles a sus manadas, haciendo crecer así su especie.

En espera de la hora acordada, Karim decidió tomar una de las camionetas para recorrer su gran pueblo, mirando, así como avanza todo mientras él no está, y de paso, viendo las necesidades de su gente, como líder responsable; llegó a su lugar favorito dentro de su manada y ese es un área verde donde las lobas llevan a sus cachorros pequeños a jugar con los demás y recrearse. Su mirada se perdió cuando vio a una pequeña de ojos grandes azules reír soltando carcajadas infantiles y sin darse cuenta de su propio gesto sonrió al escucharla, pero luego volvió a poner esa actitud inexpresiva que no deja ver sus sentimientos ni emociones.

Se había hecho a la ilusión de que al menos tendría un hijo, pero saber que nuevamente su corazón late por alguien y que puede perder eso tan bonito le aterra.

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