Secretos de Lobos. romance Capítulo 4

                                                            Narrador.

Al caer la tarde, Mohamed y Adub llegaron a la casa de la novia: uno presentándose como el hermano mayor, y al otro ya lo conocían como el padre de Karim, quien no quiso asistir a dicha reunión.

—¡Sean bienvenidos!, por favor entren a mi humilde morada—, les pidió Ashk luego de recibirlo fuera de la casa. Él hubiera deseado hacer una celebración de presentación de la novia para mostrar a su hija con orgullo, puesto que reconoce que es una muchacha muy bonita, pero no cuenta con tanto dinero para darse tales lujos como ofrecer una fiesta, así que solo mandó a preparar una cena para honrar a los invitados, y aunque Charlotte no lo crea, Ashk siente admiración por ella.

Esperaba ansioso, de esa unión dependía el futuro de su familia, ya que estaban a punto de quedarse en la calle, por su mala suerte en los negocios.

—Pido perdón en nombre de mi hijo, se ha resfriado y aunque quería venir le pedí quedarse en casa, yo como padre veré a la novia en su lugar—, mintió Mohamed sin encontrar salida para la ausencia de Karim, pues su alfa no se la ponía fácil, se había convertido en un lobo un tanto amargado y aunque estaba dispuesto a colaborar para crear al descendiente que necesita por momento se torna agobiante soportarlo.

—Si claro, en unos minutos una de mis esposas traerá a mi única flor, quiero que sepan que mi Charlotte no fue criada aquí y es un tanto diferente a nuestras mujeres, pero ella está haciendo un gran esfuerzo porque es una hija aplicada, y muy considerada—, Adub y Mohamed olían algo de mentira en sus últimas palabras.

#Un poco de entretenimiento para nuestro afable rey# - le comunicó Mohamed sarcástico a Adub y se podían comunicar sin problemas porque estaban utilizando lentes oscuros.

#¿Afable?, eso fue un elogio o una ofensa, porque si le dices a Karim que él es afable te patea un lugar doloroso, # - le respondió Adub, disfrutaban el momento a la espera de Charlotte, mientras otra esposa de Ashk les brindaba café.

—Hija, deja de ser tan terca y regresemos, no le debes esto a tu padre, ni siquiera a mí; quiero verte ser feliz y siendo la cuarta esposa de alguien no te dejará serlo—, le suplicaba su madre.

—Ya no puedo faltar a mi palabra, además no lo hago por qué te lo deba, quiero hacerlo, creo en los mejores comienzos—, mentía y lo hacía mal, aunque ella es muy soñadora, sentía miedo ahora que veía la realidad de lo que podría ser su vida, ver a cuatro mujeres en una lucha constante en casa de su padre, le hizo pensar que sí había actuado de manera precipitada, porque, aunque logre que su esposo la ame habrá tres mujeres más con la que no le puede prohibir acostarse. No obstante, en cuánto recordó como veía todos esos días en ese lugar a su mamá, reír cuando su padre le decía algo al oído o como se divertía viendo a las otras esposas, discutir por cosas sin sentidos, sonrió ampliamente y pensó.

«Bueno, que sea por tu felicidad mamá y por la salud de mi hermano Moham» 

—Vaya que mala suerte tiene la hija de la extranjera, su futuro esposo no le quiere ver la cara, eso será una tacha bien desagradable para nuestra familia— comentó la que era anteriormente la primera esposa cuando entró a la habitación, ahora está dolida y busca cualquier pretexto para lastimar con palabras hirientes tanto a Charlotte como a su madre.

—Muchacha. Sé rápida y ve a la sala, no hagas esperar a tu suegro y cuñado antes de que se arrepientan, aunque deberían porque no eres la mujer adecuada para un hombre de este lugar y con tal educación y poder— escupió la vieja y Charlotte quiso levantarse para enfrentarla, pero su madre la detuvo, no estaba bien visto que ella le faltara el respeto.

—Hija, ya que no te hago cambiar de opinión, quiero que sepas que debes mejorar ese carácter, aquí no eres libre de actuar impulsivamente como en Filadelfia y recuerdas vestir justo como lo haces ahora y comportarte de manera sumisa—, le decía ella pidiéndole a Dios que Charlotte pueda adaptarse a esa nueva vida.

—Mamá, pero no es como si me fuera a casar ahora mismo— dijo entre dientes viendo a su cuñado y suegro notando que son bastante jóvenes.

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