Secretos de Lobos. romance Capítulo 3

                                                    Narra Charlotte.

     

Hoy mirando como mi nueva o tal vez vieja, pero desconocida familia que me trata pésimo, me siento fuera de sitio, puesto que lo hacen como se recibe a un gran enemigo, casi todos me hacen sentir diferente, haciéndome saber con sus miradas de apatía que no pertenezco a esta familia; unas de las que menos me hacen sentir esa fea sensación son quienes me están vistiendo, aunque no sé por qué se esmeran tanto si   apenas lo único que este vestuario deja ver son mis ojos descubiertos.

«Al menos sé que no voy a tropezar» pensé sarcástica cuando vi mi vestuario, si no hubiese aceptado esto habría peleado por no llevar eso sobre mi cuerpo, odio sentirme privada de libertad y esto es lo que me hace sentir este vestuario tan incómodo.

—Vamos, Charlotte, no es momento de quejarse— murmuré dándome ánimos, o tal vez me recriminé.

                                                "Flashback" 

Aún recuerdo cómo hace un mes él volvió a casa, «Planes o Casualidad» eso pensaba cuando volví a ver a mi padre después de un largo tiempo.

Ese mismo día me dió la noticia de que estaba comprometida, para mí fue, como recibir, el trineo de santa, pero sin regalo. Puesto que añoraba cada visita de mi padre, era el momento más esperado para mí desde que tengo uso de razón.

Se preguntarán porque sentí esa rara sensación, bien les diré: siempre soñé con vivir a su lado, siempre lo consideré un hombre maravilloso del cual mi madre me hablaba, lo amé a través de sus palabras. Cuando estaba pequeña muy pocas veces lo vi en distintas ocasiones y cuando al fin pude conocerlo bien, compartir con él mis alegrías; ciertamente fue el mayor de los regalos, pero es como si vieras una caja enorme forrada con una moña gigante y luego que lo abres no hay nada, eso me pasó cuando supe que estaba decidiendo por mí; eligiendo mi futuro, cuando es mi derecho hacerlo. 

Es algo loco que yo tenga que seguir una tradición cuando no creo en nada de eso, incluso me he criado como una norteamericana, yo ya sabía que soy árabe, sin embargo, nunca creí que mi padre me pediría hacer algo por él o por la familia que no me trata como tal.

—Ven a mi lado, conoces a tus hermanos y nuestra gran familia, incluso quiero que tu madre venga con nosotros y prometo, hija mía, que si no te gusta, romperé todo acuerdo de matrimonio, pero quiero que me entiendas que no solo lo hago por la estabilidad económica, sino por lo mucho que sufrirá tu hermano pequeño si no recibe sus cuidados médicos y tratamiento especial—, esas fueron sus palabras, otra en mi lugar hubiera dicho que le den a ese hermano que no conozco, más que en fotos o a través de las palabras de papá, pero no puedo aunque soy de alma rebelde, no me siento capaz de pensar así. Sin embargo, cabe destacar que lo que más me convenció fue, ver el brillo en la mirada de mi madre cuando lo admiraba, todavía se le notaba enamorada, y recordé que mientras me hablaba de él, sus ojos brillaban igual, entonces no me pude negar a viajar junto a mi padre.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos de Lobos.