Secretos de Lobos. romance Capítulo 48

                                          Narrador. 

Luego del alboroto que armó el padre de la primera esposa, todos se enfocaron en lamentarse a su manera: Fátima se fue nuevamente a su aposento a llorar, ya que era muy cercana a Shacia y sobre todo por qué siente miedo de que su futuro sea el mismo. En cambio, Nazia se quedó junto a Charlotte en el salón sin decir durante varios minutos una palabra, estaba en shock; le costaba asimilar, puesto que Shacia era indeseable, pero no hasta el punto de desear su muerte o alegrarse por eso.

—Con razón Karim envío a Farzana para que no me dejara venir, es que él no quería que el padre de Shacia me viera, de seguro el señor este me culpa de todo – le dijo Charlotte rompiendo el silencio a la tercera esposa.

—Si el hombre de por sí es diabólico, posible y hasta te pegaba si hubieras estado presente cuando se llevó el cuerpo de Shacia—, le aseguró imaginando la actitud de Rafig y más por lo furioso que se tornó al punto de amenazar abiertamente a Karim.

—Pegarme, entonces me lamento por no haber bajado, ya que sería la última vez que le levanta la mano a una mujer, él es diabólico porque lo dejan— respondió ella con dientes apretados y la chica la miró impresionada, pues ella ni siquiera tendría el valor de decir nada parecido.

—Me gustaría ser como tú, pero, también me asusta, podría ganarme la muerte, — bromeó la mujer y Charlotte no evitó reír.

—En realidad encuentro tonto que una mujer se quite la vida o se deje matar por tener la mente tan cerrada, hay países en que nadie las conoce, yo me iría lejos a vivir en libertad.

—Lo dices de manera tan sencilla por qué tú has sido criada en libertad, de seguro sales a las calles sin temer, o sabría cómo trabajar para vivir…, — Nazia detuvo sus palabras cuando vio a Adub entrar y bajó la cabeza con mejillas ruborizadas.

—Buenos días, — saludó él y Charlotte le sonrió respondiendo al saludo sin limitarse, mientras que Nazia respondió en tono bajo y con voz temblorosa.

—Cuñado, creí que estabas aquí, bueno iré al jardín a ver que las flores estén aún bien, — dijo buscando una manera de dejar sola a Nazia con Adub cuando vio que él parecía tener interés de quedarse allí, y como Charlotte es algo vivaracha notó que Nazia siente alguna atracción por el cuñado.

—Yo te acompañaré Charlotte, — ella se aferró a su brazo, y su temblor no fue pasado por alto por Charlotte.

—Deberías quedarte a recibir a nuestro cuñado, tal vez quiera un té negro, con este frío algo caliente no cae mal— ella miró a Nazia quien negaba con la mirada, pero la soltó, y aceptó como mujer sumisa que es.

Charlotte rió triunfante, viendo a su lado a Saima la ex suegra de Karim que iba saliendo a su par y la miró notando como Saima no dejaba de verla con odio, pero como es costumbre que la observé de ese modo no le prestó atención.

En cambio, Adub sonrió mirando a Nazia, quien no levantaba la cabeza y se paró como resorte del sofá, — Iré por su té — aseguró con plan de salir corriendo, los nervios no la dejaban estar tranquila, sentía que tener atracción por su cuñado era una falta grande que tendría que pagar con la vida si alguien lo descubre.

—Quiere usted que le avise a mi esposo que está aquí— inquirió antes de marcharse.

—Él sabe que estoy aquí— Adub se acercó a ella— en realidad vine a hablar contigo—, Nazia sintió que el espacio entre ambos era demasiado corto y no le pareció debido, así que reculó ella alejándose un poco más- no deberías temer.

—Es que no entiendo de qué hablaría usted conmigo— dijo ella con vacilante.

—Sé que sientes esto que pasa entre ambos, yo también lo siento—, ella abrió la boca y lo miró con ojos agrandados llenos de pavor, sin parar de caminar hacia atrás hasta colisionar contra un pilar redondo y con las manos a su espalda se abrazó muy fuerte.

—¿A qué se refiere? — preguntó fingiendo inocencia. Pero Adub puso un brazo a un lado de su cabeza afianzándose del pilar y al ser más alto, ella se sintió diminuta.

—No temas, sé que para ti esto es algo inaudito, pero yo converse con Karim, él me ha permitido hablar contigo, pues he notado que sientes algo por mí y yo siento lo mismo por ti, — el manejado por lo que le hace sentir esa humana se acercó tanto que estuvo a punto de besarla, pero ella se espantó y salió de esa cárcel que él hizo con su brazo y le dio la espalda poniendo una mano en su pecho para aguantar los latidos agitados de su corazón y reflexionar sobre la locura que está sucediendo allí.

—¿Cómo es que mi esposo acepta esto?, no entiendo, eres su hermano, sabes que algo como esto me costaría la vida, mi familia no perdonaría tal atrocidad de mi parte, mancharía el honor de mi padre y con eso marcaré a cada mujer de mi hogar, serían abucheadas y tratadas como nada, lo siento cuñado, pero lo mejor es que se guarde su sentir que yo haré lo mismo con el mío y aquí nunca se dijo o paso algo entre nosotros— tras decir eso ella se iba a ir y él la detuvo agarrando su brazo.

—Al menos déjame explicarte, ya que aceptas sentir algo por mí, tu familia no sabrá lo que sucedería, para el mundo serás la tercera esposa de mi amigo Karim, — ella se giró a verle sin poder procesar todo.

—Como…, que amigo—inquirió atónita.

—Vamos a un lugar más privado, te contaré muchas cosas que no sabes, pero Fátima no debe enterarse, promete que guardarás el secreto—, ella asintió aun encontrando incorrecto estar con él, pero si había más deseaba saberlo.

Caminó detrás de él yendo ambos a una pequeña sala de cine que tienen en la casa y que nadie utiliza, mientras que Karim y Mohamed que estaban en la biblioteca dialogando en cómo deben proteger al padre de Charlotte de la furia que ahora Rafig tendrá contra esa familia cuando no logre hacerle nada a él, decidieron minimizar sus sentidos casi al máximo para no escuchar al delta en su conquista, dándole privacidad y espacio, aunque al principio se rieron, al escucharlos.

—¿Crees que la pueda besar?, hagamos una apuesta—propuso Mohamed que no podía quedarse tranquilo.

—Pareces hermano de Charlotte, — Karim chasqueo la lengua a medida que reía de su beta, — pero, va que apostaremos.

—Con lo tonto y educado que es Adub voy a que no logra nada, incluso creo que luego de esto Nazia huira de él, razón por la que estoy dispuesto a volver a la manada si pierdo, cosa que sé que no pasara nunca— expresó muy seguro.

—Adub es más astuto de lo que deja ver, esos salen teniendo más que un beso hoy mismo, por lo que aceptaré tu propuesta.

—Y si pierdes, ¿qué darás o harás?— preguntó con rapidez el beta.

—Te dejaré volver a la manada— respondió con simpleza, evitando reír.

—Vamos, Karim, no seas tramposo— reclamo.

—Te daré esta casa, y de paso nunca más te pediré cuidar de Charlotte— Mohamed sonrió.

—En serio, me conformo con no volver a cuidar de esa humana, — se acercó a Karim que estaba como de costumbre en su sillón— eres el mejor alfa, —lo halagó, – va la apuesta—, estrecharon las manos.

—Y hablando de esa humana, no creo correcto que minimicemos nuestros sentidos, al menos tú debes estar al pendiente— le aconsejó y Karim creó un chasquido restándole importancia.

—Ella está tan pendiente a que el frío no les afecte a las flores, que no creo que se mueva del jardín.

—Yo que tú, no me confiara, esa mujer sorprende.

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