Secretos de Lobos. romance Capítulo 50

                                                 Narrador.

Moira estaba observando todo, como una simple espectadora, le fastidiaba que Karim no quisiera decirle nada sobre la humana, era como si le temiera a que ella le pudiera hacer daño, pero no era tan tonta como para dañar a esa humana sabiendo que Karim lo descubriría en menos de lo que se absorbe una bocanada de aire.

—¿Qué tanto haces aquí?, eres extraña— le habló la bruja a su espalda y Charlotte casi se cae de nalgas al suelo, no esperaba a nadie a su lado, ya que vio como Nazia se alejó con Adub y estaba a su espera.

De modo que se enderezó al mismo tiempo que sacudía sus manos para quitar la nieve que había quitado de las flores, pues a pesar de tener guantes sentía el frío que le quemaba.

—Me supongo que no te debo una respuesta, ¿cierto?,— alzó las cejas luego de su pregunta —y si de extraños hablamos, no creo que tú seas menos rara que yo, eres bruja. — Moira se tensó.

—Como sabes— pregunto sorprendida, pues Karim le había prohibido decirle algo sobre ellos a Charlotte, pero ahora de la nada ella era quien le decía lo que era, sin embargo, Moira había caído redonda en una estrategia de Charlotte, ya que no lo creía, puesto que fue la voz en su cabeza que le dijo eso y relativamente no le confiaba, pero ahora Moira se lo confirmaba, aunque esperó que ella se ofendiera, por el hecho de que cuando una mujer llama a otra bruja es un insulto.

—Ya veo que si lo eres. — Moira la miró buscando en ella ese algo especial, pero no veía nada, sino que pudo ver su destino y extrañamente Charlotte no tenía futuro.

—Vas a morir, aunque él se interponga, lo harás— dijo eso sin evitarlo, era como si dijese lo que pensaba.

—Creo que de brujo a vidente hay mucha milla, deberías no mentir, extrañamente; aunque soy de mente abierta, me incomoda eso de que quieran inventar con el destino de las personas— le reclamó Charlotte yéndose a dentro, donde Karim al verla la abrazó angustiado, había escuchado la conversación y eso le creó un desconsuelo, él sí sabía que Moira no mentía, es una bruja poderosa.

—Me sacas el aire— gritó ella tratando de que él aflojara ese abrazo. Él sonrió con tristeza y le agarró el rostro, sin importar ser visto por Fátima que es la única humana que queda en la casa, naturalmente no mostraba afecto en público, pero Charlotte estaba cambiando sus paradigmas, ya no quería esconder lo que siente, a pesar de que no pueda decirle lo que es, se propuso vivir sin restricciones ese amor. Mientras que ella se sentía incómoda sin saber cómo darle sus condolencias por la muerte de Shacia, había evitado enfrentarlo por qué le costaba esa parte, y antes de empezar a hablar, él la interrumpió.

—Mira lo roja que tienes la nariz, te vas a enfermar— le amonestó dándole unos golpes suaves con su dedo índice en la frente, mientras reía. Luego la volvió a abrazar, pero esta vez besando su cuello, de manera lujuriosa, se notaba que quería más que solo eso, con cada beso se comportaba más intenso, entonces ella lo alejó.

—He, ya va, espera—, él la miró inquieto y ella arrugó el entrecejo.

—Te ves feliz, como si nada ha sucedido, creí que estarías de luto, pensé que todos aquí estarían afligidos, pero no parece, incluso ni parece que ha fallecido tu primera, que digo primera, tu segunda esposa, lo que parece fue que murió un insecto, — reclamó algo decepcionada y él se quedó asombrado, pues cuando una esposa muere o es repudiada la otra festeja y Charlotte parece estar afligida.

—Pero ella te quiso lastimar, ¿por qué estás así?, aunque no lo creas, lo intentó varias veces, no entiendo, deberías sentir más tranquilidad, además no estamos de luto por qué ella fue quien decidió quitarse la vida, incluso estás faltando al mencionarla, no deberías, ya de seguro su padre la ha sepultado sin hacer ningún ritual, no está permitido, ella cometió un pecado, — Charlotte se le quedó viendo como si le pareciera un monstruo.

—¿Eso es lo que sientes?, tranquilidad… —expresó atónita contestando de manera retórica—, entonces si en el futuro hago algo que te desagrada y me llegase a pasar lo mismo que a ella, sería relajante para ti mi muerte, al igual que ella, soy tu esposa. Pues me imaginó que solo dirás, hay mira falleció la americana, tan bonitica ella, ay…, chao y ya.

—Deja tus exageraciones. No digas tales cosas, tú eres distinta Charlotte.

—No, Karim, soy igual, una mujer, aunque con diferente crianza o creencias, es una vida lo que se acaba de perder, por momento hablas como si carecieras de humanidad, incluso veo como miras a otros desde encima de tus hombros—, él parpadeó varias veces, relativamente no odia a los humanos, pero igual no le eran de mucha importancia hasta que la conoció a ella.

—Soy humano, ¿cómo dices que no tengo humanidad?

— No pareces serlo, ¡analízate!, que hombre no le duele haber perdido a su esposa, que, aunque no hayas tenido nada con ella al menos compartió parte de su vida a tu lado, y sirviéndote de manera absurda, sin tener otra oportunidad porque o eras tú un hombre que no la parecía era su padre que acababa con ella —Charlotte se sentía mal e incluso sintió un nudo en la garganta, en su mente quedaron arraigadas esas palabras de encargarse de una esposa desechada—, porque según tengo entendido ella llevaba aquí varios años, al menos si no te duele la mujer que te duela o te cause conmoción el sujeto; la persona que conociste, a mí aún me aflige su pérdida y no era que la quería y menos la conocía, pero hasta cuándo muere un animalito se siente el vacío de la pérdida, ella no volverá a caminar por estos pasillos donde se sintió tan solitaria que prefirió convertirse en una casi asesina y posteriormente suicida —ella negó con la cabeza—, ¿cómo puede afligirme a mí su triste existencia que la llevó a quitarse su propia vida y al resto de los que aquí viven no?

—¿Suponte que en lugar de ella hubieras sido tú?, ¿piensas que Shacia le importaría un comino?, ahora mismo ella estaría celebrando el haberse librado de ti.

—No me importa, cada persona da lo que tiene en su corazón sin esperar nada, yo nunca celebraría la muerte de nadie, sin importar que tan enemigo seamos, si puedo competir, incluso pelear por lo que quiero, pero hay límites, cada ser es hermoso y valioso en el mundo, siento no compartir tu cristero y me decepciona que no compartas el mío, la vida tiene un valor único para mí—, Charlotte subió dejando a Karim con la boca abierta.

«No la entiendo» pensó intrigado, sintiendo que no había hecho nada para merecer su furia, pensando que ofensa debería sentir si lo veía llorando de pena.

#Mi humana no es como los demás que solo le importaba ganar, es noble y no sabe guardar rencor# ronroneo Zilo como si aplaudiera la actitud de Charlotte.

#No sea tonto lobo, si se enoja conmigo, también lo está contigo# le reclamó Karim molesto.

#El humano sin humanidad, aquí eres tú, yo no tengo nada que ver con tu razonamiento, afortunadamente soy un animal místico# le respondió Zilo dándole una lección.

                                                      (…)

Fueron horas las que pasó Adub explicándole a Nazia sobre ellos y que hacían en ese lugar, viéndose en la necesidad de ocultarle un solo detalle, ya que le pareció macabro decirle que buscaban a una mujer para que le diera un hijo a su alfa y está al final debía morir por el hecho de que ella fue una de esas mujeres seleccionadas, aunque no fue la indicada.

—Ahora, Charlotte se enfadó porque siente que soy inhumano al no sentir pena por la muerte de Shacia— le comentó Karim a Adub que estaba junto a Mohamed.

—Siempre dijiste que los humanos eran criaturas egoístas, hipócritas y ventajistas, incluso dijiste que son incapaz de querer a alguien más que no sea a sí mismo y al poder, Charlotte te está demostrando que estabas equivocado—, se burló Mohamed.

—Tú también, eres un idiota, Zilo quiso decir lo mismo— respondió soltando un suspiro de frustración, teme a perderla, quiere salvarla y decirle la verdad, pero tampoco quiere que ella lo vea como un monstruo. Luego de pasarse la mano por la cabeza varias veces y caminar de un extremo a otro, se giró hacia Adub.

—¿Qué sucedió con Nazia?, ¿porque te veo desanimado?

—Me despreció, al principio me temía, pero luego dijo que no le parecía, que no importa si le hemos mentido, sus costumbres y enseñanzas se lo impiden, — dijo el acongojado.

—Pero eso no tiene sentido, ustedes están destinados, — cuestionó Karim.

—Sin embargo, ella dijo que era leal y que no importa mi verdad y mi mundo, que no era el de ella, que en su mundo yo era su cuñado—, Karim y Mohamed rieron incrédulos, creían conocer a los humanos, pero al parecer aún no lo hacen en tantos milenios de vida.

—Ves Karim, hay tienes otra cualidad, — Mohamed señalo a Adub— lealtad, son leales y has perdido— aseguró Mohamed.

—Par de lobos infantiles, ¿ustedes apostaron sobre algo tan importante como esto? —, Karim bajó el rostro como cachorro abochornado, no importa que él sea el alfa, respeta mucho a su amigo.

—Fue Mohamed el de la idea— Karim señaló a Mohamed.

—Ya no importa, — dijo Adub destruido y sus ojos se aguaron.

—Nunca debieron involucrarse con mujeres humanas que los harán envejecer. —Trató el beta de alegrar el momento.

—Cállate Mohamed que tú también tienes tu tormento, desde mañana regresas a la manada—, él quiso objetar, pero Karim se lo ordenó con voz de alfa y él asintió.

—Sí, mi alfa—, unos toques en la puerta interrumpieron el tenso momento entre esos lobos y Adub agrandó los ojos mostrando alegría luego de sentir el olor.

—Pase—, permitió Karim y Nazia abrió la puerta entrando a pasos temerosos, aún no sabía si era lo correcto, solo se dejó llevar.

Cuando estaba delante de Karim sentía que perdía el valor para expresarse y cerró los ojos antes de decir. — Si es cierto, todo lo que me ha dicho su hermano, — hizo silencio—, yo acepto ir a ese lugar y ser su esposa, pero usted debe permitirme el divorcio y dejarme ver que en realidad no son familia, pero sobre todo prometerme como el gobernante de ese sitio desconocido que mi familia no sufrirá por mi decisión, que no importa que ya no sea su esposa todos creerán que sí— Adub se permitió respirar y sonrió.

—¿Cambiaste de opinión?

—Solo espero estar haciendo lo correcto—, ella temblaba temerosa del futuro.

—Descuida Nazia como rey, mi deber es protegerte ahora que serás parte de mi manada, bienvenida— al final Karim habló con voz de alfa y ella se sobresaltó asustada.

—No pasa nada, tranquila— Adub le agarró los hombros y ella, de estar asustada, pasó a estar avergonzada y quiso quitarse a Adub de encima, todos podían sentir el miedo que sentía y la vergüenza hacia Karim, era otro hombre tocándola delante de quien es su esposo, aunque no sea de manera muy íntima lo era.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos de Lobos.