Secretos de Lobos. romance Capítulo 97

                               Narrador.

Sin importar que Jazmine había ido a ver a  Kasul en  varias ocasiones la oscuridad no salía de él como suponían y, por el contrario, estaba volviendo al lobo más peligroso, y todo lo que se escuchaba en esa manada era sus gritos de puro lamentos, ya que el lobo no dejaba de lloriquear tanto por el dolor como por el encierro en el que estaba y Karim no encontraba manera, había acudido a las opciones posibles pero esa era la consecuencia de su paso por el inframundo; ese lugar no era apto para un lobo  por el hecho de que lo único que reinaba allí es la oscuridad, y cada ser que pasa ese velo es  muy difícil que la oscuridad no se apodere de su luz. Más que Kasul estaba dominado por el odio y el rencor siendo aún más vulnerable, como recipiente vacío que esa aura demoniaca llenó a su antojo y ahora que no vive allí, lo reclama como parte de ella, razón por la que ahora le crea el dolor en las entrañas.

—¿Hermano que haremos? — inquirió Jazmine a Karim sintiendo pesar al haber sido parte del plan de Karim al ocultar a Kasul aquella verdad que al contrario de lo que ellos querían terminó por destruirlo, más que por salvarlo.

—La única solución viable sería la aparición de su luna, pero al asesinar a la mía, la suya no aparecerá, ya que nuestros destinos están entrelazados— respondió pensativo.

—Eso significa que lo tendrás como un animal enjaulado— los ojos de Jazmine se llenaron de lágrimas y Karim no pudo responder.

#Mohamed necesito que vengas# solicitó por el link

En cambio, Mohamed que estaba preparándose para acudir al llamado de su alfa. Mientras tomaba una ducha escuchó como el toque insistente en la entrada de su vivienda interrumpió su baño, y olfateo el aire antes de que su lobo se descontrolara como siempre lo hace cuando están cerca de Rocío.

—No…, diosa, esto ya es demasiado para mí, dejaré mis ideales de humano y actuaré como lobo, total ya ella pasó su transformación— masculló con frustración, ya que le cuesta esa lucha con su lobo y es que ella no solo se pasa los días metida en la casa del alfa, sino que ahora iba a la suya que era el único lugar donde no tenía que estar con una gran erección a causa de ese olor que le parece dulce.

#Si déjame morderla, cada día huele demasiado bien mi cachorra# lo incitó el lobo ronroneando al creer que su humano iba a ceder.

#No podemos sobrepasar nuestra humanidad, aunque hable de ese modo no significa que lo haré# le respondió mientras se colocaba un pantalón con el que cubrió su hombría ya palpitante.

#Eres un aburrido…, dizque humano, somos lobos, no seas tonto# gruñó su lobo muy enfadado por lo que creía que era una estupidez por parte de Mohamed, y para hacerlo enfadar más su humano no le dijo más nada simplemente se quedó de pie apoyado en la jamba de la puerta empapándose de la ternura que le transmite la pequeña delante de él, pero más que mirarla a los ojos miraba su pecho subir y bajar con agitación.

— ¿Dime cachorra que te trae por aquí? — él ni que decir sabía solo no podía dejar de observarle, sintiendo a la misma medida excitación como vergüenza por tener esa necesidad por ella y no poder controlar la reacción de su cuerpo, aunque quería que fuera de otra manera, y teniendo un pantalón sin ropa interior se lo hacía más difícil.

—Oscuro y Peligroso. Todo mío— cuando escuchó esas palabras salir de los labios de su pequeña con  voz gruesa y suficientemente adulta fue que la miró a los ojos dándose cuenta de que la loba se había adueñado del cuerpo de Rocío y estaba allí sonriendo ladina; — no esperaré más ya soy lo suficientemente adulta y si la diosa ha permitido que nos hayamos dado cuenta de que somos pareja ahora es porque debemos reclamarnos, al menos eso es lo que voy a hacer.

Como es una loba gama con tanta fuerza parecida a la de un alfa, un halo azul del mismo tono que sus ojos salió de su cuerpo y sin que el beta  se lo esperara jaló su cuerpo hasta que lo tenía rodeado con sus brazos por la cintura y ronroneaba al mismo tiempo que frotaba su cara contra el pecho desnudo de Mohamed quien no sabía qué hacer, más que luchar contra su lobo para que no tomara el control, y cuando la loba lo sintió tenso entonces dejó que sus manos pasaran a ser garras clavándolas en la espalda de su macho quien jadeo no por dolor, extrañamente eso avivó su excitación.

—Rocío habíamos quedado en que no lo haríamos ahora, debes esperar cachorra— ya su voz salía ronca y mucho más ronca se puso cuando ella le lamió el pezón izquierdo. — Vamos pequeña detén esto, quítale el control recuerda que el humano domina— le pidió a Rocío para que dominase a su loba y no quería ser brusco con ella, tampoco podía alejarla era demasiado difícil porque no solo pelearía con la loba y su lobo sino también con su instinto de hombre, que lleva tiempo sin una mujer.

—¿El problema es porque me quieres más adulta? — la loba Asminie se alejó de él y lo miró con sus ojos electros, esperando su respuesta.

#No, mi Asminie eres perfecta así, no preste atencion a este tonto# escuchó Mohamed responder a su lobo.

#Haz silencio, ¡no ayudas! # le reclamó.

—Vamos Asminie deja que tu humana vuelva, eres hermosa y dentro de un tiempo juro que estaremos juntos sin inhibición alguna, pero no es momento— pidió acariciando su rostro y ella ronroneó buscando sentir más sus toques, ya que dobló el cuello.

—Si me marcas tanto Rocío como yo tendremos diez años más quedando en nuestra forma adulta, muérdeme— ella le dejó ver la extensión de su cuello y él tragó grueso sin poder alejar la mirada de esa piel tersa, tan suave que lo instó a imaginar cómo sus colmillos romperían cada capa de esa piel, como cuchillo entrando en una suave y blanda barra de mantequilla.

—¡Oh Diosa esto es una prueba! — manifestó luego de haber alejado esos pensamientos y recordando que debía ir con el alfa, la agarró del brazo.

—Bien, te marcaré, pero debemos ir con el alfa— le mintió suponiendo que ella igual le mentía para que la marcase; sin embargo, lo hacía sabiendo claro que la loba no iba a quedar conforme, cerró la puerta y subió a cambiarse con ella siguiendo sus pasos.

—Estoy impaciente porque me montes, — la loba se apretó los pequeños pechos y jadeo.

—¡Maldición! — siseó Mohamed entre dientes cerrando al mismo tiempo los ojos.

De repente Asminie se vió inmovilizada contra la pared por casi un metro y noventa centímetros de ardiente y dura masculinidad.

—Deja de provocarme, loba —Mohamed le pellizcó el labio inferior con los dientes y luego alivió el pinchazo con la caricia de su lengua—. No supongas que no pillo tu intención.

En el interior, Rocío que no puede dominar a Asminie dejó escapar un suspiro de feliz abandono, y su cuerpo se relajó por el placer de sentirse tan apretado al de él. Le deseaba constantemente, con tal intensidad que dolía. Lo que sentía era voluptuosidad, pero era mucho más también. Se trataba de algo tan precioso y profundo que hacía que el deseo sexual de Mohamed por ella fuera el detonante que provocó a su loba a quitarle el dominio dejándola vulnerable y sometida por su loba, y la dejaba sin luchar por qué si no lo habría hecho le daría un ataque de locura.

—Me marcarás ¿no es así? — esos ojos tan profundos le penetraban el alma, y sentía que si volvía a mentir quedaría al descubierto, pero se aclaró la garganta y le respondió a la loba.

—Si—, a ella se le paró el corazón al vislumbrar su sonrisa.

—Al hacerlo tendrás que montarme, no te estoy provocando solo hablo de lo que va a suceder—, a la loba le fallaban un poquito las rodillas frente a aquel imponente rostro enmarcado por aquel lustroso pelo negro. Él es de lo más elegante y bien educado, al menos con ella. Sin poder contenerse Mohamed rozó su nariz contra la de ella haciéndola sonreír.

—No puedes sonreírme de ese modo loba ¿En qué piensas? —inquirió con voz seductora.

—En lo guapísimo que eres. Es alucinante la cantidad de veces que te pensamos— Mohamed sonrió esta vez sin mostrar los dientes.

«Vamos hombre esto no está bien, además tu alfa te espera» esta vez quien le habló fue la voz de su conciencia.

Pero aun así le puso una mano por detrás del muslo y le apretó aún más contra él, provocándola con un experto meneo de caderas. Era escandalosamente diestro en la cama y él lo sabía, en cambio, ella ni idea tenía, a pesar de lo provocadora que es su loba la inocencia la precede.

—Tranquila loba—, ella miraba su cuello y sus pequeños colmillos lo hicieron apartarse un poco.

—¿Eh? —le corría fuego por las venas, su cuerpo ansiaba el tacto del suyo

—Vamos con calma —susurró, rodeándole la barbilla con una mano y frotándole el labio inferior con la yema del pulgar—.  El alfa me necesita.

A Asminie le faltaba el aliento y respiraba entrecortadamente. La ardiente mirada de sus ojos, su tono provocativo, el calor de su cuerpo y el delicioso olor de su piel le habían seducido por completo. Él era su droga, y en absoluto quería ser tomada sin importar lo que tenga que hacer.

—Si mi lobo —musitó, extasiada.

Con un suave gruñido, apretó su torneada boca contra la de ella, quitándole cualquier noción de la hora que era con un tierno y profundo beso… un beso que casi consigue evitar que se diera cuenta de que estaba sucumbiendo al deseo de la cachorra.

Mohamed hundió los dedos entre su pelo para sujetarle y le devolvió el beso, deslizando la lengua por la suya, acariciándole. Le rodeó con sus brazos y apretó con gesto posesivo.

No obstante, cuando al fin recapacitó la volvió a apartar, pero ella como lobita avispada e insistente se pegó a él, tiró de su cuello para que se doblara a su altura  e intentó besarlo.

—Se hace tarde tengo que ocuparme de unos asuntos de la Manada— musitó, moviendo los labios contra los de ella.

—Asuntos que vas a aplazar para estar conmigo— le lamió los labios y ella vio un destello en su mirada.

—Bonita distracción, ¿vas a desobedecer una orden de tu alfa? —le pasó la lengua por el labio inferior y la soltó.

—¿Qué?, nunca haría eso…, ¡vamos con el supremo! —Asminie pestañeo ante aquella espalda que se alejaba y desaparecía en el armario, mientras Mohamed sonrió sabiendo que de la única manera que la podía manejar es usando a Karim como excusa, un lobo es demasiado fiel a su alfa más que a su propio deseo, y aunque el dolor en su entrepierna incrementó igual había pasado esa fuerte provocación.

Al menos hasta poder dialogar con su alfa y que le indique que hacer, puesto que desconoce los poderes de la loba Gama y no sabe si es cierto que puede madurar diez años si él la marca, pero igual no le parece marcarla, porque debe realizarse el apareamiento.

«Desgraciadamente, me dolerán las bolas durante un buen tiempo» creó un rictus con los labios.

¡HOLA MIS CACHORRAS! 

ESPERO QUE ESTEN SUPER BIEN, Y SOBRE TODO QUE DISFRUTEN ESTE CAPÍTULO; ME GUSTARIA SABER COMO LES VA PARECIENDO LA NOVELA, Y DE PASO LES DEJO POR AQUI MIS REDES SOCIALES POR SI LES PARECE CHIDO TENER COMUNICACION MAS DIRECTA CONMIGO Y DE ESE MODO PUEDEN CONOCER A MIS PERSONAJES Y RELATIVO A MI TRABAJO COMO ESCRITORA.

Instagram: naths0510. Facebook, Naths Escritora.

Mis amores les envio por este medio besos lobunos con sabor a menta.

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