Secretos de Lobos. romance Capítulo 96

Recuerdo.

—Estoy tan cansado de entrenar y no sé por qué quieren que entrenen si nunca hago nada, aquí el único importante es Karim— refunfuñaba Kasul, muy enfadado.

—Hijo, Karim y tú son importantes, no digas tonterías, no olvides que no existe uno sin el otro— le aclaró su padre y él bufó dándole una patada a su compañero de entrenamiento, sacando su furia con quien no debía.

—Será que no existiría yo sin él, es patética mi existencia, de seguro soy su reflejo para que el alfa supremo no necesite de un espejo, en eso tiene mejor suerte, hasta para ustedes es mucho más valioso. — un lobo que era su beta, le pasó una toalla para que se limpiara el sudor, pero él la tiró al suelo y la pisó —me largo, prefiero ser un lobo sin manada a vivir a la sombra de Karim.

—Hijo, por favor— le pedía su madre que iba saliendo con un zumo para él, y Kasul no se detuvo, dejando salir a Morán su lobo cuando llegó a la barrera, sembró las patas en la tierra, bajando la barrera, dejando así la manada desprotegida, y antes de que pudiera dar un paso fuera de la tierra mágica. Ya los demonios estaban sobre él, eran demasiados, tantos que hasta tres peleaban con un lobo, acorralándolo, y él con la poca experiencia en combate era presa fácil, por lo que varios demonios, le enterraban sus zarpas, provocando que el lobo aullara de dolor y se cayera sobre sus rodillas. Entonces Rocco entró volando más atrás, arrasando con su madre, padre y sus dos hermanos, que apenas eran cachorros más pequeños que él, arrancando sus cabezas y corazones mientras reía con carcajadas espeluznantes. 

Morán aullaba desesperado queriendo salir del agarre de esos demonios, pero no lo dejaban y cedió el control a su humano, entonces, Rocco arrancó todas las vísceras del cuerpo de su padre.

— Esto fue un trabajo fácil, sin el cachorro supremo. Muñequito de la diosa, no fue nada difícil entrar a acabar con estos perros—, Roco apareció justo al lado de Kasul y pintó su rostro con la sangre de sus manos, esa que le pertenece a su familia.

—De ese modo ya no te odio tanto, — dijo burlón y sus lacayos se echaron a reír junto con él, haciendo que Kasul odiara el hecho de no poseer la fuerza para arrancar la lengua de ese demonio.

—Qué hacemos con este lobo.

—Mátenlo, aunque vivo igual, no hace nada, es demasiado patético— respondió Rocco a su sirviente.

Karim, que sintió todo como si fuera su cabeza o corazón que arrancaran, estaba lejos y cuando apareció convertido como el supremo, ya en su territorio, lo que había eran unos pocos guerreros que quedaban haciendo frente a esos demonios. Mató a todos los demonios que aún seguían dentro, pero el rey de ellos se había retirado, ya que la tierra tembló antes de su aparición, y eso hizo suponer que el supremo no tardaría nada para que estuviera cerca.

—Hermano, yo…, fui el causante, no puedo vivir con todo esto— Kasul miraba los cadáveres de sus hermanos, — Jazmine y nuestros tíos, y todos los de nuestra especie me van a odiar—gritaba con la cabeza entre sus rodillas y se jalaba el mismo el cabello. Entonces subió el rostro mirando a Karim, con ojos inundados de lágrimas — por favor mátame o borra mis recuerdos, no podré vivir con el peso de todo esto—. Caminó de rodillas hacia Karim que al igual que él apenas era un cachorro y Karim con el alma destrozada, negaba percibiendo el dolor de su hermano y el suyo propio, saberlo así tan mal lo hizo sentir en agonía.

—Por favor ya siento que estoy de más en este mundo, ayúdame, si realmente me amas hermano, borra mi memoria o termina con esta cruz—, Karim en su fase de alfa supremo puso ambas manos convertidas garras bastantes grandes en la cabeza de Kasul y un grito desgarrador salió de él y sus ojos se pusieron blanco cuando él empezaba a borrar de sus recuerdos aquel momento, incluso otros más antes que ese, ya que debía borrar todo lo que le hiciera recordar a sus padres y hermanos como la existencia de Jazmine.

—Quién ha asesinado a nuestros padres— le gritó a Karim luego que miro todo sin recordar lo que había sucedido allí.

—Los demonios— respondió Karim sin dar detalles.

—¡¿Y no fuiste capaz de protegerlo?!— Kasul le dio un fuerte golpe en el pecho a su hermano — eres el maldito rey y no fuiste lo suficiente, o dejaste que acabarán con nuestra familia a propósito.

Karim se tragó el dolor y las ganas de gritarle que se callara, pero él seguía golpeándolo y gritándole.

—Si yo hubiese tenido la mitad de tu poder, sería distinto, esto no habría pasado, pero claro, a ti nunca te ha importado más nadie que tú. Eres egoísta, arrogante, un monstruo que no ama a nada ni a nadie más que al poder, ¡te odio Karim!, y te haré pagar esto— Kasul dejó salir a su lobo y salió de la manada, llorando de rabia y Karim que aún estaba destruido, lo dejó ir.

—Al menos tú puede ser libre, yo tendré que quedarme siempre aquí recordando este dolor, quien nació atado a esta tierra, he sido yo y no seré tan egoísta para obligarte a estar a mi lado, sé feliz hermano, hazlo por los dos— murmuró Karim.

—Alfa, ¿por qué dejó que lo creyera culpable? — le preguntó Mohamed que al igual que Adub estaban allí también sufriendo porque habían perdido familiares en esa masacre.

—Así será, él no tiene por qué recordar esto.

Fin del recuerdo.

—Tú…, no debías cumplir con mi estúpido pedido, ni siquiera fui buen hermano, solo te lastimé encima de que te sacrificaste por mí, deberías odiarme. ¿Por qué no lo haces? — cómo lo supuso Karim, ahora no solo los ojos de Kasul estaban negros, sino que sus uñas por igual, y de él salía una neblina como un tipo de humo negro, que olía a azufre, pero más intenso que antes.

—No puedo hacerlo, eres mi hermano.

—Yo en tu lugar lo haría, ahora mismo me odio tanto— Kasul con rapidez metió de golpe sus propias garras en su pecho y agarró su propio corazón.

—No…., — gritó Karim y en un segundo estaba a su lado agarrando con fuerza su brazo, pero Kasul se apretó a sí mismo el corazón, hasta el punto de que quedó paralizado por unos segundos, Karim lo sujetó, aun sintiendo con la misma magnitud el dolor, pero igual cargo con su peso hasta que Kasul volvió a tener aliento.

—No puedo morir, lo olvidé, solo tú puedes matarme, y pedirte que lo haga volverá a ser un acto egoísta de mi parte, es momento de que seas feliz en mi lugar, es momento de que deje de huir y dejar que mis malas decisiones recaigan sobre ti…, — Kasul tomó la mano de Karim, acto que nunca antes había hecho y él se quedó sin palabras— La diosa no fue la causante de nada, incluso no fue quién jugó con nuestras vidas, siempre fui yo, mis malas decisiones y deseo de ser más de lo que era arruinó tanto tu existencia como la mía y ahora mi castigo es tener en mí esta aura demoniaca que tanto odio, le serví de lacayo al demonio que no solo asesinó a nuestra familia, sino que se burló al hacerlo, relativamente soy un chiste.

—Te juro que buscaré la manera de hacer que esa aura salga de ti— prometió Karim y Kasul le echó mano por el   hombro.

—No, hermano, concéntrate en salvar a tu mujer, no deje a mi hija sin ella, a mí déjame vivir esto, tal vez sea mi castigo y lo necesito, es justo que viva en esta oscuridad y encerrado aquí, así no haré daño nunca más.

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