Sabrina se quedó perpleja, abrazó a Marcus.
—¡Lo siento mucho! Yo la escuché llorar.
—¿Qué? —Marcus estaba impactado
«¿Por qué Evana lloraba? ¿Lloraba por mí?», pensó con duda
—¿Qué más escuchaste, Sabrina?
—Que iba a hospedarse en un hotel… llamado Garden… Garden de Barza, ¿Lo conoces?
—No, pero averiguaré.
—Marcus, quizás Evana estaba molesta contigo, esto puede tener remedio, piénsalo, ella es una buena mujer.
Marcus sonrió.
—Gracias, Sabrina.
Ella salió de la habitación.
Marcus fue al cuarto de baño, se desnudó y se metió a bañar, pensó en Evana, cuando la tocó, quería hacerla suya
«Debí hacerlo, pero, pensé que… pensé que estaba asustada; no puedo extrañarla, no quiero, ni debo… pero… la extraño», pensó, sintió melancolía, mientras el agua fría recorría cada rincón de su piel.
Evana viajo en tren, durante una hora hasta Barza, al bajar, esperaba un taxi, sentada en la estación, pensó en Marcus
—Quizas a esta hora lo sabe todo y me odia, Marcus… —susurró con tristeza, viendo por la ventana, pensando en él, en su rostro, sus besos, sus caricias, limpió una lágrimas que cayó por su rostro.
Horas más tarde, Marcus estaba vestido con un traje oscuro para el funeral.
Bajó y salió con Sabrina, fueron rumbo al entierro, pronto estuvieron en el cementerio de Nova Luz.
Mientras se hacía toda la sepultura, Marcus no dejaba de mirar a Álvaro, que tenía una mirada rara, desafiante en su contra.
Marcus pensó en Evana, su carta estaba en su mente, releyendo las líneas en su mente, de pronto vio que Álvaro salió de ahí, sus ojos se achicaron, se acercó a la tía de Ian y se despidió. Tuvo el presentimiento de que Álvaro tenía que ver con todo esto.
Salió muy rápido, llamó por teléfono.
—¿Pudiste obtener información sobre ese hotel?
—Sí, señor, es un hotel de poca monta, está en las afueras de Barza, investigué sobre una reservación, no hay ninguna a nombre de Evana Ford, ni a nombre de ninguna Evana, pero, señor, ha una reservación a nombre de Álvaro Ford.
Los ojos de Marcus se volvieron feroces.
«¿Acaso Evana es tan estúpida para volver a los brazos de su ex?», pensó con dolor y temor
—Gracias, Ray —exclamó a su asistente, él colgó la llamada condujo su auto, no estaban lejos de Barza, solo a una hora.
Condujo de prisa, supuso que Álvaro iría a ahí y los encararía a ambos, si eran traidores no los perdonaría.
Evana esperaba en esa habitación de hotel, caminaba de un lado a otro, solo quería saber de su hijo, saber donde estaba, sus ojos derramaron lágrimas, su corazón estaba asustado, de pronto llamaron a la puerta.
Sus manos temblaron al pensar que podría ser él.
Abrió y él empujó la puerta, pero no alcanzó a cerrarla, dejándola entrecerrada.
—Hola, mi amor, mi querida tía, espero que estés lista para rogar.
Los ojos de Evana le miraron con terror.
—¡¿Dónde está mi bebé?! Álvaro, ¿Qué hiciste con mi hijo?
—¡Nuestro hijo, nena! No lo olvides, abandonaste a mi tío, parece que eres una buena madre —dijo pellizcando sus mejillas y ella resistía
—Suéltame.
—¡Eres una zorra! Acostarte con mi tío por venganza, debería matarte a golpes.
—¡Dónde está mi bebé? ¡Eres el peor hombre del mundo, y el peor padre también, alejar a un bebé recién nacido de su madre! ¡Eres un enfermo mental!
Él rio.
—¡Arrodíllate, perra, tal vez así, me conmueva y te deje verlo!
Evana lo miró con rabia.
—¡Nunca!
Él la tomó de los hombros, y la hizo caer, sus rodillas vencieron, se arrodilló.
—¡Así me gustas, cuando eres mansa y llorona! No cuando te pones como una perra agresiva, no sirves para esto, ¿Lo ves? Yo soy fuerte, y tú débil, eres solo una pobre tonta, y yo soy poderoso, puedo acabar contigo como si fueras una hormiga para aplastar.
Evana no pudo evitar llorar al ser tan humillada, ella lo miró con odio y escupió a su cara, él la tomó del cuello, la levantó.
—¡Ahora serás mía! ningún recuerdo de mi tío quedará en tu cuerpo.
El hombre la empujó en la cama, y se puso encima de ella, Evana gritó, pataleó, luchó.
—¡No! déjame —suplicó al sentir su cuerpo asqueroso sobre ella.
De pronto, las manos fuertes de Marcus, que había escuchado y visto todo desde hace rato, alejaron a Álvaro, lanzándolo al suelo.
—¡Tío! —exclamó asustado
—¡Quita tus asquerosas manos de mi mujer! —bramó, golpeó su rostro, luego siguió golpeándolo hasta hacerlo caer en el suelo, pero Marcus lo tomó del cuello, casi acabando con su aire—. ¿Dónde está el hijo de Evana? ¿Dónde está el bebé?
Lo soltó, Álvaro recupero el aire, y luego empezó a reír.
Evana lo miró impactada.
—¡¿Dónde está mi hijo?!
—Sí, están los restos de un bebé recién nacido.
Evana no pudo evitar sollozar, Marcus la abrazó con fuerza a su pecho.
—¡Lo odio, me hizo pasar por el mismo dolor dos veces, juro que lo va a pagar!
Marcus no dejó de abrazarla, podía sentir su cuerpo temblar, podía sentir su dolor.
Luego de que el personal dejó todo como estaba, Evana rezó, trajeron flores, volvieron a arreglar la tumba.
—Mi pobre hijo, lamento no ser una buena madre, no poder darte la vida.
Marcus sintió dolor, la abrazó con fuerzas.
—Evana… no digas eso, he aprendido que, el destino es como es, nadie puede cambiarlo, tu hijo está en un lugar mejor, pero un día, serás madre, podrás ser feliz, este momento pasará, tu primer hijo siempre estará en tu corazón, pero aún podrás amar.
Ella lo miró con dulzura, él limpió sus lágrimas
Evana creyó que él era frío y duro, pero ahora no era de ese modo.
—Perdóname por caer en la trampa y dejarte, lo siento.
Él la miró severo.
—Fuiste tonta, no debes ser tan débil, debes confiar en mí, de lo contrario, nuestros enemigos terminarán con nosotros en un segundo.
Ella asintió, bajó la mirada.
—Lo siento.
—¿Volverás a mi lado?
Evana tuvo temor de que él no la quisiera ya.
—Quiero vengarme de Álvaro, quiero que lo exilien, así como él quiso exiliarme a mí.
—Bien, puedo ayudarte, pero si te quedas, debes elegir, ya no te quedarás solo por esa venganza, si te quedas lo harás para ser mi mujer, para siempre.
Los ojos de Evana se abrieron enormes, sintió que un calor cubría su cuerpo.
—¿Lo aceptas o no?
Ella lo miró con duda, sintió que le faltaba el aliento, asintió suavemente
—Sí… me quedo contigo.
Los ojos de Marcus se volvieron feroces, sintió ese beso exigente que la encendía de pasión.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy la esposa del tío de mi ex
Buenas tardes: espero esten bien, cuando suben mas capitulos......