Totalmente hot (COMPLETA) romance Capítulo 31

Mi nombre es Cristina, tengo 23 años, fui detenida acusada de asesinar a mi propio padre. Desde pequeña fui abusada por él en todo tipo de formas, hasta que finalmente, a costa de mucho trabajo, logré alquilar una esquina e iba a mudarme de ese infierno, pero decidió no dejarme. Ve y trata de violarme una vez más. Tomé un cuchillo y decidí borrar su existencia de este mundo.

Hoy estoy aquí en esta celda, esperando mi juicio donde seguramente seré condenado. Porque mi madre se niega a decir la verdad, condenándome a pagar muy caro tras las rejas.

“Mi nombre es Frederico Ribeiro, soy uno de los abogados más grandes del país, tengo 34 años y estoy divorciado. Seguí el caso de Cristina en la prensa y me interesé por ella…No lo puedo negar. Decidí tomar su caso, pero como todo en la vida, ¡tiene un precio!"

-Cristina tiene visita. - Dice el carcelero abriendo la celda.

Vi entrar a ese hombre elegante y bien vestido, estaba acostado en esa cama fría y dura. Me senté y bajé mi vestido que estaba un poco demasiado alto.

Frederico - Hola Cristina, mi nombre es Frederico Ribeiro! Él le tendió la mano y ella lo saludó. La niña estaba abatida y era de esperarse en su situación, estaba avergonzada por esta visita e intimidada también.

"Noté que Cristina me tenía miedo allí, esa mirada tan distante de ella me puso aún más caliente".

Federico - No tienes por qué asustarte. Soy abogado y modestia aparte, soy uno de los más grandes del país.

Por un momento sus palabras me tranquilizaron, pero noté la forma en que Frederico me miraba.

Frederico - Vine a ofrecer mis servicios en tu caso. - Frederico tomó una silla y se sentó frente a la cama donde ella estaba sentada.

Cristina - ¡Ya tengo defensor público!

Federico - Sí, lo sé. He estudiado todo tu caso, Cristina, pero entiendo que tus posibilidades de salir libre sin mí son escasas o nulas.

Cristina - ¿Cómo puede decir eso, señor?

Federico - Solo llámame Federico. Lo sé, porque he visto muchos casos similares al tuyo...todos los que defendí fueron absueltos o recibieron sentencias más leves.

Cristina - ¿Y por qué me defenderías?

Frederico - ¡Porque me interesas mucho!

Cristina - Entonces no viniste aquí como abogado ¿viniste aquí como hombre?

Frederico - En cierto modo, princesa, después de escuchar eso de él. El miedo se apoderó de mí, ese hombre era poderoso como decía y yo estaba muy asustada por su interés.

"Qué bueno que ella se diera cuenta de lo que yo quería decir. Yo estaba dispuesto a defender su caso y a cambio de tenerla toda para yo mismo."

Cristina - Pero de una vez. Di claramente lo que realmente viniste a hacer aquí?

Frederico - He dito, ofrecer ayuda. ¡Sacarte de aquí!

Cristina - ¿A cambio?

Frederico - De ti Cristina.

Yo estaba paralizada por esa situación, no había entendido mal. Ese hombre era un pervertido.

Federico - Quiero sacarte de la cárcel. Para tenerte en mi cama, en mi cuerpo.

Cristina - ¡De ninguna manera! - Gritó Cristina con la cara sonrojada y derramando lágrimas.

"Le grité fuerte, comencé a llorar de miedo. Yo estaba en la cárcel y todavía no me había librado de un hombre que acosaba.” Cristina lloró de horror cuando escuchó que yo pretendía ser su dominadora, pero no me sacudí, sabía que tarde o temprano la idea de Pasar su juventud tras las rejas la haría cambiar de opinión y ser mía.

Federico - Piénsalo. El fiscal de tu caso es un viejo amigo mío y puedo conseguir que salgas libre o sentenciarte a por lo menos 20 años.

Cristina - ¿Me estás amenazando Frederico?

Frederico - De nada, mi ángel. Te estoy dando la oportunidad de una nueva vida fuera de esta celda... ¡Te daré dos días para pensar!

" La dejé pensando después de lo que dije, la quería para mí y lucharía hasta el final para cógelo. Me levanté de la silla y llamé al carcelero para que abriera la celda."

Cristina - ¡Frederico espera! - Volvió y se volvió hacia ella.

Cristina. - Si si acepto esto ¿cómo sería este acuerdo?

Frederico - Primero firmarías un contrato para contar con mis servicios, asegurándome que luego cumplirías tu palabra. Te sacaría de la cárcel y vivirías en mi casa conmigo!!!

Cristina - ¿Ser tu amante?

Federico - ¡Ser completamente mía!

Cristina - Esto es una locura. No puedes proponerme tal trato, eres un hombre de justicia.

Frederico - ¡Solo soy un hombre lleno de debilidades y tú eres una de ellas!

Cristina - ¿No tienes miedo de que te denuncie?

Frederico - Ninguno, eres un acusada de asesinato y yo soy abogado reconocido en todo el país.

Cerré los ojos, quería poder hacer algo por mí mismo, retroceder en el tiempo y haber escapado antes de cometer un crimen. Salí de la celda dejando a Cristina con esa decisión y esperando que aceptara mi propuesta. Desde que la vi en las noticias no pude quitarle los ojos de encima.

" En esos dos días pensé, lloré y busqué otra salida y no encontré nada que pudiera salvarme de esa condenación. Ha llegado el día de decidir mi vida..."

Frederico - Cristina ¡Espero que tengas una respuesta para mí!

Cristina -Sí la tengo Frederico.

Frederico - ¿Y?

Cristina - Primero quiero saber...si acepto, yo ¿Tendré que acostarme contigo?

Federico - ¡Sí y haré mucho amor contigo!

Cristina - ¡Entonces no! ¡Nunca! - gritó.

Frederico - ¡Entoces me voy ahora!

Frederico - Primera corrida princesa y que sabroso!

Despues de esa placentera sensacion volvi en mi misma...

Cristina - No, no quiero a Federico.

"Con cada negativa queria mas y mas, mi ropa y ella tenia miedo de mirarme la levante por la cintura, Cris me abrazo con miedo de caer aproveche y restregue esa delicia en mi cuerpo senti su lujurioso coñito apoyado contra una pared, la tome mi verga y posicionada para meterla.

Cristina - Por Dios...oh...oh! - Gritó

"Me calenté mucho con esa zorrita que lloraba y pateaba sintiendo mi polla castigando por dentro, estaba aplastando su cuerpecito contra esa pared".

Frederico gemía como loco dentro de mí que dolía pero al mismo tiempo era placentero.

Frederico - ¿Estás disfrutando de esta verga? hummmm

Frederico se hundió la polla con todo y alucinando en ella.

"Sentí que me iba a correr y fui más lento, disfruté de ese coño que empezó a latir en mí...Pegué mi boca a la de ella y ella también me besó. Terminé el beso con picotazos y comencé a golpear su coño". otra vez con fuerza y velocidad. Yo estaba gritando en su oído y ella en el mío, rascándome la espalda con fuerza".

Cristina - Federico me voy...ahhh!

Frederico - Jode esa polla toda perra cachonda. - Frederico le mordió la cara y apretó más su cuerpo contra la pared, me corrí con sus embestidas dentro de mí, a Frederico le encantó y sentí que me llenaba por dentro mientras rugía en mi oído...después se relajó y se veía exhausto aún pegado a conmigo en mi regazo, apoyado contra esa pared fría.

"Fue la cogida más caliente de toda mi vida...comprar a esta mujer fue lo mejor que pude haber hecho, era única. La jalé por la espalda de su cabeza, que estaba sudada, levanté su cabello oscuro y le di muchos besos en esa hermosa boca que siempre quise con conexión. Porque sentía mucho más que lujuria por esa mujer.

Cristina - Yo... yo ...¡No sé qué decir!

Frederico - ¡Repite para mí! - Frederico apretó su barbilla haciendo que ella lo mirara, esa cara de doncella, en ese cuerpo delicioso, me dejó sin palabras y quise escuchar esa voz suave decirme...

Federico - Fderico, quiero devorar esta polla con mi apretado coño! - Le dijo que lo repitiera, Cristina se puso roja de vergüenza... =pero con su dulce voz, ella obedeció.

Cristina - Frederico ¡Quiero...devorar esta polla con mi apretado coño! me acosté en el suelo de verdad, porque la cogida iba a ser profunda. Le pedí que montara mi polla dura y ella se fue con todo. Cristina hundió mi polla en ese estrecho coño y gritó haciéndome fruncir el ceño aguantando el orgasmo. - Lentamente traviesa...no quieres que esta cogida termine antes de que empiece, ¿no? - Frederico apretó sus caderas y le echó un buen vistazo a todo ese cuerpo.

"Cristina estaba demasiado caliente, comencé a mover sus caderas lentamente y esos senos temblaban, hermoso de ver. Traté de sostenerlos a ambos en mis manos".

Federico - Me maltrata duro con ese coñito goloso, vaya...delicioso!

Frederico me había convertido en una puta, estaba amando esa polla en mí. Cada vez que me movía rugía de placer quería verlo jadear de nuevo y con la misma expresión que cuando se había corrido. Lo disfruté mucho y luego traté de saltar lo más rápido y fuerte que pude, para hacerlo enloquecer de lujuria.

"Cristina saltó sobre mi verga como una desesperada, así que comencé a rugir fuerte y hasta me llevé las manos a la cara en agonía con el deseo de liberar todo dentro de ella..."

Frederico - Voy a descargar este coño ¡ahhhhhh!

No podía soportar sentir a Frederico eyacular sobre mí... Yo también me corrí sobre su polla y me acosté sobre su cuerpo, nuestros corazones se sentían como si fueran a salirse de nuestros pechos.

"Sentí que ella se venía conmigo y fue perfecto, besé esa hermosa boca una vez más y ese mismo día decidí que no solo quería ese coño, sino a esa mujer por todas partes, realmente la conquistaría para tenerla para mí y para siempre. "

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