Totalmente hot (COMPLETA) romance Capítulo 35

Mi nombre es Estela, tengo 37 años y estoy divorciada desde hace dos años. Soy pelirroja, alta y tengo un cuerpo hermoso, todos se preguntan porque mi esposo se fue de casa. La respuesta es bastante sencilla porque nunca quise darle hijos y por qué descubrió un vicio que me acompaña desde muy joven, soy una voyer declarada, me encanta ver gente desnuda y masturbarme cuando veo cambios de ropa, escenas de sexo.. .

Trabajo desde casa como escritor independiente, tengo un cita estable que se llama Manuel. Está casado con mi mejor amiga, un día me invitaron a un trío y estuvo delicioso, muy bien por él y seguimos teniendo sexo seguido con y sin ella. Era Semana Santa, había hecho una visita y estábamos teniendo sexo en el baño en un sexo anal caliente que ya me había llevado al clímax varias veces.

Sonó el timbre, me bajé de su polla, me puse una bata y fui a abrir la puerta.

Gian - Buenos días, mi esposa y yo nos mudamos a la casa de enfrente. Me preguntaba si sabes el número de la compañía eléctrica, creo que se olvidaron de pedir que encendieran la luz.

Era un hombre delicioso, rubio y del tipo travieso yo solo estaba en bata y por la mirada que me dio me gusto mucho.

Estela - ¡Te lo anoto y vuelvo pronto!

Entré por un momento y lo escribí y se lo entregué, miré hacia afuera y vi a su esposa esperando. Era una mujer joven de treinta y tantos años, de pelo corto y cuerpo esbelto. También vi que tienen una hija adolescente. Cerré la puerta y fui a seguir teniendo sexo con Manuel, en cuanto disfrutamos mucho se fue y yo me fui a ocuparme de mi trabajo.

Por la noche, me estaba preparando para acostarme, la ventana de mi habitación tenía una vista privilegiada de su habitación, vi la silueta de los dos entrando a la habitación. A partir de entonces, todos los días los observé esperando algo de acción pero nada de sexo.

El lunes la esposa se fue al trabajo, estuve pendiente de todo como siempre, padre e hija se quedaron en casa y para mi sorpresa los vi a los dos dentro de la habitación de la pareja, comenzaron a besarse y vi su silueta a través de la ventana. Empecé a masturbarme al verla chupándolo muy sabroso, dos grandes cabrones, con sus dedos en mi coño pronto me vine.

Pasaban los días y la rutina era la misma, esperaban a que saliera el chocho para empezar a follar y siempre a masturbarse con placer. Estaba cocinando y sonó el timbre, era él...

Estela - Hola vecino, ¿necesita algo?

Gian - ¿Puedo pasar un momento?

Me sorprendió la solicitud, pero por supuesto lo permití.

Gian - Llegué a saber, ¿cuánto tiempo vas a espiar mi ventana?

Estela - ¿No te entiendo?

Gian - Sí, entiendes, ha estado husmeando en nuestras vidas desde que llegamos.

Estela - Sí, ¿me vas a denunciar? ¡Creo que tú y tu hija tienen mucho más que perder que yo!

Gian - Para que perder, si todos podemos ganar...

Se acercó y me jaló por la cintura dándome un beso en el cuello y luego en la boca. Agarró mi trasero de buena gana, apretando nuestros cuerpos y devorándome lentamente. ya estaba mojada y gimiendo...

Viviana - ¿No me esperarían para la fiesta?

Estela - Claro que sí.

Ella se bajó de la parte superior y fui a chupárselo lentamente, la chica todavía tenía mucho que aprender sobre el sexo y los dos se estaban besando en la boca. Me puse de espaldas a él, sentí la polla entrar con fuerza en el coño y hasta gemí...me estaba follando mientras metía mis dedos en el coño de la hija traviesa. La piraña vino a mí por menos de un minuto, estaba frenética de deseo y tenía un gemido astuto tal como les gusta.

Gian siguió comiéndome de pie y mis piernas comenzaron a temblar desesperadamente, mi garganta se secó y sentí que el ppk se contraía para tirarlo todo. Lancé mi miel con tanta fuerza que tuvo que llevarse la polla muy mojada después.

Gian - Que rico estos dos perros burlándose de mi, cachondo!

Era nuestro turno de hacer que enviara leche y nos alimentara.

Estela - ¡Ponte de rodillas putita!

Nos arrodillamos frente a él y comencé a chupar esa polla sin piedad y sin fuerza, la saqué de mi boca y la metí en la de ella. Agarré su cabello y la hice tragar hasta que sus labios tocaron sus bolas.

Gian - Ahhhhhh

Gimió hermoso al escucharlo, lo saqué de su boca, le chupé las bolas y lo metí hasta el fondo de mi garganta. Entré en mi mejilla y sus venas parecían querer saltar, decidí jugar a la ruleta rusa con ella para ver por qué boca se me venía.

Lo chupé y se lo pasé a su boca, que hizo lo mismo. Hicimos esto varias veces hasta que ese niño vino a mi mano antes de que se lo metiera en la boca, todavía había tiempo para probar un poco de la leche caliente. La besé en la boca con mi sucia con mi semem...

Ese hombre nos miro a los dos como si estuviera viendo un boleto ganador del mega sena, ambos aun nos masturbamos hasta corrernos en los dedos del otro. Siempre que sale el maíz invito a mis vecinos a que vengan a tomar un café aquí en mi casa.

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