Mi nombre es Alex y tengo 29 años, trabajo como pediatra y tengo una hija de siete años que se llama Clara. Mi esposa trabaja en la empresa de sus padres y siempre necesita estar de viaje de negocios para que nuestra hija no se sienta tan sola contratamos a una niñera llamada Bibiana. Una señora cariñosa y muy maternal, el caso es que estaba teniendo problemas personales porque su esposo estaba enfermo y era anciano como ella.
Estaba desesperada con esta noticia, ahora sería difícil cuidar a mi hija...No puedo dejar mi trabajo y mi esposa tampoco podría llevársela.
Bibiana - Tengo una sobrina que se llama Valeria, es una buena chica y necesita trabajo.
Miré a mi esposa, sin saber si aceptaría tener una mujer joven en la casa.
Susan - Está bien, pídele que venga a hablar conmigo esta tarde.
Me sorprendió que al menos le diera una oportunidad, fui a mi trabajo y me pregunté cómo sería esta Valeria. Llegué a casa al final del día, besé a mi hija ya mi esposa.
Susan - Hablé con la chica y me pareció buena gente y de confianza, Clara también la conoció y parece que se han llevado bien.
Alex - ¡Sabes que la decisión es totalmente tuya!
Se acordó que ella comenzara el lunes, el domingo llevé a mi esposa al aeropuerto y ella partió para Pernambuco. Al día siguiente Valeria llego muy temprano, wow que hermosa chica, tenia una mirada angelical, boca pequeña y un cuerpo delgado y muy femenino.
Clara corrió a sus brazos como si se conocieran de años, yo fui a mi trabajo. No dejaba de pensar en esa chica, sus labios, su piel que parecía tan suave... Me encontré preguntándome si era virgen.
Casi no hago mi trabajo como debería, pensando mil cosas calientes sobre ella. Iba a dormir en casa con mi hija porque era mi turno, terminé despedido ese día por un problema en la unidad. Cuando llegué a casa, mi hija y ella estaban jugando afuera con la manguera y regándose mutuamente. Valeria vestía una blusa blanca y era muy transparente en sus senos, estaba emocionada y viendo a los dos correr por el patio trasero.
Luego entraron y ella bañó a Clara y luego fue a ducharse también, yo me quedé afuera imaginando su cuerpo desnudo y mojado.
Clara - Papá, Valeria dijo que se va ahora que llegaste.
Alex - Puede quedarse aquí en casa si quiere.
Me incliné haciendo contacto visual con ella.
Alex - ¿Por qué no le pides que se quede aquí con gen... contigo? Pero tienes que prometerle a papi que no hablarás de eso con mami, te daré esa hermosa muñequita que tanto deseabas.
Clara - ¡Está bien papi, te prometo que no te diré nada!
Mi hija podía ser muy persuasiva cuando quería, hacía drama hasta que convenció a Valeria para que se quedara. Pedí una pizza y comimos mientras veíamos una película animada, Clara dormía en el sofá y yo la llevé al dormitorio. Valeria se quedó en la sala, todavía limpiando el desastre de palomitas de maíz tirado por todo el aire.
Alex - ¿Ya te vas a la cama?
Valeria - ¿Necesitas algo más?
Contuve la risa, por supuesto que realmente necesitaba comerlo todo.
Alex - De hecho, creo que podríamos hablar un poco más.
Valeria - ¿Me estás coqueteando?
Empecé a hacerlo aún más rápido y sabroso, quería sentirla estremecerse y correrse delicioso y logré obtener un susurro casi lloroso de ella mientras me corría, la miré con los labios húmedos por su sabor, obtuve se levantó y la besó en la boca. Mi esposa nunca haría eso, estaba demasiado fresca para probar el sabor de su propio coño, pero esa chica era traviesa y obedientemente chupó mi lengua hasta que no quedó nada.
La volteé boca arriba y la apoyé en el sofá dejándole el culo en alto, le quité las bragas y le clavé la polla con fuerza. Valeria gritó y yo le tapé la boca por detrás, continué empujando con fuerza, castigando su coñito poco profundo que apenas podía tragar mi polla. Golpeé fuerte sosteniendo su boca, sé que el toque de mis pantalones en sus sótanosla hizo sentir mejor.
Alex - Cerradita, jodidamente deliciosa.
No dejé que dijera nada más, seguí follando con todas mis fuerzas y sin piedad y la abracé fuerte contra mi cuerpo y sin poder gritar de placer seguí tomando y metiendo mi polla en esa chica caliente. Su gemido fue asimilado a un llanto contenido y eso me dejo con una calentura incontrolable, la sentí correrse sobre mi polla, temblando alrededor de mi polla y con las piernas tambaleantes.
Alex - ¿Disfrutaste perrita sabrosa?
Seguí profundizando y dejándola inmovilizada y gimiendo en mi polla que entraba y salía a un ritmo frenético, sabía que si no hubiera silenciado a esa perra gritaría para que todo el vecindario la escuchara.
Me las arreglé para aguantar el semen y follarla mucho, más joven y deliciosa quería comer ese coño más a menudo. Llegué hasta que el sudor me mojó la frente y la sentí correrse sobre mi polla dos veces más, solo entonces me permití verter leche en ese ppk. Me vine demasiado bien, y mi esposa nunca fue capaz de hacerme tener un orgasmo fuerte y largo como ese.
Alex - Coñito caliente, ¿te gustó sentir que me corría dentro de ella?
Solo entonces saqué mi mano de su boquita y le permití hablar.
Valeria - Me encantó y quiero más jefe.
Empezamos a tener sexo cada vez que mi esposa idiota viaja o incluso cuando logro escabullirme para verla.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Totalmente hot (COMPLETA)