Yo nací para quererte romance Capítulo 4

Después de que todo estaba arreglado, Amelia y Paula estaban sentadas en la sala. Y los niños fueron a la habitación a jugar al ordenador.

Amelia sabía que Paula estaba preocupada por ella. Pero solo podía ocultar todas las cosas en su corazón. Una vez que hablara, sería posible que perdiera a sus hijos. Por lo tanto, no podía decir nada.

-Todavía no ves a tu padre, ¿no? Ya está encarcelado por las usuras -dijo Paula con un tono pesado. En aquel entonces, Javier había acudido a ella para tener la noticia de Amelia. Pero ella no sabía. Además, aunque ella sabía, no hablaría a él. Javier ya le hizo mucho daño a Amelia.

La cara de Amelia se puso pálida por un momento. Pero en seguida, se volvió fría. Seis años antes, cuando dio a Javier 500,000 euros, dijo que ya no tendrían relación los dos. Ella iba a encontrar a su mamá. Él fue quien hizo que su mamá se marchara. Sin embargo, al enterarse de que él ya estaba metido en cárcel, todavía sintió el dolor.

-Vas a visitarle, ¿no? -Paula sabía mucho a Amelia. Era una persona con piedad filial. Si no hubiera sido por Javier, ella habría podido lograr mucho éxito con su nota de estudio.

Amelia mordió los labios con la cara pálida.

-Mañana voy a buscar trabajo. En cuanto a otras cosas, hablaremos en el futuro -Ahora, Amelia incluso no quería reconocer a Javier como su padre. Ella ya se sintió muy decepcionada por él.

Mirando a Amelia, Paula quería preguntar algo de sus hijos. No obstante, las expresiones de ella ya mostraron que no quería seguir hablando.

Paula respiró y pensó que si ella no quería hablar, no preguntaría. Hasta el momento que Amelia tendría ganas de contar estas cosas, naturalmente iba a hablar. Si ella no quería decir, no podía recibir ninguna respuesta.

En la mañana, hacía mucho sol.

Mirando esa espalda erguida, Amelia echó a recordar esa figura de seis años antes. Por un momento, creyó que eran un poco parecidas. Pero al instante, abandonó esta idea idiota.

-Id a la escuela. Voy a trabajar -dijo Amelia mientras dio besos a los dos.

-¡Adiós, mamá! -Nicolás entró en la escuela cogiendo a Aura por la mano.

Al ver a los dos entrar en la escuela, el corazón de Amelia se puso cálido. Pensó que iba a darles una vida feliz a pesar de que tenía que sufrir mucho. Luego, se apresuró a ir a la empresa nueva para la entrevista.

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