Amelia hoy se postuló al puesto de director de diseño de la Corporación de la Familia Rodríguez. Ella estuvo aprendiendo por su cuenta diseño en los últimos seis años. A veces, aprendía de su abuela, que era una diseñadora famosa. Aunque sus padres se habían divorciado, su abuela la amaba mucho y la cuidó bien.
-¡Amelia, entra! -
La entrevistadora de repente le pidió entrar en la habitación. Los pequeños puños de Amelia se apretaron por nerviosismo. Pero respiró hondo y entró con calma.
La entrevistadora observó a Amelia de arriba a abajo y la dejó sentarse.
Simplemente echó un vistazo a los datos ofrecidos por Amelia y le pidió que regresara y esperara la llamada. En realidad, su empresa ya reclutó a un director de diseño de publicidad. Sin embargo, Amelia y sus dibujos de diseño eran tan sobresalientes, por eso la empresa querían también contratarla, ya que era realmente una talentosa.
Amelia se levantó con elegancia, sonrió y se despidió del entrevistador con un gesto de cabeza antes de voltearse para salir.
-¡Espera! - Justo cuando estaba a punto de llegar a la puerta, la entrevistadora la detuvo de repente.
-¿Qué? - Amelia se sorprendió por un momento, pero pronto volvió a sonreír. Se detuvo y se volteó.
-Todavía nos falta una secretaria aquí. No sé si te interesa este puesto - La entrevistadora miró a Amelia y dijo. Pues con su rostro, figura y temperamento sería apta para este cargo.
Amelia frunció las cejas ligeramente: vino tarde, ya habían reclutado a un director de diseño.
-Lo siento, no me interesa -
-No te niegues tan apresuradamente. El salario de nuestra secretaria también es muy alto, y si lo haces bien, también te podrán cambiar al cargo del director de diseño -La entrevistadora le explicó, pero este cambio no sería de su decisión sino de los de arriba. Lo que tenía que hacer era reclutar a más talentosos, solo así le darían más salario.
Amelia inmediatamente fue a hacer el café, preguntándose por qué era la única secretaria de aquí, ¿dónde estaban las otras?
Amelia tocó ligeramente la puerta.
-¡Adelante! -Se oyó una voz fría e indiferente.
Cuando Amelia entró, se sorprendió al descubrir que este hombre guapo e impecable era el que vio a la puerta de la casa de Paula ayer. Y ese estaba tomando otra copa de café, a su lado estaba otra secretaria extremadamente encantadora.
Amelia miró el café en su mano y percibió una sensación embarazosa que no había sentido antes. Se sonrojó, pues nadie le había dicho que en la oficina había otra secretaria.
Daniel también miró a Amelia y descubrió que era ella. Ella fue la mujer con la que ayer se encontró a la puerta de la casa de Paula. Luego fijó su mirada en el café que ella tenía en la mano y arqueó las cejas con un sentido de malicia. ¿Era esta la nueva secretaria que el Departamento de Personal reclutó hoy?
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