BEBÉ POR ENCARGO romance Capítulo 71

Jamás habían tenido un revuelo como aquel en la familia. Nadie le había dicho nada a Nate para no agobiarlo aun más, y porque nadie estaba del todo seguro de que pudieran creer en aquella amenaza, pero había bastado solo un segundo para que los gemelos saltaran a una de las camionetas de la hacienda y salieran disparados hacia Houston.

—¡No puede ser verdad! ¡Dime que no es verdad! ¡Nuestra madre no puede haber hecho eso! —gritaba Sebastián con frustración, pero aquel sentimiento de incertidumbre y de impotencia era demasiado como para que cualquiera de los chicos Vanderwood pudiera soportarlo.

“¿¡Y te parece que le voy a creer a la bruja de Sienna?!” replicaba Matt del otro lado del teléfono. “Pero no podemos descartar nada, se trata de la vida papá. ¡No podemos correr el riesgo…!”

Por desgracia parecía que aquello no estaba ya en manos de ninguno de ellos. Quizás Sienna había dado la alarma demasiado tarde, quizás la señora Margo no había logrado evitar a tiempo que se tomara aquellas pastillas, o quizás simplemente el destino no estaba de su parte, porque una hora tardaron en llegar los gemelos a la casa que compartía su padre con Nate en Houston, y para el momento en que la camioneta frenaba violentamente frente a la verja, aquella ambulancia salía con las sirenas encendidas.

—¡¿Qué es lo que está pasando?! —exclamó Asher desesperado corriendo hacia Elijah, que había sido el primero en llegar.

—¡Vamos, vamos! —gritó su hermano mayor—. ¡Papá tuvo un colapso, lo está llevando al hospital, Matt nos espera allá! ¡Vamos!

Todos se subieron a los autos y siguieron a la ambulancia con expresión desesperada. Matt salió corriendo apenas bajaron al señor Rufus en la camilla y los médicos lo llevaban a urgencias. Y nadie se fijó en la bruja de Sienna que lo seguía de cerca y sin intentar ocultarse.

Los médicos desaparecieron con el señor Rufus y ella se le acercó a Matt.

—¡Tenías que haberme creído! ¡Tenías que haberme creído antes! ¡Te juré que iban a hacerle daño a tu padre…!

—¡Ya cállate! —gruñó Matt con fiereza pero Sienna se colgó de su mano, juntando las cejas con actitud suplicante.

—Matt, por favor. ¿Cómo no puedes ver que estoy tratando de cuidarte, de apoyarte? Tú eres importante para mí, después de todo eres… —Sienna pasó saliva y apretó la mano de Matt—. Fuiste el padre de mi hijo, por favor.

Matthew apretó los labios pero dejó escapar un suspiro suave y acarició la mano de Sienna de vuelta.

—Tienes razón, debí creerte antes, lo siento… Todo esto es culpa mía…

—¡No, Matt, no…! Tú no tienes la culpa de nada.

—De cualquier forma tengo que ir a ver cómo está papá. Gracias por alertarme. Nos vemos más tarde ¿sí? —le dijo con un tono tan suave que Sienna tuvo que hacer un esfuerzo para contener su satisfacción.

—¿Qué es lo que está pasando? —preguntó preocupado y el hombre frente a él frunció el ceño.

—Necesitamos… bueno usted ya nos dio autorización para hacer lo que necesitemos, pero tengo que informarle que vamos a ponerle antibióticos a Blair, está teniendo una infección respiratoria. También tenemos que cambiar todo su equipo de soporte vital para prevenir.

Nate se restregó la cara con desesperación. Era una de esas complicaciones que el médico se había encargado de explicarle bien.

—¿Qué tan grave es? —murmuró conteniendo el aliento.

—Señor Vanderwood, usted sabe muy bien que todo con Blair es grave, pero de momento está resistiendo… Tengamos fe.

Pero entre la fe y el dolor ya Nate no sabía ni qué lo dominaba. Unos minutos después, cuando vio a Ranger llegar con Nathalie en brazos y a la señora Margo con Brasen, los nervios se apoderaron de él.

—Tienes que irte al Hospital Barac Memorial —le dijo Ranger en voz baja mientras Nate se quedaba paralizado—. Tienen a tu padre allá. Nosotros nos quedamos con Blair, vete.

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