REGRESO AL AQUELARRE.
El aquelarre de Morana se convirtió en un refugio para todos. Cassian había logrado recuperarse de sus heridas gracias al poder de Aylin, sin embargo, Sebastián y Lorcan aún necesitan tiempo para sanar completamente. Cuando finalmente llegaron al aquelarre, Aylin y Cassian se apresuraron a ver a su hijo, Rowan. Al entrar en la habitación, sus corazones se llenaron de alegría al verlo recuperándose satisfactoriamente. El pequeño sonrió al ver a sus padres.
―¿Mami?
―Sí, mi amor… es mamá. ―Aylin se inclinó y besó su frente ―¿Cómo te sientes?
―Estoy bien mami. ―Rowan miró a su padre y luego a su madre ―Ahora seré un lobo, ¿verdad? Porque soy valiente.
Cassian sintió una gran emoción en el pecho, su hijo era perfecto. Se acercó lentamente y acarició su cabello.
―Claro que sí, campeón, eres un gran lobo.
Los ojos del niño brillaron emocionados, sabiendo que finalmente sería parte de lo que tanto había soñado.
―Sin embargo, tienes que descansar ― ordenó Aylin ―Tenemos un largo viaje, regresaremos a nuestra manada.
Rowan no podía estar más emocionado.
―¿Viviremos allí?
Aylin miró a Cassian y rodeó su hombro y luego besó suavemente tu sien.
―Sí, mi amor. A partir de ahora, viviremos como lo que somos… lobos.
―¡Sí! ¡Seré un gran lobo!
Cassian y Aylin sonrieron al ver la felicidad de su hijo. Después de tanta angustia y preocupación, finalmente pueden respirar tranquilos. La guerra había terminado y ahora están reunidos como familia.
Mientras tanto, Morana, ordena a las mujeres para que cuiden de Callum, Sebastián y Lorcan. Sin embargo, nota que el beta de Cassian está bastante herido. Su instinto protector se despierta y decide tomar personalmente la responsabilidad de curarlo. Con delicadeza, lo llevó a un rincón apartado y comienzo a limpiar sus heridas.
Lorcan la miro seriamente.
―¿Por qué haces esto? Creí que te caía mal.
Morana siguió haciendo su trabajo y únicamente sonrió.
―No tengo una mala impresión de ti. Al contrario, eres tú quien piensa mal de mí, ¿o no?
Lorcan bajo la cabeza, un poco avergonzado.
―Me disculpo si dije o hice algo que te ofendiera.
Morana no pudo evitar echarse a reír.
―Ahora si empiezas a agradarme… o mejor dicho acepto que me agradas.
―¿Aceptas?
―Sí. No sé por qué, pero cuando te vi… fue como una especie de emoción dentro de mí.
El beta estaba estupefacto.
―¿Tú también lo sentiste?
―Sí. ―Morana suspiró y continuó limpiando su herida ―Pero no es amor. Tú no eres mío.
La seguridad con la que dijo que no era de ella, lo impresionó. Pero sabía que tenía razón, únicamente había sido una sensación diferente, pero nada ligado al amor.
―Y tú tampoco eres mía.
―Lo sé. Mi corazón ya pertenece a otro. Los vampiros somos diferentes a ustedes, mientras un lobo reconoce a su pareja por su aroma… el corazón de un vampiro está muerto hasta que encontremos a nuestro novio (a) para la eternidad. Solo así nuestro corazón volverá a latir.
Lorcan alzó una ceja.
―Y ese novio está cerca, ¿verdad?
Morana guardó silencio y luego sonrió.
―Haces demasiadas preguntas, ¿sabes?
El beta dijo coqueto.
―Si mi corazón no estuviera comprometido… lucharía por ti ―dijo esto último como un susurro, haciendo que Morana se sonrojara.
―¿Debo pensar que tu alma gemela… ya no está contigo?
―No te equivocas.
―Vaya, es muy raro. Por lo general, una vez que encuentras esa alma gemela… nunca la dejaras ir, así tengas que caminar sobre brasas ardiendo.
―El hecho de que la diosa te la obsequie, no quiere decir que sea buena. En algunos casos son traicioneras.
Morana entendió de inmediato.
―¿Te engaño?
―Haces demasiadas preguntas, ¿sabes?
―Touche.
Los dos se echaron a reír como si fueran buenos amigos.
―No sé qué pasó con ella ―Morana termino de limpiar las heridas de Lorcan ―Solo te aconsejaré que siempre veas las dos caras de la moneda.
El beta dejó de sonreír.
―No merece el beneficio de la duda cuando lo ves con tus propios ojos.
―Igual siempre debes ver la otra cara.
―Podría asegurar que tú no lo haces.
Morana hizo una mueca.
―En este caso… fui yo quien lo jodió todo. En mi defensa diré que tuve mis razones.
―¿Tú y el beta de Sebastián tienen algo?
―Tuvimos.
―Ya está completamente bien, volvió a ser mi Rowan.
―Eso es una buena noticia.
―Lo es. ―Aylin se acercó y tomó su mano ― quería agradecerte por todo lo que has hecho por nosotros, especialmente por ayudar a Rowan.
―No tienes que agradecerme, Aylin. Era lo que tenía que hacer. Además, no podía ver ese pequeño sufrir, no me lo perdonaría si algo le pasara estando en mis manos ayudarlo.
Sus palabras despertaron la curiosidad en Aylin.
―¿Tienes hijos, Morana?
La mujer la miró en silencio y respiro hondo antes de hablar.
―Supongo que no sé ocultar mi instinto materno. Sí, tengo un hijo. Pero no vive conmigo, vive con su padre.
―Ya veo. ―dijo Aylin y agregó ―¿El padre es Callum?
―Sí, es él.
Las cejas de Aylin se alzaron.
―Ahora entiendo por qué te mira de esa manera. ¿Qué pasó?
― Tuvimos una aventura y quedé embarazada. Pero entregué al bebé al nacer… ―de repente quiso desahogarse ―… Para protegerlo de Lestat. Tenía miedo de que tratara de matarlo.
Aylin abrió los ojos sorprendida y luego sintió compasión por ella.
―Eso… eso debió ser muy difícil.
―Lo fue… ―sonrió con tristeza ―… y lo sigue siendo. Pero haré lo que sea necesario para proteger a mi hijo.
―¿Has hablado con Callum sobre esto?
― No. Y es mejor que siga pensando que no tengo sentimientos por él… ni por mi hijo.
―Te entiendo. Pero tal vez sería bueno hablar con él y aclarar las cosas. Quizás… si él lo sabe, ustedes…
―No. Ni él, ni mi hijo estarán a salvo a mi lado. Esto no ha terminado para mí, Aylin. No soportaría verlos en peligro. ―Morana bajó la cabeza ―Prefiero que me odien, pero con la certeza de que están vivos.
Aylin levantó su barbilla y la miró a los ojos.
―Estoy segura de que Callum los protegerá a ambos ―le sonrió ―Solo debes confiar, Morana.
La mujer simplemente asintió.
― Gracias de nuevo por todo, Morana. Espero volver a verte algún día.
―Que tengas un buen viaje de regreso, Aylin.
Después de que Aylin se fue, Morana reflexiono lo que ella acababa de decir.
«¿Una posibilidad entre Callum y yo? Ya no es posible, no soportaría perderlos como perdí a mis padres. No. Es mejor que me odies Callum, es mejor que pienses que no te amo.»
En ese momento, recordó que besó a Lorcan deliberadamente porque sabía que Callum los vería. Había sentido su presencia y tenía la obligación de matar cualquier posibilidad entre ellos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: CONTRATO CON EL ALFA, EL TIO DE MI EX.