ESPERO COMPRENDAS.
Sebastián llegó a la empresa de Cassian con la intención de rescindir la sociedad que tenían entre sus empresas. Al entrar, se encontró con una secretaria que le informó que él estaba en una reunión y que tendría que esperar un momento.
Mientras tanto, en casa, Aylin estaba muy nerviosa y asustada, temerosa de que Cassian descubriera la verdad sobre el niño. Sabía que, si lo hacía, todo se vendría abajo y tendría que enfrentar las consecuencias de sus acciones.
En la oficina, Lorcan miró a su amigo con pesar.
— Estás fuera de control Cassian y así no vas a lograr nada. Se suponía que ibas por respuestas y, en cambio, te abalanzaste sobre ella como un hambriento.
El alfa nada más gruño en respuesta. No iba a replicar, su amigo tenía razón. Había Sido un estúpido.
—Te mereces la patada en las pelotas, esa no es manera de tratar a una mujer. Sin embargo, a tu favor diré que se debió al tiempo de abstinencia que tienes.
Cassian cerró los ojos y suspiró. Desde que la vio su anhelo ha empeorado, su vínculo estaba intacto y el que ella lo alejara dolía como el infierno.
—¿Al menos mencionaste al niño?
Él abrió los ojos y miró a su amigo.
—No, no hablamos de eso.
El beta resopló.
—Eres increíble. Lo más importante y lo dejas de lado por complacer a tu polla. —se puso de pie y le dio una mirada de reproche a su amigo - No sé tú, pero yo, si he estado pensando en lo que de verdad importa, Cassian. Y es que posiblemente ese niño sea tuyo, no lo he visto, pero se me hace casi imposible que Aylin haya tenido un hijo con otro hombre.
El alfa se echó a reír.
—¿Por qué? La viste, está muy relajada con él, ¿por qué no le daría un hijo?
—Porque a pesar de todo, sé que ella te amaba. Tú fuiste quien lo arruinó todo llevando a esa m*****a bruja a la manada, pero, aun así, el amor de Aylin era demasiado evidente, y ayer vi esa misma mirada en ella. — negó con la cabeza —no estoy asegurando que sea tu hijo; sin embargo, hay una gran posibilidad de que lo sea.
Esto formó una esperanza en Cassian, quien de inmediato se imaginó la apariencia del niño. A lo mejor tendría su cabello y conservaría los ojos de su madre, seguramente era un niño hermoso, igual que ella.
Se puso de pie con una motivación clara, descubrir la verdad sobre el hijo de Aylin, le haría una nueva visita y esta vez controlaría sus malditos instintos, si de verdad tenía un hijo, esa verdad lo cambiaría todo, porque aun si Aylin no deseaba verlo, él iba a ser parte del crecimiento y la vida de su futuro heredero.
Estaba a punto de caminar hacia la puerta, cuando su hombro dolió. Desde que Logan lo hiriera hace cuatro años, en ocasiones le molestaba.
—¿Es tu hombro otra vez?
—No es nada.
—Si claro. Iremos al doctor hoy, Cris sabrá cómo ayudarte y darte tratamiento.
—Estoy bien, no necesito un médico.
Lorcan puso los ojos en blanco.
—¿Eres exasperante, sabes? No entiendo cómo Aylin te aguantaba, han pasado cuatro años y estoy a punto de tirar la toalla. Así que más te vale que la recuperes cuanto antes, porque quiero mi libertad.
—No estás obligado a quedarte.
—Lo hago porque soy tu amigo, pero te aseguro que en cuanto ella regrese, me largo.
Cassian suspiro.
—Está bien, vayamos a la dichosa consulta.
Lorcan sonrió coqueto y dijo en tono cantarín.
—¿Lo ves? No solo Aylin tiene sus trucos.
Ambos iban a hacia la puerta, cuando esta se abrió. Su secretaria asomó la cabeza y sonrió apenada
—Lo lamento, señor, pero alguien quiere verlo.
—¿Quién? —pregunto Cassian con el ceño fruncido.
—Yo.
—Quiero rescindir el contrato. No voy a seguir con la sociedad.
Cassian lo miró fijamente antes de preguntar.
—¿Asustado?
—No. Únicamente busco la tranquilidad de Aylin, y sabiendo que trabajaremos juntos, dudo mucho que la tenga.
—A mí me parece que lo que tienes es miedo, miedo a que ella me elija de nuevo. Sé que me ama, Sebastián y tú nada más estás haciendo el papel de idiota, porque ella es mía. Y lo será hasta el día que deje de respirar.
La risa baja de Sebastián resonó en la oficina. Miro a Cassian divertido y luego negó con la cabeza.
—Sí que eres arrogante, Aylin no se equivocó. ¿Pero sabes qué? No soy del tipo que cae en tus juegos mentales. Si ella fuera tuya, no la habrías perdido en primer lugar, tu deber como su alfa es amarla, respetarla, cuidarla. ¿Dime Cassian, hiciste todo eso? ¡¿Lo hiciste?!
De repente, un rugido envolvió toda la habitación y los colmillos de Cassian afloraron, así como sus garras. La respiración del alfa era desigual, agitada, y furiosa. Y aunque Sebastián entendió que Cassian estaba listo para desafiarlo, no se inmutó.
—Sabes que no puedes hacerlo. Está prohibido en el mundo humano, así que mejor cálmate.
Los ojos de Cassian brillaron feroces, sin intención de volver a su forma humana.
—No voy a pelear contigo aquí, si buscas un desafío. Está bien, pero no ahora. Sucederá, en mis términos, Cassian.
Esto pareció llamar su atención y gradualmente el lobo regresó a su forma humana.
—¿Dónde? —gruño. Moría de ganas de despedazarlo.
—Te avisaré, pero por lo pronto, escucha mi advertencia. Mantente lejos de mi familia, la perdiste Cassian y cuanto más comiences a aceptarlo, más rápido la olvidarás. Espero comprendas.
Luego de decir esto, se giró en dirección a la puerta, su mano apenas había tomado el pomo de la puerta, cuando Cassian dijo.
—No acepto la rescisión del contrato. Todo sigue en pie, lo lamento, pero no mezclo el trabajo con mi vida privada. —se burló— Espero comprendas.
Sebastián lo miró sin decir nada y salió.
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