CONTRATO CON EL ALFA, EL TIO DE MI EX. romance Capítulo 82

DE VUELTA A LA MANADA.

El viaje hacia Eversun había sido largo y agotador. Aylin y Cassian se encontraban finalmente en los límites de la manada, y a medida que se acercaban, la tensión en el aire se volvía palpable. Ella se mantenía callada, sumida en sus pensamientos, lo que no pasó desapercibido para Cassian.

El alfa miró a Aylin con preocupación mientras conducía el vehículo a través del bosque.

―¿Qué te dijo Sebastián? ―preguntó con voz suave pero firme.

Aylin suspiró y desvió la mirada hacia el paisaje que pasaba velozmente.

―Dijo que conoce al rey Vampiro ―respondió con voz temblorosa. ―Según él, es un ser cruel y vengativo. Y si me persigue, es porque tengo algo que él desea.

Cassian reflexionó sobre las palabras de Aylin mientras continuaba conduciendo. Lo que había dicho Sebastián resonaba en su mente, y aunque quería descartarlas como meras suposiciones, algo dentro de él concordaba con ellas. Sin embargo, no iba a permitir que el miedo se apoderara de él.

Apretó el volante con fuerza y luego extendió su mano hacia Aylin, tomando la suya.

―No dejaré que nada te pase ―afirmó con determinación. ―Voy a cuidar de ti y de nuestro hijo.

Aylin se aferró a la mano de Cassian, sintiendo su seguridad y amor envolviéndola. Creyó en sus palabras y se permitió descansar en sus brazos durante el resto del viaje. Cuando finalmente llegaron a la manada, Aylin sintió un nudo en el estómago.

Se volvió hacia Cassian, nerviosa.

―No sé cómo van a reaccionar todos ―confesó en voz baja.

Él la miró con ternura y la tranquilizó.

―No te preocupes. Les dije a todos que tú y tu padre son inocentes. La manada sabe que el verdadero responsable es Logan.

Aylin asintió, sintiéndose un poco más aliviada. Juntos, salieron del vehículo y fueron recibidos por una multitud de lobos que esperaban ansiosos. Leila, su vieja amiga y encargada de la gran casa, se acercó corriendo y abrazó a Aylin con fuerza.

―¡Bienvenida de vuelta, luna! ―exclamó emocionada ―Todos hemos estado esperando este día. Gracias a la diosa, ya estás aquí.

Aylin se sintió abrumada por el cálido recibimiento y no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. Cassian, a su lado, la rodeó con sus brazos de manera protectora. Mientras caminaban hacia la gran casa de la manada, Aylin notó la mirada desafiante de una loba joven. Había algo en su actitud que no le gustaba. Sin embargo, estaba demasiado cansada para confrontarla o preguntarle a Cassian en ese momento.

Después de ducharse, Aylin salió de su habitación y decidió hablar con Leila para ponerse al día sobre los asuntos de la manada, la encontró en la cocina.

―Hmm, huele delicioso. ―dijo y se acercó mirando que preparaban.

Leila dejó lo que estaba haciendo y se apresuró hacia Aylin.

―El alfa ordenó que preparemos una gran cena en tu honor. ―saco un trozo de dulce ―Y esto lo preparé con antelación, sé lo mucho que te gusta.

Aylin vio el trozo de dulce de nuez y se saboreó, era su favorito.

―¿Cómo sabes que vendría?

―Lorcan dijo que lo harías, ya estábamos enterados de lo que pasaba en el mundo humano.

―Por supuesto ―se burló ―Lorcan es excelente llevando información.

Leila sacó una de las sillas del comedor y le indicó a Aylin que se sentara, luego ella hizo lo mismo.

―¿Y bien? ¿Dónde está el pequeño?

Aylin sonrió y sus ojos brillaron.

―Decidimos traer a Rowan con nosotros, por su seguridad es mejor que se quede con Sebastián.

―¿Sebastián?

―Es un amigo. ―explico Aylin ―Cuando la situación esté controlada, Cassian irá personalmente por él.

Leila hizo un mohín.

―Aquí lo hubiéramos cuidado perfectamente.

―No lo dudo ―ella palmeó el brazo de la mujer ―Pero… ahí otros motivos también. Créeme estar en el mundo humano fue la mejor decisión.

―Espero que sí, Aylin. Espero que sí.

―Alfa ―la interrumpió ―Lo llamarás alfa.

―Pero él nunca me ha dicho que lo llame así, le gusta que lo tutee.

―¿A sí? ―Aylin dio un paso amenazante, sus ojos cambiaron a un peligroso amarillo ―Pues me importa una m****a lo que él te haya dicho, las cosas van a cambiar a partir de ahora.

La joven retrocedió un poco nerviosa y chocó con la pared.

―Si me lastimas…

―¿Qué? ―de repente Aylin sujeto su cuello ―¿Qué pasa si ahora mismo decido quebrarte el cuello, Isabel?

La mujer trató de apartar las manos de Aylin, pero no era rival para ella. Y menos siendo una simple omega.

―Señora… ―dijo tratando de respirar ―… suélteme.

Aylin alzó una ceja y la soltó. La chica cayó al suelo y se llevó las manos al cuello.

―Que esto te sirva de lección, Isabel. Para que nunca, jamás… olvides tu lugar.

En ese momento, Cassian apareció y vio a Isabel en el suelo y Aylin de pie delante de ella. Percibió el enojo emanando de su mujer.

―¿Pasa algo? ―pregunto cauteloso.

―Oh, nada querido ―Aylin sonrió y caminó hacia él para besarlo ―Isabel y yo estábamos conociéndonos, pero de repente se sintió mal. ¿No es así, Isabel?

―Sí… señora ―respondió poniéndose de pie.

Cassian frunció las cejas y supo que no era verdad, sin embargo, no volvería a cometer los mismos errores del pasado. Miro a la chica y le advirtió.

―Tu estancia en esta casa dependerá de mi mujer. Harías bien en no olvidarlo.

Luego rodeó la cintura de Aylin y caminaron hacia su habitación, tenía que ponerla al tanto de lo que pasaba.

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