Adriana, que termina de hablar con Daniel, entra nuevamente a la habitación de Aurora, que apenas escucha el ruido de la puerta abrirse, cierra los ojos y se hace la dormida, pero su hermana la conoce demasiado bien y sabe que jamás se iría a la cama sin ponerse la pijama.
—Lo de hacerte la dormida, no te va a funcionar, señorita. Es hora de que hablemos.
Aurora, que sabe que no puede engañar a Adriana, abre los ojos y se sienta a regañadientes en la cama.
—¿Me puedes explicar por qué te negaste a hablar con Ares?
—Por nada. Simplemente estoy cansada. No quería hablar y ya.
—¡Aja! ¿Y no será que lo rechazas por culpa de todo lo que hizo Jazmine?
—No... Sé que él no tiene la culpa. Es solo que... No sé cómo actuar frente a él. Me siento rara y nerviosa. Avergonzada de haberme lanzado sobre él... —Tapa su rostro con sus manos, y niega con la cabeza, recordando como se dejó llevar por el deseo.
—¿A qué te refieres con haberte lanzado? —Aurora quita sus manos de su rostro y, con las mejillas completamente coloradas, mira a su hermana con cara de "Dedúcelo tú misma"
—¡Ahhhhh! ¿En serio? —Pregunta sorprendida Adriana que después de unos segundos dibuja una gran sonrisa en su rostro. —¿Entonces tú y Ares si?... —Golpea sus manos, simulando un choque, y Aurora se avergüenza aún más.
—Sí... Sí... Me entregué a él, de acuerdo. Prácticamente, lo seduje, me lancé sobre él.
—¿De verdad?
—Sí... Y ahora no sé cómo verlo a la cara. Me siento avergonzada. Yo nunca actué así y no sé qué me pasó, no me pude controlar.
—Bueno, es algo normal. De piedra no eres, y es obvio que te gusta tu esposo. Si decidiste perder la virginidad con él, no pasa nada. No has cometido un pecado. Ya saca la monja de tu cabeza. Si te gusta Ares, ve por él.
—Lo dices como si fuera tan fácil.
—Pues lo fue para ti cuando te entregaste una vez a él. —Intenta molestarla Adriana, pero se lleva una sorpresa...
—Tres... —Responde inocentemente
—¿Qué?
—Lo hicimos tres veces...
—¿Hoy? —Pregunta incrédula
—¡Mjum!... —Asiente la chica
—¡Vaya hermanita!, pero qué apasionada saliste, y mírate. Yo en tu lugar estaría adolorida. Con razón Ares quedó loquito por ti —Se burla un poco Adriana y eso avergüenza más a Aurora.
—Adriana, tus comentarios nos me están ayudando.
—Está bien... Lo siento… Solamente quería liberar tensión. Parece que no funcionó. Pero ya, en serio... Tienes que relajarte. Mi consejo... Piensa sobre lo que sientes por tu esposo, alejando todo lo del pudor, la castidad, los pecados, y todo eso que alguna vez aprendiste en el convento. Eres una mujer adulta, que tiene deseos, sentimientos y necesidades, y lo que decidas hace está bien, pero por favor toma una decisión rápido, porque no es bueno que actúes con Ares de esa manera. Sé que al principio fue un gilipollas, pero todos lo fuimos en un momento, cuando nos dejamos manipular por Jazmine. Y debes reconocer, qué sin esperar mucho a cambio, ha salvado tu vida varias veces.
—Sí... Lo sé...
—Entonces, por lo menos, no lo ignores de esa manera, e intenta abordar la situación como dos personas adultas. —Adriana, le da una beso en la frente y se acerca a la puerta para irse.
—¡Ahhh!... Y una última cosa. Jamás sientas vergüenza por desear, amar o sentir... De esas cosas uno no se avergüenza, uno las disfruta... —Adriana sale y deja a Aurora pensando toda la noche en su esposo y en como actuará frente a él, o que le dirá cuando tengan que hablar. También piensa en como se sentirá después de ir a ver a Jazmine, y le preocupa que esté mal.
***
A la mañana siguiente, Aurora va muy temprano con su padre y Adriana a un laboratorio, donde les extraen un poco de sangre.
Adriana, sentada en la sala de espera, no deja de llamar, a Daniel, para ver como va, pero le pide que lo llame después, pues ha decidido acompañar a Ares al hotel, antes de ir a la empresa, pues, es justo que Eva sepa como murió realmente su hermano.
La mujer, que no reacciona nada bien, rompe todo lo que encuentra por la habitación.
—¿Por qué?... Debí decirle a Oliver que siguiéramos con nuestra vida en Inglaterra. Allá no teníamos enemigos, y Oliver no era un chico malo. —Se deja caer en el suelo, mientras Blanca se acerca para consolarla. —Pero empezó a cambiar, desde que se obsesionó con Aurora. En el fondo sabía que Jazmine, planeaba algo, pues siempre avivaba en mí la idea de estar contigo, y en Oliver la idea de que Aurora se enamorara de él.
—¡Dios! —Exclama Ares. —¡Durante cuanto tiempo fuimos los títeres de Jazmine!
...
Luego de que Eva se calme, y acceda a servir de testigo en el juicio en contra de Jazmine, del que esperan, pronto ser notificados. Ares y Daniel van a la empresa, donde un Esteban, preocupado, los recibe, mientras el resto de empleados, no dejan de verlos. Lo que no les sorprende, pues es lógico de que todos sientan curiosidad o preocupación luego de ver las noticias.
—Gracias al cielo estás bien, Ares. —No sabes lo preocupado que estaba, cuando vi las noticias de que alguien había muerto en la mansión Walton. —Afirma y le da un abrazo, lo que es un poco extraño para Daniel, al que le parece un poco exagerada su reacción.
—Gracias por tu preocupación Esteban. —Le recibe el abrazo por decencia, pues no olvida que el día de la gala, intentó coquetear con Aurora, y luego se aparta.
—Esteban, te presento a mi hermano, Daniel. —Señala a Daniel que le ofrece la mano. —Esteban es un viejo amigo dela escuela que está trabajando en un nuevo proyecto para Walton's Car. Unos días antes de que te fueras al Festival de París, él estuvo aquí, pero no se dio la oportunidad de presentarlos en ese entonces.
—Un gusto conocerlo Esteban.
—Lo mismo digo, Daniel. —Afirma Esteban, qué observa con algo de extrañeza el cariño con el que Ares se refiere a Daniel, e incluso su forma de hablar, qué ya no tiene un tono de arrogancia y prepotencia.
...
Luego de los formalismos, sin perder más tiempo, Daniel acompaña a Ares a su oficina, donde le piden a Lina que solicite un informe de las últimas semanas en cada departamento, dónde observaron varios retrasos en la entrega de vehículos, y varias compras canceladas por parte de varios clientes en las últimas 12 horas, también la petición de varios socios de retirarse, y vender sus acciones, y la solicitud de varios bancos para cortar todo tipo de relación con la empresa.
—Supongo que esto es por la noticia de Jazmine. —Le dice Daniel a Ares que mira con preocupación la situación.
—Sí. Incluso hay la posibilidad de que quieran embargar todo lo que le pertenezca.
—¿Incluida esta empresa?
—No. Esta empresa y toda la fortuna Walton, fue heredada a una persona.
—Aurora... —Exclama Daniel
—Exacto. Debemos comunicarnos lo antes posible con el abogado Peñaloza. Debe haber una manera de que Aurora reciba la herencia sin tener que esperar hasta loa 25 años. Debemos adelantarnos a cualquier situación. Mucha gente se puede quedar sin trabajo.
—Tienes razón. No podemos permitirlo.
—Por favor hazte cargo personalmente, hermano. —Le pide Ares a Daniel, que siente una emoción que disimula muy bien, por escucharlo llamarlo de esa manera.
Daniel, de inmediato, sale en busca del abogado Peñaloza, y Ares, en el resto de la mañana, intenta comunicarse un par de veces con Aurora, que lo manda a buzón, mientras no deja de recibir visitas de periodistas que piden verlo para hablar con él.
—Señor, disculpe que lo moleste, pero es que lo necesitan. —Dice Lina, asomada levemente desde la puerta.
—Lina. Lo siento, pero si es otro periodista, por favor dile que no puedo atenderlo. No señor, es un agente de la policía.
Esto último lo dice Lina, en un tono más bajo.
—Dile que pase. —Se muestra inquieto Ares, pero cuando el hombre entra, le muestra su mejor sonrisa.
—Señor Agente. ¿Cómo está usted? —Le extiende la mano.
—Muy bien, muchas gracias. Me presento: Soy el detective Cortés, asignado en el caso de su madre. He venido personalmente, para decirle que la imputación de cargos será mañana, y a partir de allí, tendré 30 días hasta el juicio para reunir toda la evidencia posible. También, quiero decirle, que hay una alta probabilidad de que se imputen todos sus bienes, ya que con tantas acusaciones, la recaptación ilegal de dinero, también es una posibilidad, por eso, todo entrará a investigación, y de no comprobar la captación de dinero mal trecho, imagino que usted podrá acceder a su fortuna tranquilamente.
—Mmm, se imagina mal detective. Yo no soy el heredero de la fortuna Walton.
—Para nada. A mí esa mujer no me interesa. Hablando de Aurora, ¿sabes algo?
—Sí. Está en el cementerio, visitando a su madre. Adriana me contó.
—¿Y la prueba de paternidad?
—Los resultados salen mañana, y eso a todos los tiene algo nerviosos.
—Me imagino... Por cierto, vino un detective... —Ares le cuenta la situación a Daniel.
—Pues, esperemos todo salga bien para todos. Por cierto, hablando de eso. Hablé con el abogado Peñaloza.
—¿Y qué te dijo?
—Que, si tú, como hijo y representante legal de Jazmine, la declaras interdicta y renuncias a la fortuna, durante estos cuatro años que faltan para hacer efectivo el testamento, Aurora podrá recibir la herencia sin problema.
—¿Interdicta a Jazmine?
—Mjummm...
Ares, se lo piensa por unos instantes, pues no es fácil tomar esa decisión, pero es algo que debe hacer.
—Supongo, que después de todo lo que nos hemos enterado, es obvio que Jazmine no está capacitada mentalmente para tomar decisiones.
—Entonces, ¿lo harás?
—Solo si tú estás de acuerdo. Pues, no se puede olvidar que está empresa se salvó con el dinero de tu padre. Una fortuna que él te heredó. Siendo justos, tú eres más dueño de este lugar que Aurora, o yo.
Daniel le muestra una media sonrisa, agradeciendo cada vez más, por el nuevo Ares.
—Estoy de acuerdo, lo importante ahora es hacer todo lo posible por salvar está empresa. Además, estoy bien tal y como estoy ahora, no me hace falta ni más, ni menos. —Afirma Daniel, y Ares, entiende su posición, pues durante años, solo pensó en heredar la empresa, que ahora era nada comparado con conseguir el amor de Aurora.
Ares, también informa a Daniel, del acoso de la prensa, y juntos deciden dar una rueda de prensa luego de la imputación de cargos.
...
Por otra parte, Adriana le pide a Aurora que la acompañe a la estación de policía, donde Eloise permanece detenida, pues quiere hablar con ella, esto, debido a la renuencia de su padre de ver por ahora a esa mujer, y al miedo de ir sola.
Verla, tan demacrada, le da lastima y pesar.
—Mamá! —La llama, y la mujer se acerca a la reja rápidamente y la toma de las manos.
—Hija... viniste... viniste a verme...
—Si... Después de todo soy tu hija. No puedo perdonarte todo lo que has hecho, pero aún así te quiero. Eres mi mamá.
—Mi niña... —Besa las manos de su hija un ay otra vez..
—Espero y eso que está pasando, sirva para que endereces el camino, madre.
—Hija...tienes que ayudarme... Yo no puedo estar aquí... Sácame de aquí. Esto no es un lugar para una mujer como yo...
—No te equivoques mamá. Vine a verte por qué te quiero, pero yo misma me haré cargo de que la justicia te castigue. Y espero que pagar por tus culpas, sea el inicio de tu cambio, por qué de lo contrario me olvidaré de una vez por todas de que eres mi madre. —Afirma la mujer, que tiene muy claras sus convicciones, mientras Eloise, por primera vez, empieza a entender realmente la gravedad de su situación, pues es obvio que su esposo la desprecia, y su hija, amenaza con abandonarla si no cambia y paga por lo que ha hecho. Tan mal se comportó en la vida, que ahora el destino amenaza con dejarla sin nada, incluso sin el amor de las personas por las que ella creyó que luchaba.
#NOTA: Gracias por seguir leyendo a pesar de los inconvenientes. Ya estamos llegando al final de esta historia. Nos esperan 10 capitulos mas, quizás menos... Un abrazo
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