El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA) romance Capítulo 22

(Esto ocurrió exactamente cuando Alyssa vio a Mikkel y Shay besándose)

—¡¿Qué te pasa, loca?! —alejé a Shay de mí y busqué con la mirada a Aly, pero ya no estaba—. ¿Por qué vienes así a mi casa? No recuerdo haberte invitado.

—Ya no necesito invitación para venir a verte, soy la madre de tu hijo —tomó mi mano y se la llevó al vientre. La alejé de inmediato, puse mis dedos en el puente de mi nariz e intenté tranquilizarme—. Supongo que ahora sí puedo vivir acá, ¿verdad?

—No me vengas con esos cuentos, yo siempre utilizo condón, y por lo que tú me dijiste también tomas pastillas anticonceptivas.

—Te equivocas, ¿no recuerdas que lo hemos hecho sin condón? —frunció el ceño.

—Usé condón hasta con la chica que quiero, ¿crees que contigo no iba a usarlo? Que lástima que tengas que llegar a este punto, supongo que ni siquiera estás embarazada.

—¡Lo estoy!

—¡Pero no de mí! Vete, Shay. No quiero ser grosero contigo, pero me estás sacando de mis casillas.

—¿No te gustaba tener sexo cada vez que entraba a tu oficina? Pues ahora atente a las consecuencias.

—Sí, tú misma lo has dicho, me gustaba —comencé a caminar escuchando sus pasos a mis espaldas—. No quiero tener que despedirte, pero si sigues con tus juegos tendré que hacerlo. Ahora déjame en paz, no quiero que vuelvas a hablarme sobre tu supuesto embarazo.

—¡No puedes hacerme esto!

—Te veo en la empresa —abrí la puerta de mi casa y entré—. Chao, mentirosa —la cerré en su cara escuchando los golpes que le daba a la madera.

—Intenté que no entrara, pero me obligó a abrirle el portón, lo lamento —escuché la voz de Kasia. Me di vuelta para mirarla.

—No te preocupes, esa mujer está demente —me encogí de hombros restándole importancia—. ¿Puedes creer que ahora dice que está embarazada? No sabe qué más inventar para poder vivir acá.

Los ojos de Kasia se iluminaron. Sonrió levemente de forma triste.

—Hace mucho tiempo que no me contabas algo personal...

—Bueno, no te acostumbres —carraspeé—. Llévame comida a la habitación, después iré a la empresa.

Subí las escaleras y entré a mi dormitorio dando un portazo. Estaba enojado, arruiné lo que tanto me había costado; que Alyssa se dejara querer.

Era una mierda, yo era una mierda

No entiendo por qué me puse de esa forma sabiendo que Shay sólo estaba agregando una mentira más a su larga lista, porque no era primera vez que inventaba algo para venirse a vivir conmigo.

El problema es que nunca había inventado algo tan serio como lo es un embarazo.

Definitivamente esto si que será difícil de arreglar, más si Alyssa alcanzó a ver el beso que me dio Shay.

Espero que no

(...)

—¿Qué tal? No pensé que volverías tan pronto —Sean y yo estrechamos nuestras manos. Me acerqué a mi escritorio y me senté con pesadez.

—Se fue todo a la mierda —se sentó frente a mí con el ceño fruncido—. Estábamos bien, hasta que la loca de Shay me llamó diciendo que estaba embarazada.

—Bueno, me lo contó minutos antes de que tú llegaras, pero la verdad no le presté atención —se encogió de hombros—. ¿Por qué dices que se fue todo a la mierda? Tú sabes que Shay está mintiendo.

—Sí, pero su llamada me dejó de mal humor, discutí con Aly, llegamos a Nueva York, me dijo que ya no quería tener contacto conmigo y se fue. Lo peor es que Shay llegó y me besó justo cuando Alyssa se estaba yendo, así que no sé si alcanzó a ver el beso a la fuerza que me dio.

—Siempre te dije que no era bueno acostarte con ella, Mikkel —subió sus piernas a mi escritorio y se cruzó de brazos.

—Sean... —puso los ojos en blanco y se sentó correctamente—. Nunca me importó que estuviera así de loca, hasta que por su culpa me arruinó todo lo que había logrado con Alyssa.

—Señor Hummel —Shay abrió la puerta sin antes tocar—. Llegó Jeffrey Carlson.

—Hazlo pasar, y recuerda tocar antes de entrar —no pude evitar darle una mirada llena de desprecio.

—¡Lo sé! Pero no pensé que llegarías a este punto...

—Dime la verdad, ¿estás embarazada? —le pregunté sabiendo perfectamente cuál sería su respuesta.

Bajó su mirada y comenzó a sollozar. Llevé mis manos hacia mi cabello y lo tiré con frustración. No podía creerlo, definitivamente estaba loca.

—Estoy esperando que seas bien mujercita y admitas que inventaste todo esto con el fin de irte a vivir conmigo.

—No, no estoy embarazada —murmuró con dificultad.

Golpeé la pared que tenía a mi lado y reprimí las ganas que tenía de gritarle una cantidad enorme de insultos.

—¡¿Y qué pensabas hacer si yo creía tu mentira?!

—¡Bueno, no sé! ¡Quedar embarazada de otra persona!

La miré sin poder creer lo que estaba diciendo.

—Vete.

—Mikkel, por favor...

—¡Qué te vayas, mierda!

Salió corriendo sin antes darme una última mirada de "arrepentimiento". Volví a darle un golpe a la pared sintiendo como mis nudillos comenzaban a sangrar levemente.

Al volver a mi oficina vi como Shay guardaba sus cosas con rapidez para después caminar hacia el ascensor sin dejar de llorar. Abrí la puerta y maldecí al no ver a Jeffrey.

—Hubo un problema en su empresa —mi amigo me miró con preocupación por no haber alcanzado a explicarle a Carlos cómo realmente eran las cosas. En cualquier momento podría ir y contarle a su familia que su nuevo socio será "padre". Y después no habría forma de que Alyssa me creyera cuando le diga que Shay había inventado todo.

Esto sí que es un gran problema

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA)