Abrí mis ojos y sonreí al ver a Mikkel durmiendo con su mano entrelazada a la mía. Estábamos completamente desnudos, así que podía ver los rasguños que tenía en la espalda y brazos.
Que agresiva, Alyssa...
Habíamos hecho el amor en casi toda la casa. Cuando llegamos al comedor, decidimos que mejor usaríamos condón desde ese momento, ya que lo habíamos hecho sin él en el sofá y en la escalera.
Y tampoco nos queríamos arriesgar demasiado.
Debo admitir que llegó un punto en el que ya no podía más, así que fuimos a dormir. Los dos estábamos demasiado cansados, pero frustrados a la vez. Nos faltó hacerlo en la piscina y en la sala de cine. Pero para otra vez será, no hay prisa
Acerqué mi mano libre hacia su pecho y suspiré. La deslicé hasta llegar a sus cuadritos queriendo ir hacia más abajo, pero tenía que controlarme.
Este hombre está más que bueno, y no saben lo feliz que me pone saber que es todo mío
Miré nuestras manos entrelazadas y sonreí con ternura. No podía creer que habíamos pasado toda la noche así. Definitivamente se me hacía algo muy lindo.
Alejé mi mano de su cuerpo y tomé mi celular que estaba debajo de mi almohada. Tal vez se vería extraño esto, pero necesitaba sacarle una foto a él y como me agarraba firme.
Dios, nunca imaginé que iba a actuar de esta forma en algún momento de mi vida.
¿Qué me hiciste, Mikkel?
Tomé la foto preocupándome de que no estuviera con flash y volví a dejar el celular bajo mi almohada. Al parecer tenía mensajes de WhatsApp, pero no me interesaba leerlos ahora.
Volví a acomodarme a su lado y cerré mis ojos disfrutando completamente este momento.
Aún me cuesta asimilar todo lo que está ocurriendo. Pasé de considerarlo mi enemigo a tenerlo como novio.
Ehh... ¿hola? ¿Cómo llegamos a eso?
Pero bueno, me siento muy bien así. Aunque está más que claro que me gustaría que esto fuera mucho más tranquilo. Peleamos demasiado, y sé que muchas veces me comporto como una niña pequeña, pero de una u otra forma es algo que extrañamente no puedo controlar. Y lo digo porque nunca me había comportado así en mis relaciones amorosas.
Con Mikkel es todo muy distinto. Yo soy distinta.
¿Será porque nunca antes me había enamorado? Porque me preocupa demasiado perderlo en comparación a lo que me preocupaba perder a mis otros novios.
Sí, supongo que es eso
Volví a abrir los ojos y lo miré. Lo que yo no sabía era que él me estaba mirando con una linda sonrisa y al parecer hace un buen rato.
—Pensé que estabas durmiendo -reí.
—Desperté hace unos minutos —puso su mano libre en mi nuca y me acercó a él para besar mis labios. Ya no tenía sentido decirle que nos laváramos los dientes antes. A él no le importaba eso.
—Que suspenso —frunció levemente su ceño como si lo hubiese puesto nervioso con esa frase.
—¿Me prometes que no vas a reaccionar como un completo loco?
—¿Alguien te hizo algo? ¿Fue Joshua? —preguntó rápidamente con una expresión seria.
—¡Claro que no! —me acomodé mejor quedando sentada frente a él—. No es nada que tenga que ver con él—dije de manera veloz con la clara intención de no darle demasiado tiempo para imaginarse escenas de Joshua haciéndome quién sabe qué cosas.
—Creo que nada va a ser peor comparado con todo lo que pasó por mí cabeza cuando me dijiste eso, así que tranquila. Te prometo que no reaccionaré como un loco —se encogió de hombros con demasiada confianza.
—No digas nada antes de escuchar lo que tengo que decirte, cariño —puse mi mano sobre la suya—. ¿Te había contado que ayer me tocó estar en la sala privada? —negó y apretó su mandíbula.
—Odio esa mierda.
—Lo sé —suspiré. Me molestaba el hecho de que Philip fuera tan hijo de puta con Mikkel. Me daba lástima que intentara arruinar lo nuestro, ya que yo no le he hecho nada y creo que Hummel tampoco. Philip sólo lo odia por ser su medio hermano, no tiene ninguna razón más—. Bueno, cuando entré a la sala el hombre que pagó por verme bailar estaba más preocupado de mirar a la pared que de ver mi show. Era muy extraño, no se dio vuelta para mirarme cuando comencé a bailar. Me preguntó cuál era mi nombre real y le dije que no tenía la obligación de contestar esa pregunta, pero la cosa se puso más rara aún cuan...
La vibración de mi teléfono causó que me callara. Tomé mi celular y sonreí nerviosa al darme cuenta de que enterré mis uñas en el dorso de la mano de Mikkel al ver que Philip me había mandado un video, y no fue necesario verlo. Podía entender claramente de qué se trataba, y ahora sí que estaba perdida.
Me había tendido una trampa. En tan solo unos segundos podía estar en cada programa y sitio web de farándula, ya que Philip tenía en su poder un video de mí bailando en el tubo.
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