ENTRÉGATE romance Capítulo 16

Olivia fue dada de alta. Había conocido a la madre y las hermanas de Mikhail, les había agradecido sus cuidados y atenciones, a lo que ellas habían respondido que no había nada qué agradecer, ya que ellos eran de la familia, con lo cual ambos, tanto Jarvis como Olivia, se sintieron felices del afecto que los rusos le estaban demostrando. Por lo general se decía que según su cultural, solían ser un poco fríos y distantes, emocionalmente hablando, Olivia estaba agradecida de que éste no fuese el caso.

Aún estaba algo adolorida, sin embargo era un dolor mínimo, había mejorado mucho. Mikhail y Violeta, insistieron en que necesitaría una enfermera, así que habían contratado a Lana, quién se haría cargo de sus cuidados mientras aún estaba convaleciente. Jarvis, estaba recuperado al noventa y cinco porciento, y aseguraba que ya se sentía mejor.

—¿Les gusta la habitación?— preguntó Violeta.

—Podemos hacer cambios si así lo desean— ofreció Mikhail — aunque claro está que es una habitación provisional mientras se terminan de recuperar.

—Es perfecta— dijo Olivia sonriendo, tomada de la mano de Jarvis — Estoy tan feliz de que podamos estar todos juntos.

—Estamos— le corrigió Mikhail — mis hermanas y madre, querían venir, les he dicho que necesitarías un par de días para descansar.

—Ellas han sido maravillosas— sonrió Olivia— se han portado tan bien con nosotros.

—Realmente, nunca, ni en diez vidas — intervino Jarvis — tendríamos cómo pagar todas las atenciones, los cuidados, el cariño.

—Es lo que se hace con la familia— dijo Mikhail, entonces Olivia sonrió y Jarvis asintió.

—Jarvis. . .

—¿Si?— él miró fija y atentamente a Violeta.

—Entiendo que tu nombre real es Mauro, aunque estemos acostumbrados a Jarvis, nos interesa saber cómo quieres que te llamemos. Si prefieres usar tu nombre real, o si quieres que sigamos usando el nombre de Jarvis.

—Realmente me da igual— respondió encogiéndose de hombros— hace mucho que no me llamaban Mauro, así que pueden llamarme como ustedes lo deseen, o como se sientan más cómodos, realmente no tiene mayor importancia para mí. Jarvis o Mauro, sigo siendo el mismo.

—De acuerdo— Violeta sonrió— ahora, amor mío— le hablo a Mikhail— marchémonos para que puedan descansar— se acercó y dejó un beso en la cabeza de Olivia— descansa, mi amor.

—Igual tu— le respondió— necesitas recuperar fuerzas, gracias, gracias por ir por nosotros— la miró con ojos cargados de lágrimas de agradecimiento, sabía que se debían una larga conversación, pero no ahora, cuando se sintiese un poco mejor, podrían hablar.

—Haria cualquier cosa por tí— le dijo sinceramente mirándola a los ojos— Sé que he fallado dos veces a mi promesa de protegerte — dijo triste— pero pienso remediarlo.

—Tu siempre me has protegido— le sonrió con ternura— siempre, y te amo.

—Yo te amo a ti— volvió a besar su frente y luego Mikhail y ella se marcharon.

Jarvis, se acostó con cuidado junto a ella en la enorme cama, abrazándose al cuerpo de su amada.

—Estoy tan feliz, Olivia.

—Yo también lo estoy— le besó la mejilla— y muy agradecida.

—Creí que el desgraciado de Bellancinni lograría separarnos. han Sido tantos días cargados de angustia y dolor, teniendo que no despertaras, teniendo que perdieras la batalla, solo Dios sabe lo que he sufrido en silencio. Tuve tanto miedo de perderte.

—Pero no fue así, nuestro amor es más fuerte que su odio— lo miró con adoración—podemos superar las pruebas, sin importar cuán difíciles sean.

—Tu y yo, podemos con todo, Olivia, mi hermosa Olivia.

—Tu y yo, podemos con todo— dijo antes de besarlo con ternura.

****************

—Estoy agotada— dijo Violeta en cuánto llegó a su habitación.

—Yo también lo estoy, pero debo ir al club a firmar unos documentos.

—¿Demoraras?

—No, solo son firmas de nómina, unos minutos para verificar cómo va la noche y regresaré a casa.

—En ese caso, debería ir contigo.

—No hace falta, estás cansada, necesitas dormir.

—Tú también, así que si te vas, yo iré contigo. . . ¿por favor?— agregó en una falsa súplica.

—Bien, mi dulce Violeta. Vamos a tomar una ducha, y podremos marcharnos.

—Bien, le advertiré a Lana de nuestra salida.

—Perfecto.

Después de una rápida ducha, y de despedirse de Olivia y Jarvis, asegurándoles que regresarían pronto, se marcharon al club Volkov, la noche era tranquila, habían muchas personas presentes, sin embargo no estaba lleno.

—¿Irás conmigo al despacho?— preguntó Mikhail.

—No hace falta, no quiero interrumpirte, te esperaré en la zona VIP, en cuánto hayas terminado, podremos marcharnos.

—De acuerdo, solo demoraré lo justo— dijo antes de darle un cálido beso en la boca. Se marchó después de dar la instrucción a dos de sus hombres para que se quedaran a su cuidado. Violeta, caminó a la zona reservada y se sentó en el cómodo sofá en forma de media luna, un mesero se acercó a ella.

—Señora, buenas noches.

—Buenas noches — le dedicó una hermosa sonrisa.

—¿Desea tomar algo?

—Vendrá en algunos minutos— dijo Violeta sonriendo.

—Es una pena, te he mirando y me has encantado, que cuerpo tan hermoso tienes— dijo mirando las largas piernas de Violeta— debo confesar que venía con la intensión de una propuesta de diversión— la rubia sonrió — ¿Has estado con una mujer?

—No— respondió sincera— realmente no me interesan las interacciones femeninas.

—No sabes de lo que te pierdes— respondió con picardía— Podemos ser más dedicadas a algunos detalles— sonrió maliciosa— pero ya que no podemos estar solo tú y yo, quizás quieras involucrar a tu pareja. ¿Te animarías a un trío?

—No ésta noche — negó sonriendo— la verdad es que vinimos con muy poco tiempo disponible. Quizás en otra ocasión.

—Es una verdadera lastima— dijo con pesar.

—Solo queremos saludar— escuchó una voz masculina, se giró hacia la entrada para encontrarse con que Nikolay le impedía el paso a Ivanna y Vladimir— Buenas noches, dulce Violeta. Tus guardaespaldas no me dejan entrar.

—Está bien, Nikolay. Son amigos.

—Como usted diga, señora.

—Me excita ver qué eres una mujer poderosa— Katerina le susurró al oído y Violeta frunció el ceño. La sorpresa que se llevaría ella al saber que Mikhail era el poderoso, no ella. Ivanna y Vladimir ingresaron a la cómoda división.

—Buenas noche, Violeta— dijo Vladimir— que gusto verte, tenías mucho sin venir.

—Es bueno saludarte— dijo Ivanna con una enorme sonrisa.

—Tomen asiento, por favor— realizó las respectivas presentaciones. Y luego todos se pusieron cómodos, Nikolay como el otro guardia, estaban atentos desde la puerta.

—Hacia mucho que no te veíamos.

—Han Sido días complicados— bebió de su copa— pero afortunadamente todo mejora.

—Nos alegra escuchar eso— dijo Vladimir, mirándola con una cálida sonrisa. —¿Y tú, Katerina?, nunca antes te habíamos visto por aquí.

—Es primera vez que vengo, una amiga me recomendó el lugar. Me aseguró que no hay lugar mejor para encontrar algo de. . . diversión.

—Tu amiga tiene razón — Ivanna sonrió— Aquí puedes venir dispuesta a pasártelo muy bien.

—Me alegra mucho saber que lo disfrutan— dijo Violeta.

—Y dinos, Violeta— los ojos de Ivanna brillaron de deseo, reflejando su emoción— ¿ Dónde está Mikhail?

—Seguramente Volkov, estará ocupado en sus asuntos.

—¿Volkov?— preguntó Katerina mirando a Violeta— ¿Mikhail Volkov?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ENTRÉGATE