—¿Volkov?— preguntó Katerina mirando a Violeta— ¿Mikhail Volkov?
Su tono mostraba una evidente sorpresa.
—Si— afirmó — Mikhail Volkov, el dueño de éste club.
—¿Intentas decirme que Volkov es tu acompañante?— abrió mucho los ojos.
—Soy su mujer— responde con autosuficiencia.
—Vaya, eso sí es una sorpresa para mí — aseguró Katerina.
—¿No lo sabías?— preguntó Ivanna ceñuda.
—No, es primera vez que vengo, como mencioné antes. Mi amiga me dijo que si corría con mucha suerte, quizás podría interactuar con Volkov, además aseguró que estaba muy guapo.
—Lo está — afirmó Violeta— es un hombre delicioso.
—No tanto, desde mi punto de vista— dijo Vladímir riendo— pero logra enloquecerlas a todas. Hasta a mi querida Ivanna está embelesada con él.
—¿Han interactuando?— preguntó Katerina, mirándo a Violeta y luego a la pareja.
—Si— dijo Ivanna— ha sido una experiencia. . . maravillosa.
—Lo fue— dijo Violeta sonriendo— fue algo nuevo y creo que los cuatro pudimos disfrutarlo.
—Vaya. . . según mi amiga Alexandra, eso solo ocurre si tienes mucha, mucha suerte.
—La tuvimos— aseguró Vladímir, paseando con descaro su mirada por el cuerpo de Violeta— es lo bueno de éste tipo de club. Es un lugar para disfrutar, experimentar cosas nuevas, deshinibirte de prejuicios sociales absurdos y disfrutar de una sexualidad plena, sabes que aquí nadie va a señalar tus gustos o preferencia, todo lo contrario. La tensión sexual se respira en todo el lugar, y los gemidos y el placer son la órden del día — aseguró él con los ojos fijos en Violeta, quién lo miró y sonrió.
—Me alegra ver qué te has entretenido un poco, querida mía — la fuerte y varonil voz de Mikhail se escuchó en el lugar antes de que cuatro pares de ojos se girarán hacía él.
—Haz vuelto, mi amor— le respondió ella sonriendo—¿Nos vamos ya?
—Oh vamos, una copa antes, Volkov — Mikhail observó a Vladimir y asintió — Buenas noches— saludó de manera general, sus ojos pasearon sobre Katerina y finalmente se posaron sobre Violeta.
—Una copa no nos hará daño, amor mío — dijo y se acercó, Violeta se corrió dándole un poco de espacio a su lado, por lo tanto, Mikhail se sentó entre Violeta y Katerina— Nikolay — llamó al guardaespaldas— pide una botella de vino.
—Por supuesto, señor— repsondió el hombre marchandose
—Querido— Él volcó su atención en Violeta — te presento a Katerina, acabo de conocerla— Mikhail se giró hacia la jóven — es primera vez que viene al Volkov, por recomendación de una amiga.
—Es un gusto— Mikhail le sonrió — espero tenga una experiencia agradable.
—Seguramente así será — sonrió ámpliamente. Mikhail rodeó con un brazo los hombros de Violeta, acercándola más a él y colocando la otra mano, sobre su rodilla.
—Vladimir, Ivanna, como siempre es un gusto verlos.
—El gusto es todo nuestro — aseguró Ivanna.
—Justamente conversábamos con Violeta sobre todo el tiempo que teníamos sin verle— en se momento llego Nikolay con un hermoso jóven que traía la botella y cinco copas, sirvió la.bebida y se marchó en silencio.
—Y justamente les decía que han Sido días difíciles, pero que todo comienza a mejorar.
—Así es— Mikhail asintió y bebió de su copa— Violeta disfruta venir, así como disfruta quedarse en casa— Violeta lo miró sonriendo, para luego colocar una mano en su muslo y deslizarla con delicadeza, en una suave caricia— ¿ Y usted, señorita Katerina, ha venido sin pareja?
—Si, ésta noche soy solo yo— su sonrisa fue ámplia— no tengo pareja.
—Ese es un detalle que aquí puede resolver, seguramente encontrará con quién interactuar, claro, si ese es su deseo.
—Eso espero, el lugar me ha encantado, está exótico y lujoso, es mejor de lo que imaginaba.
—Me alegra escucharlo, dígale a su amiga que la próxima vez en venir me avise, es bueno saber que recomienda el lugar, seguramente una.noche de bebidas gratis le gustará.
—Seguro que sí — Katerina sonrió.
—Dinos Volkov, ¿ Ésta noche desean interactuar?, ¿Qué tal un intercambio?— sonrió como un depredador tras su presa.
—Bueno, se han ido, está noche no será— sonrió — entonces, ¿Trío?— los miró maliciosa. la pareja intercambiaron miradas sy sonrieron.
—¿Exámenes en regla?— preguntó Vladímir.
—Por supuesto, es mi bolsa. Gozo de buena salud, y uso métodos anticonceptivos. Alexandra me advirtió, todo está en órden.
—Bien— dijo Vladimir — siendo así déjame verlos y luego, busquemos una habitación VIP.
*****************
Mikhail y Violeta, llegaron a la mansión, fueron en busca de Lana, para pedir reporte.
—Ya volvimos— dijo Violeta—¿ Cómo están?
—Muy bien — sonrió dulcemente— ambos tomaron su medicina, ayudé a la señora con su baño y ahora mismos ambos duermen.
—Oh que bien, muchísimas gracias Lana.
—No se preocupe señora, no tiene que agradecer. El señor Jarvis ya está casi completamente recuperado, la herida de la señora se ve bien, su cicatrización es casi completa también, un par de semanas y ambos estarán como nuevos.
—Dios te oiga, Lana. Iremos a descansar, tú también deberías — la mujer sonrió— feliz noche.
—Feliz noche, señores.
Al llegar a la habitación, se desvistieron para colocarse la pijama y meterse bajo las sábanas.
—No veía la hora de estar así — dijo Mikhail suspirando y atrayéndola hacía él.
—Yo también — lo abrazó — nada como terminar el día en tus brazos, amor mío — le besó con labios con ternura— buenas noches.
—Buenas noches, mi dulce Violeta— depositó un tierno beso en su frente.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ENTRÉGATE