Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 14

— Yo si, la deje sola, asumiendo un destino que no le correspondía. — Sollozó Maya, su remordimiento solo crecía. — Tienes derecho a odiarme, no merezco que intentes consolarme, déjame sola por favor.

— No te voy a dejar sola muñequita, yo no te odio y nunca te voy a odiar, yo te amo, deja de llorar por favor. — La consoló Victor, pero ella no paraba de llorar y él solo continuó abrazándola.

A pesar de que cuando se enteró la culpaba, nunca la odió, porque su amor era más grande, tan grande que para no hacerle más daño que el que le hizo, había decidido guardar en secreto lo que sabía, no quiso decírselo a su padre para que él no le hiciera nada malo a Jerome por ocultarle la verdad durante tanto tiempo y él también había decidido contenerse, claro que nunca imaginó que este último fuera tan cruel con ella y la rechazará, ahora sentía que ya no tenía porque seguir ocultando este hecho, no tenía porque contenerse con él.

— Si pudiera volver al pasado, te aseguró que haría las cosas diferentes, haría algo por ayudarla o no la invitaría a mi casa, para que me lleven a mí como debió ser. — Susurró Maya cuando finalmente pudo calmarse un poco y el corazón de Victor se apretó.

Él sabía que si ese día se la hubiesen llevado a ella, era probable que estuviese muerta, porque él después de encontrar a Aria se había dedicado a seguir atando cabos, había cosas que aún no entendía sobre ese secuestro y hace un par de meses pudo encontrar al último hombre que le faltaba de los que participaron en el secuestro, este se había hecho más difícil de encontrar porque poco después de hacer esto, salió de esa organización. Ni siquiera quien dio la orden de secuestrar a Maya, su jefe, sabía nada de él.

Ahora sabía porqué, el hombre que dio la orden del secuestro al darse cuenta de que no era Maya, furioso le había pedido que la matara, pero él no pudo hacerlo, de alguna manera un poder superior o quizás Aria habían conseguido tocar su corazón de tal manera que se le hizo imposible lastimarla, por eso decidió fingir que lo había hecho y poco después desapareció, se fue del país junto a Aria y la dejo en una casa hogar, en la cual finalmente Amelia decidió adoptarla. Por el contrario Maya no hubiese corrido con la misma suerte, porque Wladimir, quien planeó todo, tenía un gran rencor hacia Jerome, afortunadamente el primero ya estaba muerto, no podía volver a intentar hacerle daño a Maya.

Aunque se sentía terrible al recordar por lo que pasó Aria y por todo lo que pasaron ellos, no quería que hubiese sido Maya a quien se llevarán ese día, porque no sabía que haría sin ella y sin sus hermosos hijos.

— Mi cielo se que lo harías, pero ya todo es pasado, no se puede hacer nada para cambiarlo, mejor concentrémonos en el futuro, Aria está bien y tú también lo estás, eso es todo lo que importa. — Le dijo Victor tomando su carita entre sus manos para mirarla a los ojos y ella finalmente asintió.

— Me gustaría poder disculparme con ella.

— Esta bien si quieres disculparte, pero ella tampoco recuerda nada de eso, no sé si Jacob te dijo, pero ella no te recuerda ni a ti ni a tu hermano, tampoco a nosotros nos recordaba, ni lo que pasó ese día.

— ¿Ella sufrió mucho? ¿Por eso bloqueo todos sus recuerdos? — Cuestionó Maya, sintiendo como el enorme nudo volvía a formarse en su garganta, había escuchado que a veces las personas bloquean sus recuerdos si son traumáticos, eso fue lo que cree que le pasó a sí misma y también comenzaba a creer que a Aria, solo que le preocupaba el hecho de que está última no solo olvidará un momento, si no que mucho más.

— No la pasó bien con sus padres adoptivos, pero ha estado yendo al psicólogo y este nos explicó que como ella era muy pequeña nos olvidó, porque todo en su vida había dado un cambio radical y tenía que adaptarse a su nueva realidad, entonces poco a poco se olvidó de nosotros, además de que esos días quizás no fueron agradables para ella y todos los niños se olvidan de cosas, hay muchas cosas de cuando yo era muy pequeño que no puedo recordar. — Admitió Victor, no quería lastimarla más, pero no podía mentirle en cuanto a esto.

— Lo lamento. — Susurró mientras sus lágrimas volvían a caer.

— Esta bien muñequita, concentrémonos en el presente y en este presente ya es la hora de cenar, los niños deben tener hambre y deben estar esperándonos. — Le dijo Victor secando sus lágrimas, sabía que para ella sería demasiado difícil lidiar con todo lo que él le había revelado y que no dejaría de culparse, pero él trataría de que ella no se enfoque demasiado en esto, que deje todo esto atrás para que no la lastime más.

— Los niños, Dios mío, tenemos demasiado tiempo aquí, hay que ir a verlos. — Murmuró Maya levantándose de la cama de prisa.

Jake era quien más receptivo había sido con él de los gemelos, no pensó que le diría algo así nunca y se dio cuenta que los había decepcionado, porque ellos le habían dicho que podía subir a hablar con su madre, pero que no la pusiera triste y no quería hacer esto, solo que no había tenido más opciones, no podía seguir lejos de ella y era hora de revelar la verdad.

— Yo no quiero estar sin ustedes, los amo con el alma al igual que a su mamá y te aseguro que no tenía ni la mínima intención de hacerla llorar, solo que ella tenía que saber algunas cosas para ver si así me puede dar una oportunidad, le juré a tu hermano que nunca la haré llorar de nuevo de tristeza y pienso cumplir esto, yo solo quiero hacerlos felices a los tres. — Declaró Victor y Maya que venía bajando junto a Marcus se sintió conmovida.

— Esta bien, pero si la haces llorar de nuevo no querré verte otra vez. — Murmuró Jake.

— Jake no digas eso, no fue culpa de tu papá y dejen de preocuparse tanto por mí, recuerden que yo soy la adulta, soy quien se debe preocupar, más bien díganme que quieren comer, hoy pediremos comida, pueden elegir lo que quieran. — Dijo Maya, esperando que sus hijos pudieran bajar la guardia.

Aunque aún ella tenía algunas cosas que aclarar con Víctor, no quería que sus hijos se sintieran molestos con él por algo que no había sido su culpa, quería que comenzarán a acercarse cada vez más y no pudieran barreras.

Los niños rápidamente comenzaron a elegir y cuando llegó la comida, todos se sentaron a la mesa, comiendo como una familia y Victor estaba encantado por este momento, por cenar con el amor de su vida y sus hijos.

Maya al estar junto a los niños y Victor se sintió feliz, está era una imagen que siempre había querido ver desde que se enteró que estaba embarazada.

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