— Ese maldito infeliz, todo el tiempo lo trate como a un amigo, pensaba que lo era, pero ahora tiene que pagar las consecuencias por lo que hizo. — Masculló Hank con su mirada llena de odio.
— Papá recuerda que él es abuelo de mis hijos, el padre de la mujer que amo y se que no es justo que te pida esto, pero por favor no le hagas daño a Jerome, está es mi única oportunidad de recuperar a Maya. — Espetó Victor abatido, se sentía terrible al pedirle esto a su padre, pero no tenía otra opción.
Hank lo miró incrédulo, esperando que esto fuera una broma, pero al darse cuenta de que Victor no estaba bromeando, suspiró, recostándose en su silla.
— Pensé que tú también querrías vengarte.
— Quiero hacerlo, pero no a costa de perder al amor de mi vida, ya no puedo vivir más tiempo sin ella, me perdí de mucho, ni siquiera pude ver crecer a nuestros hijos, ya no quiero perderme más. — Aclaró Victor con sus ojos llenos de dolor y Hank asintió, masajeando su sien.
— Esta bien, yo no le haré nada a ese bastardo por el bien de mis nietos. — Aceptó Hank, disfrazando esta mentira con un poco de verdad, para que Victor no se diera cuenta que acababa de mentirle. Sabía que está era la respuesta que su hijo necesitaba para estar tranquilo, para volver a Maya y decirle que podían estar juntos, que no habría una venganza.
Aunque esto no sería cierto, pensaba que ni su hijo ni Maya tenían que saberlo, él sería cuidadoso, en este momento sabía que Jerome había estado teniendo problemas con otras mafias, cualquiera de ellos podía ser el culpable de alguna venganza y él solo debía mover los hilos sin involucrarse demasiado para que sucediera y así obtendría su venganza, técnicamente él no le haría nada, solo facilitaría las cosas para que los demás puedan hacerlo, así no perjudicaría la oportunidad de su hijo con la mujer que amaba.
Y aunque ahora que sabía sobre esto, esa unión no le agradaba, sabía cuánto Victor la amaba y ya tenían hijos, no se iba a oponer.
Después de escuchar sus palabras, Victor miró incrédulo a su padre, cuando vino aquí nunca pensó que él aceptaría con tanta facilidad, de hecho estaba seguro que no lo haría, pero había venido a contarle toda la verdad y luego intentarlo convencer de que no tomara venganza, porque de esto dependía que Maya decidiera darle una oportunidad.
— Papá, ¿Estás hablando en serio? — Preguntó dubitativo.
— Por supuesto, quiero conocer a mis nietos muy pronto, ¿Cuándo los traerás aquí? Tú madre será la más feliz. — Dijo Hank con una pequeña sonrisa, diciendo una vez más, una verdad, con tintes de mentira.
— Muchas gracias papá, esto significa mucho para mí y lamento mucho tener que pedirte esto, no tengo como pagarte lo que estás haciendo, trataré de traer los niños pronto. — Respondió Victor aliviado y sintiéndose un poco culpable.
— No te preocupes por eso hijo, bueno cuánto antes vengan a visitarnos mejor. — Dijo Hank con una sonrisa y Victor asintió.
…
— Maya mi papá aceptó dejar todo tal cual esta, podemos vivir una vida juntos, podemos arreglarlo todo y estar felices. — Musitó Victor con entusiasmo, mirándola con anhelo y el corazón de Maya se aceleró al pensar en esta posibilidad, pero antes de que ella consiguiera decir algo su teléfono comenzó a sonar y rechazó la llamada, pero una vez volvieron a llamar.
— Lo siento, es Jacob, parece que necesita hablar conmigo, atenderé. — Murmuró ella y Victor asintió.
— Maya tienes que salir de la casa de dónde estás, las cosas aquí andan bastante mal, me preocupa que alguien te pueda atacar, la última vez fui muy descuidado, alguien más que Víctor puede saber dónde estas, lo mejor es que vuelvas aquí, compré pasajes para ti y los niños, su vuelo sale en tres horas, prepara todo y date prisa, yo mismo iré a recogerlos al aeropuerto. — Dijo Jacob, con su voz extremadamente tensa, sonando con urgencia, demasiado preocupado y Maya también se tensó, porque esto no era común en su hermano, él ya había lidiado con problemas de este tipo y siempre permanecía calmado, analítico, pero está vez parecía haber perdido la calma.
— Jacob las cosas de alguna manera siempre se descontrolan en sus negocios y siempre tú y papá logran resolverlo, ¿Esta pasando algo más? ¿Por qué estás tan preocupado? — Cuestionó Maya frunciendo el ceño y el ceño de Victor también se frunció luego de escuchar sus palabras y también algunas de las de Jacob, dándose cuenta de la preocupación en los ojos de ella.
— No está pasando nada, pero por favor necesito que empieces a empacar y te dirijas al aeropuerto cuánto antes.
— Jacob si no me dices que está pasando no pienso moverme de aquí, no quiero que las cosas sean más difíciles, no quiero trasladarme con los niños a otra parte por una falsa alarma. — Se negó Maya, aún no le decía nada a Jacob sobre Victor, pero hoy ella estaba decidida aceptar volver a intentarlo, por eso no quería volver a su país, además sabía que sus padres no la iban a querer cerca y regresar solo los perjudicaría si las personas veían a los gemelos y comenzaban a sacar conclusiones.
— No es una falsa alarma, a papá le dispararon, tienes que volver. — Gritó Jacob y Maya se quedó congelada por un instante antes de que sus ojos comenzaran a cristalizarse.
— No puedes, tienes que cuidar de nuestros hijos, no quiero que estén involucrados en esto, por favor haz estoy por mí, te lo suplicó. — Pidió Maya, mirándolo con sus ojos llenos de súplica y Victor no pudo resistirse a esta mirada, no soportaba que ella suplicara.
— Esta bien, cuidaré de ellos, enviaré a algunos de mis hombres a protegerte, llamaré ahora para que tomen un vuelo hasta allá, prepara tus cosas, te llevaré al aeropuerto. — Dispuso Victor, ya que no podía impedirle ir y tampoco podía acompañarla porque debía quedarse protegiendo a sus hijos, quería que sin importar que ella estuviera bien.
— No hace falta, no quiero que te involucres demasiado en esto, no quiero a tus hombres allí, mi hermano solo querrá gente de su confianza cerca de mí, así que es mejor que no hagas esto, iré por mis cosas y los niños para que nos acompañen al aeropuerto.
Victor la vio subir las escaleras, aún queriendo enviar a sus hombres para que la protegieran a pesar de la negativa de ella, pero esto no serviría de nada, porque Jacob no los dejaría estar cerca.
Cuando los cuatro estuvieron en el aeropuerto y había llegado la hora de abordar, los niños aún muy renuentes, terminaron separándose de Maya luego de despedirse y Victor se acercó, tomando el rostro de ella entre sus manos.
— Por favor cuídate mucho muñequita, vuelve sana y salva, tienes una respuesta que darme aún y tenemos mucho que vivir junto a nuestros hijos. — Espetó él, con su corazón apretado al saber ella volaría justo al medio del caos, temía que le pasará algo, porque no podría vivir sin ella. Aún tenía muchas ganas de impedirle irse, pero sabía que para que ella no fuera, él la tendría que sedar o algo similar y ella nunca se lo perdonaría.
Quería pensar en que Jacob siempre había hecho un buen trabajo protegiéndola y esperaba que esto siguiera así.
— Volveré y te daré esa respuesta. — Dijo Maya dándole una sonrisa tranquilizadora.
— ¿Puedo besarte? — Preguntó Victor con sus ojos llenos de anhelo y amor, por lo que Maya inevitablemente asintió y sus labios finalmente se tocaron.
Fue un beso pequeño, rápido, pero lleno de ternura y demasiado anhelo, deseando mucho más que esto.
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