Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 20

— No vayas a llorar mi hermosa guerrera, no quiero verte sufrir más, todo eso es parte del pasado. — Pidió Jacob antes de darle un beso en cada una de sus mejillas. — Me asustaste mucho, quiero que el doctor te revise mi amor y luego continuaremos hablando. — Espetó, quería asegurarse de que ella estuviera bien antes de cualquier otra cosa, porque para él lo más importante era el bienestar de Mia.

— Está bien. — Accedió Mía sintiéndose un poco aturdida por lo cariñoso que estaba siendo Jacob con ella, él nunca se había comportado de esa manera.

Jacob asintió y rápidamente llamó al doctor, esté vino de inmediato y después de revisarla y hacerle algunas preguntas miró a Jacob.

— Su esposa está bien, tiene que quedarse al menos dos días más para seguirla monitoreando, pero su mejoría ha sido muy buena. — Informó el doctor y Jacob sonrió al escucharlo.

Por el contrario, Mía frunció el ceño confundida, ella había firmado los papeles del divorcio, no entendía porque él doctor se refería a ella como si fuera la esposa de Jacob y cuando estaba por hablar para corregir esto, escuchó la voz de Jacob.

— Estoy muy agradecido con usted por cuidar tan bien a mi esposa y ayudarla a recuperarse, si llega a necesitar algo de mí, siempre estaré dispuesto a ayudarlo. — Dijo Jacob con sinceridad, después de que Mia casi muere y el doctor junto a su equipo consiguieron salvarla, estaba realmente agradecido, sentía que le debía bastante.

“¿Su esposa? ¿Por qué se sigue refiriendo a mí de esa manera?” Se cuestionó Mia confundida, con su corazón muy acelerado por escucharlo llamarla así.

— No sé preocupe, solo hacía mi trabajo, bueno los dejo. — Espetó él doctor, antes de dirigirse a la salida, después de las amenazas que había recibido de Jacob al principio le tenía un poco de miedo y prefería no volverse a encontrar con él.

— ¿Por qué me llamaste esposa? — Preguntó Mia en voz baja, sin dejar de fruncir el ceño y Jacob se tensó.

— ¿Ya no quieres seguir casada conmigo? — Contestó con otra pregunta, con todo su cuerpo tenso y con miedo de escuchar que ella no quería seguir con él, eso le dolería demasiado, porque la quería en su vida, pero si ella decidía que esto fuese así, podría entenderla, porque él había sido demasiado cruel con ella e incluso la había hecho pensar que la mataría, estás cosas podrían hacer querer huir a cualquier mujer.

— Yo… es que… — Tartamudeo Mia sin saber cómo explicarle su duda, nerviosa y el corazón de Jacob dio un vuelco, llenándose de dolor de nuevo.

— Me encantas y te quiero demasiado Mía. — Dijo Jacob mientras se formaba una hermosa sonrisa en su rostro, le fascinaba, la ingenuidad y timidez de Mia, su corazón latía frenéticamente por ella, así que acunó la mejilla de ella en su mano, mirándola a los ojos. — Casi haberte perdido fue lo más aterrador que me ha pasado, porque sentía que no podría vivir sin ti y ni siquiera quería hacerlo, mis sentimientos por ti son demasiado fuertes y se que no lo demostré antes porque estaba intentando ignorarlos, pero basta de eso, tienes que saber qué viniste a mi vida, a arrebatarme el corazón y todo de mi, ahora solo mi corazón late por ti y yo quiero vivir para ti, para hacerte feliz.

Él había tomado la decisión de confesarle todo esto, porque cuando ella estuvo a punto de morir él había querido decírselo antes, que ella supiera cuán importante era para él y que haría cualquier cosa por ella, que nunca dudará de esto. Había tenido mucho miedo que ella muriera sintiéndose despreciada, en lugar de saber cuánto él la amaba.

Mía se quedó sin palabras al escuchar esto, sintiendo que su corazón saldría disparado de su pecho en cualquier momento, porque las hermosas palabras de Jacob y la forma en que la miraba, removían cada parte de su ser, haciendo que el amor que ya sentía por él solo creciera mucho más.

— Cuando me casé contigo pensé que quizás estaría en un infierno peor, pero descubrí que no era así, que tú eras tan diferente a mi padre, me tratabas bien, me dabas paz y no tenía ese temor constante y con lo guapo que eres fue bastante fácil tener muchos sentimientos lindos por ti y ahora quiero decirte que has sido lo mejor que me ha pasado y que también quiero hacerte muy feliz, porque estoy segura que yo seré muy feliz a tu lado. — Confesó Mia con una sonrisa y con sus ojos cristalizándose por toda la alegría y amor que estaba sintiendo.

— Si que serás muy feliz, yo me encargaré de eso mi amor, me voy a asegurar que nunca más vuelvas a sufrir por nada más y tengas la vida de reina que mereces. — Prometió Jacob antes de acercarse a sus labios y besarla, con demasiados sentimientos en ese beso, desde la ternura, hasta el amor y la devoción. — Siempre serás mía, solo mía. — Susurró él al separarse por un segundo mirándola a los ojos con adoración, para luego volverla a besar, con vehemencia, sin poder sentirse satisfecho de sus labios, siempre quería más.

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