Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 39

— Muñequita se que las cosas se ven mal, pero primero déjame cargarte y asegurarme de que no te lastimaste al caer, después de lo voy a explicar todo. — Espetó Victor con su corazón doliendo y muy preocupado, sabía que a ella le costaría mucho entender lo que había sucedido ese día, cuando al parecer no podía recordar nada más y explicarle todo de nuevo sería hacer que ella volviera a sufrir al pensar en su pasado, esto parecía una mala broma del destino.

— ¿Qué me vas a explicar? ¿Qué no me engañaste? ¿Qué esas palabras no eran ciertas? Déjame en paz, no quiero verte. — Sollozó Maya, lo mismo que había sentido la primera vez que lo vio haciendo esto, lo estaba sintiendo ahora, su corazón dolía tanto como la primera vez, estaba devastada.

— Te juro que no lo hice, yo nunca te engañaría muñequita, porque al estar contigo no puedo ver a nadie más ni siquiera, se que nadie podría compararse contigo, tú te adueñaste de mi corazón, de mi alma y de mí por completo y se que ese recuerdo se ve mal, pero hay una explicación, porque mi corazón solo late por ti y desde que te volví a encontrar nunca más tuve deseo de tocar otra mujer que no fueses tú y nunca lo hice. — Aseguró Víctor con sinceridad, mirándola directamente a los ojos para hacerle entender que él no le estaba mintiendo, que esto era la verdad, porque desde que la vio ya siendo una señorita, él se sintió demasiado atraído por su belleza y todas las demás mujeres le dejaron de interesar de inmediato.

Maya al darse cuenta que él no parecía estar mintiendo empezó a intentar calmarse, sus sollozos comenzaron a bajar de intensidad.

— ¿De verdad hay una explicación? Eso que hiciste me duele mucho, ¿Qué explicación puede haber? — Cuestionó Maya con sus ojos llenos de dolor, desconsolada.

— Lo sé y me he arrepentido por mucho tiempo, no por engañarte porque no lo hice nunca, si no por romper tu corazón, lastimarte de esa manera, pero te prometo que tenía una razón para lo que hice, no puedo decir que fue una buena razón para lastimarte, porque ninguna razón sería buena para hacer algo así, ninguna vale hacerte daño, pero si tenía una razón muñequita y te lo voy a explicar todo, pero déjame asegurarme de que estas bien primero por favor. — Pidió Victor, mirándola con su mirada llena de súplica y Maya finalmente asintió.

— Mami, ¿Qué pasó? — Preguntaron los dos niños al unisonó, acercándose preocupados apenas se dieron cuenta de que algo estaba ocurriendo.

— Me caí y me duele un poco, pero no sé preocupen. — Mintió Maya secando sus lágrimas rápidamente, para no preocupar a sus hijos más.

— Voy a llevar a su mamá adentro y llamaré al doctor para que la revise, no se preocupen, sigan jugando. — Les dijo Victor cargando a Maya estilo princesa.

A pesar de las palabras de su padre, los niños los siguieron preocupados.

Después de dejar a Maya en su cama, Victor la inspeccionó con la mirada y al ver que ella parecía estar bien suspiró aliviado, antes de llamar al doctor para que igual este se asegurara de que no estuviera lastimada de ninguna manera.

Maya a pesar de que aún tenía muchas preguntas en su mente y su corazón no dejaba de doler, intentó mantenerse calmada, porque sabía que sus hijos la estaban observando y no quería preocuparlos más.

Media hora después llegó el doctor y luego de asegurarles a todos que Maya estaba completamente bien, fue que los niños finalmente salieron de la habitación y Victor miró a Maya intentando buscar en su mente las palabras adecuadas para explicarle lo que había sucedido ese día.

— Porque no quiero verte llorar de nuevo, porque me duele ver lo que sucedió ese día por mi estupidez y me arrepiento demasiado, pero muñequita créeme que en ese momento hice eso porque pensé que era lo mejor para ti, pensé que te haría muy infeliz si te quedabas a mi lado, perdóname. — Pidió Victor tomando su carita entre sus manos y mirándola a los ojos.

— Está bien, te creo. — Musitó Maya, confiaba en él, por la forma en que la trataba cada día, por lo amoroso que era, el amor en sus ojos y que sabía que si estaban juntos antes de su accidente era porque ella sabía las razones por la que él había hecho eso y había decidido perdonarlo, así que no tenía caso no hacerlo ahora, más cuando sabía que realmente no había pasado nada entre él y esa mujer. Además tampoco podía imaginarse estando lejos de él, después de estar viviendo como en un hermoso sueño estás semanas con él y sus hijos, estaba siendo muy feliz, no quería terminar con eso por algo que se suponía que ya habían solucionado.

Aún tenia muchas preguntas en su cabeza y sabía que él prefería guardarse algunas cosas porque pensaba que era lo mejor para ella para no lastimarla más y aunque ella no estaba segura si esto era realmente lo correcto, no podía culparlo, porque él estaba ocultando estás cosas porque no quería verla sufrir y si ella estuviera en su lugar haría lo mismo.

Nadie quiere ver sufrir a la persona que ama.

— Muchas gracias muñequita mía, te amo con todo mi corazón, lamento mucho haberte hecho pasar por todo eso cuando no lo merecías y voy a recompensarte, seré tu eterno sirviente, quien está para ti siempre, te adora y te cuida. — Prometió Victor antes de darle un beso en la frente a ella, aliviado de que Maya pudiera entenderlo, porque se volvería totalmente loco si la perdía.

Maya al escuchar estás hermosas palabras le dio una sonrisa pequeña.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa Obligada Del CEO Paralítico