Arthur
Tengo la vista nublada, debido a que no he podido pegar los ojos en toda la noche, mis niñas están en casa de su tía Laura, quien es editora en jefe, en la editorial que levanté junto a mí esposa, luego de la discusión que sostuve con Lissy, Laura decidió que lo mejor sería que las niñas se pasarán ésta semana con ella, hasta que ambos estemos calmados, me siento muy decepcionado de mí hija mayor, y ella nunca se había comportado así, si es algo altanera, pero no agresiva, al menos eso creía, hasta que golpeó a su compañera, la sanción que impuso la escuela es que debe permanecer en detención durante ésta semana y hablar con la psicóloga hasta que la profesional lo determine, no me agrada la idea de una terapeuta escolar, pero con Anika aprendí que necesitamos ayuda, y no es porque estemos dementes sino más bien para poder aprender a lidiar con los conflictos, Anika es una Psicóloga excepcional y a pesar de que llevo poco conociéndola confío en ella, hay algo en sus ojos, su forma de ser que me transmiten paz.
Poso mí antebrazo en mis ojos, llevo dos noches sin ver a mis hijas y ya las echo de menos, llamo a Laura a su celular, pero no me deja comunicarme con ella, siempre tiene la excusa de que no es buen momento para hablar, pero ya me estoy cansando de eso, necesito que mi hija me perdone por no escuchar su versión de la historia ya que no le di oportunidad de hacerlo y me siento mal por mí actitud, pero es que a veces siento un enorme peso sobre mis hombros que no sé cómo manejarlo, tengo ayuda de personas a mí alrededor, pero no son la ayuda que necesito, Nancy sabría qué hacer y qué no hacer, pero ella no ésta y a mí me queda improvisar, mover mis hilos y escribir una nueva historia pero no quiero.
Anhelo con todas mis fuerzas que ella regrese a mí, pero aunque lo pida mil veces eso no es posible, y tengo que asimilar que eso ya nunca pasará, dos gruesas lágrimas salen de mis ojos, el corazón me duele y su recuerdo me lástima, debo ser fuerte y salir adelante por mí y mis hijas.
El cáncer es el peor enemigo de la humanidad, no solo destruye física ni mentalmente a la persona que lo porta, sino también que desafía a los seres queridos, retando su valor, su fe, su amor y paciencia, el cáncer no sólo terminó con mi esposa, sino también con la madre de mis hijas, mi compañera de aventuras, el amor de mi vida, Nancy una mujer fuerte y decidida siempre con todo en orden, y no logró vencer esa enfermedad.
Me levanto de la cama con pesar, Lourdes está en su habitación, solo estamos nosotros dos sabemos en casa, llego a la habitación de mí princesa menor y enciendo las luces, su olor infantil me saca una sonrisa, mi pequeña electrizantes pelirroja, es muy tierna e inocente, sé que extraña a su madre, recuerdo todo lo el amor que mi esposa le manifestaba durante el embarazo y ya luego de que nació, el amor se intensificó al triple, tomo uno de los peluches que tiene sobre su cama, es un conejo blanco al cual le llama lindo blanco, ella es muy buena poniendo nombres, salgo con el conejo en la mano y me dirijo a la habitación de mí princesa mayor, quien me enseñó hacer padre de quién era inseparable, tiene un carácter fuerte como el de su madre pero es un amor, ella es muy delicada con sus cosas, el día que discutimos desordenó su habitación diciendo que así es cómo siente que está su mente, esa palabras no las analicé en ese momento pero ahora con lo que Anika me ha aconsejado, puedo interpretar que está pasando por muy mal momento y yo no estoy poniendo de mí parte para apoyarla.
Después de un largo rato de meditar en silencio, a mitad de la noche me recuesto de mí cama y duermo unas horas, a la mañana siguiente ya duchado, vestido y luego de desayunar con Lourdes llego a la editorial, en donde todos están enfocados en lo suyo.
Estamos en una campaña para descubrir talentos nuevos, fue una brillante idea de unos de los editores, por supuesto todos estuvimos de acuerdo, luego de leer la primera parte del cuento de Anika, se me ocurrió que ella podría entrar al concurso, por eso la anime a qué lo terminara, ella es muy inteligente y su historia es única, va dirigida a todo público, no sólo habla de la superación personal sino también que educa mejora la Lectoescritura en niños que tienen dificultades, Lili es un gran ejemplo de ello.
Entro a mí oficina y con mí asisten Pedro nos ponemos al día, tengo varias juntas en la mañana que me toman todo el tiempo, hasta la hora del almuerzo, Laura viene a buscarme como todos los días, no me había topado con ella en la mañana ya que estaba en sus asuntos.
— ¿Cómo están las niñas?— le pregunto en cuanto la veo, — ¿han dormido bien?— indago.
— Sabes que conmigo siempre están bien— me dice con altanería, pero no hace que me moleste, Laura y Nancy eran inseparables, Laura se desvivía por su hermana, hizo hasta lo imposible para que mi esposa no falleciera pero nada fue suficiente.
—Las pasaré a buscar a la escuela hoy, ya fue suficiente de no hablar con ellas— le digo mientras abordamos el ascensor que nos deja en la recepción, el edificio en donde está la editorial es de tres pisos, estamos en el centro de Londres muy cerca de él vecindario en donde vivo con mis hijas, de vez en cuando almuerzo en casa con ellas.
— No creo que sea momento, déjala unos días más— me pide cuando nos subimos al auto, lo pienso unos segundos, pero no me convence así que en cuanto llegamos al restaurante donde comeremos le dejo las cosas claras.
—Laura, se que amas a mis hijas, pero debo solucionar las cosas con Lissy, no puedo dejar que el tiempo pase y continuemos enojados— le digo mirando sus ojos, ella es una mujer muy bella y atractiva, la quiero mucho por ser la hermana que fue con mis esposa y tía que es con mis niñas — alguien me dijo que no es bueno dejar pasar el tiempo— le confieso recordando las palabras de Anika.
— ¡Así!—dice con algo de reproche —y se puede saber ¿quién es ese alguien, que se entromete en asuntos familiares?— habla con molestia.
— Eso no importa ahora, lo que te digo es que me llevaré a las niñas para solucionar las cosas— le digo a comiendo de mí plato.
— Fue esa mujer cierto— me dice —no sé qué tipo de relación tengas con ella, pero mis sobrinas ya tiene madre y tiene una tía que las ama como tal— su actitud es desafiante.
— ¿De que hablas?— indago algo confundido.
— Es por la tal Anika, ella te mente ideas en la cabeza.
— ¿Conoces a Anika?
— Pues claro, cómo no si todos hablan sobre ella, no me gusta para nada el que se tome atribuciones que no le corresponden, sabes que el otro día estaba en la habitación de Lissy, que falta de respeto es esa Arthur, como permites que una desconocida entre a tu casa sin estar algún adulto responsable en casa— está en modo protectora.
—Anika es una profesional que nos está ayudando— le digo la verdad, sino fuera por Anika Lili repetiría el grado y su autoconfianza se iría al retrete
— Todo delicioso— contesta Laura, poniendo un mechón rojo de su cabello detrás de su oreja, el coqueteo entre ellos es más que evidente, no sé si el cree que ella es mí pareja pero no disimulan nada, así que solo asiento y pienso en Anika.
No sé qué pasó entre ella y su pareja pero él debe ser un idiota, porque a pesar de no saber los motivos sé que ella no es responsable de su separación.
Cambio el tema con Laura no quiero que se altere, creo que el hecho de imaginarme con otra mujer que no sea su hermana no le sienta bien, y la entiendo perfectamente pero no pienso estar con ninguna otra mujer.
Luego del almuerzo paso por la escuela de las niñas quienes se sorprenden de verme, y Lili salta sobre mí para que la cargue en mí brazos, la extrañé mucho, ella me da beso en la cara y Lissy no se acerca mucho, la abrazo y beso su frente.
—¿La pasaron bien en casa de la tía Laura?— le digo y me cuentan cómo les fue, ellas aman a su tía mucho y se divierten mucho con ella.
Al llegar a casa con mis dos Princesas, Lourdes les dan la bienvenida, ella comen y luego de ponerse cómodas deciden ir a la librería.
—Lourdes lleva a Lili, Lissy las alcanza después- le digo y veo como mí hija mayor se tensa un poco, cuando estamos solos ella y yo, la tomó de la mano y la llevo al sofá — perdón por no escucharte— le pido — quiero que sepas que soy tu padre y que estoy para ti siempre, eres mí Princesa mayor, todo lo que te pase me afecta y quiero que confíes en mí— le digo y sus ojos se llenan de lágrimas.
— Lo siento mucho papá— me dice mí niña —yo no quiero decepcionarte— pero yo decido olvidar eso y restaurar mí relación con mí princesa.
— Te amo, Sisi— le digo el apodo que le puse el día que junto a mí esposa escogimos el nombre que llevaría Lissy, así tal cual, mi esposa dijo que ese es el apodo o abreviatura de Elizabeth o Lisbeth, entonces yo le dije que el apodo sería Sisi, desde hace un año no le decía así, ella se arroja a mí brazos y la cargo como cuando era bebé — mira— le entregó las boletas que Anika me obsequio para el teatro, la función de ópera no es de las favoritas de Lissy pero será una cita de padre e hija —solo iremos tu yo— le hago saber y se emociona mucho más ya que hace muchísimo tiempo que no salimos solos los dos.
Después de hablar y confesar nuestros sentimientos, decidimos ir a la librería, acompaño a mí hija entramos y el impacto de la bella rubia que carga en sus piernas a Lili me deja anonadado, Anika no es solo inteligente, es delicada, cuidadosa y fuerte, sus ojos miran en mí dirección por una extraña razón me siento cosquillas en todo el cuerpo, la sangre circula por mis venas cómo si fuera un chorro abierto.
Es el impacto de verla frente a frente lo que no comprendo, creo que al estar tanto tiempo sin tener a una compañera a mí lado, hace que alucine con ella, pero me reprogramo y desisto de pensar en ella de esa manera.
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