Arthur había contratado una decoradora para la fiesta de cumpleaños número 7 de Lili, la decoración es bellísima, el tema la fiesta son los conejos ya que estos son los animales favoritos de Liliana.
La granja de los padres de Arthur es el escenario Perfecto para que la fiesta se lleve a cabo, en dicho rancho hay ponis, cabellos pura sangre en exhibición, conejos en sus jaulas, entre otros animales domésticos.
Empujo la carriola de Alia, Spitalfields City Farm, es la granja en la que nos encontramos, paseo con mi bebé en el entorno donde se desarrollará la fiesta.
Los globos rosa y dorado forman una bella combinación, Lili está vestida de Princesa con un largo vestido dorado y sus cabello trenzado en un cola, luce tan feliz rodeada de sus amigos.
Arthur planeo un día de fiesta para Lili, el cumpleaños tiene varias etapas, primero se llevará a cabo la sección de fotos, luego el almuerzo, la piscina, cabalgar con jinetes entrenado en el que los niños podrán pasear por la granja y disfrutar de ella naturaleza.
Estoy muy contenta por Lili, a su corta edad a tenido que enfrentar muchos retos, pero es un nena muy valiente, siempre se esfuerza por complacer a los demás, ella dice que eso la hace feliz, es tan noble y tierna que provoca que la quiera.
Arthur y sus hijas sin dudas se convirtieron en gente importante e indispensable en mí vida, y es que el amor que me brindan, es tan puro y sincero que me siento segura y en paz.
—¡Llegaron!— me dice feliz Arthur cuando se percata de mí presencia y de Alia.
—Gracias por la invitación— me acerco a él y lo abrazo, siempre huele delicioso, beso su mejilla y me separo de él, me acerco a la cumpleañera y la abrazo —feliz cumpleaños nena— le entrego la caja donde se encuentra el conejo negro que compré para ella, sus ojos verdes se iluminan, así como cuando logró leer bien un párrafo completo cuando le ayudaba a identificar las palabras.
— ¡WOW! Es hermoso Ani— da saltos de alegría —me encanta… —beso su frente y Arthur toma en brazos a Alia.
— Me alegra que te guste nena, es un varón, ¿qué nombre le quieres poner?— ella forma una o con sus labios rojos, piensa unos segundos y luego dice.
— Le llamaré príncipe_ no se le escapa una sonrisa del rostro.
Saludos a los demás incluyendo a los padres de Arthur —ellos son Elizabeth y Rodrigo Jones— me los presenta, con cortesía correspondo al saludo, sus padres son más o menos de la edad de mí abuela, les brindó mí más sincera sonrisa y me presento.
— Mucho gusto, soy Anika Brown.
—Entonces eres real— dice la señores Elizabeth, todos reímos por su comentario.
—Llegamos a pensar que eras un personaje ficticio del mundo de Lili— secunda su esposo el señor Rodrigo.
— Ésta debe ser tu bebé, ¿cierto?— indaga Elizabeth, señalando a Alia quien observa todo con curiosidad, mí bolita de algodón no se queda atrás en belleza, le puse su ropita color rosa pálido que hace resaltar sus enormes ojos azules —es una belleza— continúa diciendo la mujer.
Pasamos la tarde y los niños no paran de jugar con los castillos inflables que están en el patio.
— Anika por favor, tomate una foto con nosotros— me pide Lissy, el camarógrafo está haciendo la sección de fotos, me acerco a la familia Jones que posa detrás del pastel.
—Sí Anika, ¡ven!—me pide Lili.
—Arthur puedes cargar a la bebé— dice Elizabeth y su hijo obedece —bien, Rodrigo sal de ahí— le pide a su esposo —Anika por favor, ubicate cerca de lissy— nos posiciona la señora.
Detrás de la mesa de dulces, Arthur con Ali en brazos, Lili en su silla sentada, Lissy a la izquierda de Lili y yo al lado de Lissy, posamos a la cámara.
—¡Sonrían!—nos pide el camarógrafo y eso hacemos, nos toma varias fotos en distintas posiciones, los padres de Arthur se nos unen, junto a Laura la tía de las niñas quien había llegado.
Pero Laura no fue la única en hacer acto de presencia, ya que Nikolas, Nikole y Dániel, se aparecen en mí campo de visión, el corazón se me paraliza debido a la sorpresa, no esperaba verlos aquí.
Posamos para una última foto, y los ojos de Nikolas no se despegan de Alia, observa a Arthur y cuando el camarógrafo finaliza la sección de fotos, Nikolas se acerca a Arthur para que le permita cargar a su hija.
—¡Feliz cumpleaños Liliana!— Nikole se acerca con Dániel quien le extiende un regalo a la cumpleañera y ésta lo recibe feliz
— Muchas Gracias— agradece la Peque pelirroja —¿quieres jugar Dániel?— invita, éste me saluda con un beso al que correspondo con alegría.
Nikole saluda a los presentes, Nikolas por igual.
—No sabían que vendrían— le digo a Nikole.
— Arthur nos invitó.. Bueno invitó a Dániel— dice.
La fiesta continúa y Alia empieza a llorar porque tiene hambre, —préstame, tiene hambre— le digo a Nikolas, el me la pasa y yo la tomó en mis brazos y me aparto a prepararle un biberón.
Le doy de comer a mí hija bajo la mirada de Nikolas, —no bebieron venir solas— me dice.
Me acomodo en la mecedora del pórtico de la propiedad de los padres de Arthur, Elizabeth me ofreció una habitación para que estuviera más cómoda pero preferí quedarme acá.
—No es tan lejos— le digo, la granja solo está a una hora de la ciudad.
—Cuándo quieras irte me avisas, no quiero que se marchen solas— me ofrece y acepto, no es muy cómodo viajar en transporte público con un bebé en brazos.
— Está bien— le digo, Alia se termina su biberón.
—Claro, perdón, hablamos mañana—me dice, me dirijo a la puerta y la abro.
Me despido de Nikole y Dániel que se quedaron en el auto, cuando el sale cierro la puerta y me voy hasta mí habitación, me saco la ropa y me ducho.
El lunes llegó y debo ir a trabajar, me ocupo de mí hija y limpio un poco la casa, estoy lavando las ropas de Alia cuando el timbre de la casa suena.
Vigilo que Alia esté jugando en su cuna y me dirijo a la puerta, al abrir me doy cuenta que es la enfermera de mis abuela, el corazón se me paraliza, y si le pasó algo malo a mí abuela?.
—Buen día señorita Anika— me dice.
—¿Qué pasó, mi abuela ésta bien?— pregunto alarmada.
—Por eso vengo señorita— en mi mente me imagino un sinfín de escenarios y ninguno es bueno —la señora Miriam, salió del coma— los ojos se me llenan de lágrimas —en la madrugada abrió los ojos, su cuerpo está débil y habla muy despacio producto del derrame cerebral que tuvo— me llevo las manos a la boca.
—¡Dios, gracias!— le agradezco con todo mi corazón el que mi abuela ya esté fuera de peligro, abrazo a la enfermera, ella ha estado muy al pendiente de mí abuela.
La alegría que siento en mí corazón no la puedo describir, las emociones que siento no me dejan hablar, quiero volar hasta el hospital y besar a mí abuela.
Preparo todo en casa y dejo a Alia con Nahomi, le pido permiso a Ritha y junto a la enfermera llego al hospital donde se encuentra doña Miriam Brown.
Abro la puerta de su habitación, ella está sentada en la camilla mirando el televisor.
—¡Abuela!— logro articular, corro hasta ella que al verme llora.
—¡Ani..!— dice con dificultad, llego hasta ella y la abrazo, la envuelvo en su pecho, como si quisiera que nunca más se dormidera, que no me dejara, le lleno la cara de besos.
—No sabes cuánto te extrañé— le digo feliz, la enfermera mira la escena y se pone a llorar.
La doctora nos pone al corriente de su progreso, le cuánto parte de la historia que pasé omitiendo los detalles fuertes, no hay nada que me quité la felicidad que me abarca.
—Tienes una bisnieta— le digo y me mira, le muestro la foto que tengo en mí celular, ella no parta los ojos de la imagen.
— Es.. Igual ..A ti..—se esfuerza en hablar
—Cuando te den el alta la conocerás— le garantizo.
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