My Last Sigh romance Capítulo 17

Ya pasaron dos semanas desde que me hice novia de Ezequiel, ahora es más atento conmigo. Después de la universidad me va a buscar y almorzamos juntos. También hace una semana empecé el tratamiento, ahora la mayoría del tiempo me siento muy cansada para hacer cualquier cosa.

Hace dos semanas, me enteré que voy a ser tía, Hazel está embarazada de un mes y medio, se ve muy feliz y Dominick igual.

La alarma de mi celular suena y la apago con flojera. Se supone que hoy es mi cumpleaños, se me hace un poco raro que mi familia no haya venido a felicitarme aún. Me levanto con flojera y voy al baño. Al salir, me pongo ropa interior, un vestido lila pegado hasta mi cintura y luego cae suelto (me queda cinco dedos arriba de la rodilla) y unas baletas negras. Me maquillo un poco para no verme tan mal y suelto mi cabello. Tomo mi bolso y bajo las escaleras.

—Buenos días, familia —digo y ninguno se inmuta.

—Buenos días —dicen sin mirarme.

—Ya me voy —dice mi hermana, se pone de pie y besa la mejilla de mi mamá y la mía, a Isaac le da un zape.

—Auch —se queja mi hermano y ella se va riendo.

—Isaac, ¿nos vamos? —preguntó.

Mi hermano asiente y nos despedimos de mi mamá. Nos subimos a su auto y me llega un mensaje de Ezequiel.

Ezequiel 7:02 am

Buenos días, ¿cómo amaneció la novia más hermosa? Espero que bien, mi amor, hoy no podré pasar por ti a la universidad. Tengo algo muy importante que hacer. Te quiero.

¿Mas importante que celebrar mi cumpleaños? Mi si quiera me felicitó. Todos se han olvidado de que cumplo años. Hago una mueca.

Yo 7:05 am

Buenos días, estoy bien. Me hubiera gustado pasar el día contigo, cariño. Pero está bien, diviértete.

Respondo el mensaje y guardo el celular en mi bolso. Isaac me mira de reojo, pero no dice nada. Yo ruedo los ojos y me acomodo. En pocos minutos llegamos a la universidad y me bajo del auto. Busco a mi amiga con la mirada y la encuentro hablando con su hermano que llegó de Canadá unas semanas atrás. Su nombre es Felipe, mi querido amor de la infancia.

—Llegué yo —digo y me siento al lado de Felipe.

Él me dedica una sonrisa amigable.

—Hola —saluda Marina y se va a saludar a su novio.

Y mi hermano al fin le pidió ser su novia, llevan como tres días de novios.

—¿Cómo estás, Claire? —me pregunta Felipe y hago una mueca.

—Bien, supongo.

Definitivo, todos olvidaron mi cumpleaños. Se siente mal. No es que me importe mucho mi cumpleaños, pero al menos quería pasarlo con mis amigos y familia. Lástima que a todos se les olvidó.

La mañana se va muy rápido y al salir de la universidad, Marina me convence para ir de compras. Hasta Felipe la apoya para que vaya y a regañadientes acepto. Ya llevamos como una hora aquí y ella no decide que se va a comprar.

—¿Por qué no te pruebas ese conjunto, Claire? — me muestra un crop top negro y un short negro talle alto.

La miro incrédula.

—Yo no voy a comprar ropa —respondo a la defensiva y ella rueda los ojos.

—Yo te invité a venir de compras, yo pago la ropa. Así que ve a probarte esto, es una orden niña — me da el conjunto y se va a buscar más ropa.

Yo ruedo los ojos y voy a los vestidores a medirme eso. Me lo pongo y se me ve muy bien. Queda al descubierto una delgada línea de la piel de mi estómago, pero no me queda nada mal. Salgo y ella me mira sonriendo.

—Perfecto, ahora vamos por los zapatos —hago una mueca y ella rueda los ojos.

Hoy será un día agotador.

Vaya cumpleaños.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: My Last Sigh