No más palabras romance Capítulo 138

Así que decorar mi casa para navidad se vuelve mi misión de vida esta noche. En casa de papá, aun cuando en un principio estuvo reacio, Amber y yo logramos animarlo a poner un poco de decoraciones navideñas. En realidad, Amber hizo casi todo porque yo estaba más enfocada en fastidiar a papá para hacerlo reír. Fue agradable y me sirvió para darme cuenta de que Amber se ha vuelto más que la enfermera y cuidadora de papá, ella es parte de nuestra pequeña familia. Incluso Edgar apareció en casa y cocinó, lo hace mucho mejor que yo.

Recojo mi cabello en una cola alta y veo la exagerada cantidad de adornos de navidad que he conseguido. Suelo hacer decoraciones sosas, pero este año quiero algo diferente, algo grande que me dé espíritu de navidad y llene mi casa de colores, además, este año papá vendrá a mi casa y Rayan aceptó venir con Summer a celebrar las fiestas conmigo. Tener una niña tan llena de vida como Summer llenará mi casa de alegría.

Mi Tablet suena con una nueva notificación y estoy ansiosa como asustada porque sé que se trata de un nuevo correo. Y sé que se trata de Paul.

Asunto: Adelanto de navidad.

"Sé que usted se dirá ¿Y hasta cuándo es que este escritor será un grano en el culo?

Fácil mi querida Elisabeth: hasta que usted se dé por vencida en la lucha de voluntades o simplemente se atreva a decirme «basta», porque hasta que no tengamos un verdadero cierre la historia no termina.

Pero esa no es la razón de mi correo, está vez mis razones se remiten a un deseo de hacerle llegar por adelanto su regalo de navidad. No pretendo que sea especial o marque su vida, pero espero que al menos sea capaz de generar una de esas preciosas sonrisas que solo usted sabe dibujar en su rostro, de esas que con esmero me empeñé en plasmar en Elizabeth (no puede seguir mintiéndose y negándose a admitir lo que siempre se supo: usted es mi Elizabeth).

Así que espero y mi regalo al menos le otorgue una pizca de felicidad, eso es todo lo que pido. Es todo lo que quiero.

Con amor, Paul Coleman"

¿Y el regalo? ¿Dónde está el regalo adelantado?

¡Pero menuda estafa me hace el escritor! Estoy muy tentada a responderle, pero la verdad es que desde mi cumpleaños no he respondido ninguno, incluso cuando han existido más de uno a los que he querido responder.

Aún no termino de leer el borrador, me queda poco menos de ochenta páginas, soy lenta leyendo libros y sin embargo este ha sido el que más rápido me he dedicado a leer. Creo que no le respondo por miedo a dejarme llevar. Quiero cerrar esto habiendo terminado de leer la historia de Paolo y Elizabeth.

— ¿En dónde está mi regalo?

Creo que tampoco tengo permitido quejarme si tomamos en cuenta que yo no tengo ningún regalo para él, que ni siquiera me esforcé en pensarlo. Hay una vocecilla en mi cabeza haciéndome sentir culpable ante el hecho de que Paul se está esforzando mucho por un nosotros que yo me empeño en bloquear.

Sé que quiero mi vida antes de Paul, la vida que era tranquila, poderosa y controlada. Yo no era infeliz, disfrutaba. Pero también sé que mi vida después de Paul ha sido un torbellino donde compartimos muchas cosas en un tiempo corto en el cual todo fue apasionado, rápido, intenso y no planeado.

Sí, han sucedido cosas feas, pero todos tienen razón cuando dice que no todo puede ser miel sobre rosas ¿Qué derecho tengo a tener un verdadero amor si solo acepto las partes buenas? Antes no solía ser de asustarme, pero ahora estoy tan aterrada de sentir más dolor, es como estar paralizada.

Sé que debería arriesgarme, pero también sé lo bueno y tranquilo que es la comodidad.

Dejo la Tablet sobre la mesita frente a mi sofá y suspiro. Tomo una de las cajas con adornos y comienzo la tarea de decorar mi hogar. Pongo un poco de música, porque soy bien afortunada y Brody me ha regalado el EP de seis canciones que está promocionando la discografía con el fin de probar el mercado. Él es bueno, yo sé que le irá muy bien y que cuando Notitardes24 regrese en enero, lo anotaré en mi lista de invitados. Fui su primera entrevista y me gustaría hacerle otra.

Como el EP consiste solo en seis canciones, programo que se repitan mientras tarareo, seguramente en cualquier momento me aprenderé las canciones. Es un poco aburrido hacer esto sola, pero me he dado cuenta que necesito de mi espacio, las personas no pueden solo estar a mi alrededor como si yo fuese frágil. Personas en el mundo pasan por situaciones mucho peor y aun así se levantan. Soy fuerte y estoy de pie.

Abro un paquete de  Doritos sabiendo que mañana me arrepentiré, pero lo disfruto junto a una gaseosa y me pienso que quizá después pueda ir por el helado. No va tan mal esto de la decoración, pero entonces el timbre de mi casa suena sobresaltándome.

Bueno, sé que dije que podía decorar sola, pero llevo un poco menos de la mitad y se acepta ayuda de los corazones bondadosos. Veo rápidamente la hora en mi Tablet: seis de la tarde. Supongo que el tiempo a veces, siempre, pasa un poco rápido.

El timbre suena de nuevo y abro la puerta con rapidez sobresaltando a la persona del otro lado. Tomo una respiración profunda mientras él me da una pequeña sonrisa.

—Hola, señorita Cortés.

Mi mano se aprieta en la manilla de la puerta porque su voz tiene el mismo impacto que tuvo en mí la primera vez que fue al estudio a confrontarme y prometer darme la mejor historia de romance. Su cabello de nuevo va del mismo largo que cuando lo conocí, con muchas ondas y enroscado en las puntas. Sus ojos no se ven triste y está tan en forma como lo estuvo antes, ni siquiera lleva su mano vendada. Trae un abrigo que se ve de marca y que lo protege del frío; y él también se dedica a observarme. Trato de recordar qué se supone que estoy llevando: un short de jean, una camisa holgada y medias, pero de igual forma tener la puerta abierta hace que el frío cale hondo en mi piel.

—Hola, Paul—termino por decir y su sonrisa se hace más amplia.

— ¿Puedo pasar? Hace mucho frío.

— ¿Cómo se llama? Mis peces solo se llamaban por número y ni siquiera los diferenciaba—estiro mi dedo tocando el caparazón de la tortura que se esconde, sonrío.

—Se llama  Dreams. Me pareció un nombre adecuado para tu mascota.

—No lo hubiese pensando. Hola,  Dreams, prometo hacer todo lo que esté en mis manos por ser una buena cuidadora—alzo la vista hacia Paul—. Gracias, no tenías que hacerlo.

—Pero yo quería.

Y yo no tengo nada para darle. Él observa alrededor notando mi desastre en proceso de decoración. Camino hacia el lugar donde solía estar mi pecera y lo escucho decirme cómo debo alimentar a mi nueva amiga. Me giro y sigue observando alrededor.

—Estoy decorando, quiero muchas cosas de navidad en mi casa.

—Lo noto—sonríe—. Es como si hubieses robado los adornos de un centro comercial.

—Solo fui y asalté las tiendas.

—Creíble—sonríe— ¿Necesitas ayuda?

—Uhm, creo que puedo sola.

—Verás, Elisabeth. Te acabo de dar un regalo y no he recibido nada a cambio—mis mejillas se sonrojan ante la vergüenza de la verdad de su declaración—. Lo sé, es vergonzoso ser quien queda con las manos vacías, me pasó una vez en navidad, pero te ofrezco una solución.

»El regalo que yo quiero es que me permitas pasar estos minutos contigo y te ayude a ordenar todo este desastre. Déjame construir la navidad contigo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras