No más palabras romance Capítulo 31

— ¡Dios! Odio esto Elisabeth. No era mi intención meterme con un hombre casado, sé que fui una ingenua al creer en su palabra, pero ¿Está mal ilusionarse y creer que encontraste a una persona especial?

»Sabes lo que pienso de la infidelidad, no me gusta y nunca hubiese estado con Carlos de haberlo sabido. Me dolió escucharla decir todas esas cosas y me dolió cuando empezó a llorar y culparme de ser un bache en su perfecto matrimonio.

—Oye, yo sé eso. Tranquila— limpió sus lágrimas—. Incluso si tú lo hubieses sabido, Candece no estúpida, ella sabe que uno simplemente no obliga a un hombre a tener sexo o vivir una aventura, bien grandecito que está ese vejestorio para saber las decisiones que toma.

—Lloro de impotencia. Si esto llega a salir por los medios... yo, me veré como la mala y será horrible que todos vean lo que hice.

—Nadie va a saberlo, ella no va a decirlo. Ella tiene una imagen que cuidar y su matrimonio de fachada perfecto no debe caerse. Vamos a olvidar esto ¿De acuerdo? Vamos a verlo como un simple error que no volverá a pasar.

—Soy estúpida por llorar por esto, pero me da rabia y vergüenza.

—No tienes nada de qué avergonzarte Sabrina. Eres una buena mujer y Candece junto a su vejestorio se pueden joder. Tú eres demasiado para darle atención a cualquiera de los dos. Tú vales mucho ¿Quieres un abrazo?1

—Y chocolate.

Me río mientras la abrazo, ella también se ríe.

—Eres mi mitad perfecta Elisabeth, quizás deberíamos ser lesbianas.

—Pero me gustan los penes.

—Cierto, no puedes vivir sin eso.

— ¡Oye! — dejamos de abrazarnos mientras nos reímos.

La ayudo a limpiar el poco maquillaje que arruino y luego luce perfecta como siempre. Alguien tan hermosa tanto por fuera como por dentro no debería sentirte cohibida de su belleza. Los constantes comentarios que ha recibido sobre su vida de cierta forma han moldeado mucho la forma de ver la vida de Sabrina.

Creo que ella algunas veces ve su belleza y sensualidad como una maldición.

— ¡Sabri!

Ambas volteamos antes de que una dulzura de cabello castaño abrace su pierna. Vi a Summer cuando llego, pero Sabrina no porque recién llega.

— ¡Summer! — Ella se agacha y la abraza— Mira nada más ¡No dejas de crecer!

—Un día seré grande como tú y así de bonita.

—Cariño, ya tu eres preciosa— Sabrina besa su frente— ¿No deberías estar con la abu?

—Ella está algo enferma. Así que vine con papi— Summer se gira hacia Rayan— ¡Papi mira! Tenías razón, Sabri ya llegó.

—Eso veo.

—Estaba triste de si no venías, pero papi dijo que no me preocupara que tú siempre venías y no mintió.

—Sí, siempre vengo.

—No, no eso— se ríe cubriendo con su pequeña mano su boca—. Le pregunté si estabas linda y dijo que sí, que seguías preciosa— se ríe una vez más.

Sonrío y enarco una de mis cejas hacia Rayan quien está muy ocupado viendo su reloj. Me encanta la comunicativa que Summer está siendo.

—Papi dijo que comeríamos al salir, dice que sabe que es muuuy tarde para ir a comer luego, pero va ser nuestro secreto ¿Quieres venir? Puedo prestarte mis creyones.

—Uhm...

—Por favor, a papi no le molesta—voltea a ver a Rayan— ¿Papi?

—Si eso quieres niñita.

— ¿Sabri?

Sabrina parece indecisa, le gusta Summer pero no quiere pasar tiempo con Rayan debido a su aun ley del hielo. Yo soy una feliz espectadora agradecida de la existencia e inocencia de Summer.

—Supongo que está bien.

— ¡Sí!

Sabrina besa su frente antes de irse prácticamente corriendo, Rayan le sonríe a Summer, ella le muestra todos sus dientes en una gran sonrisa.

— ¿Lo hice bien, papi?

—Lo hiciste perfecto mi niñita.

—Rayan Davis ¿Planeaste todo este numerito? — me cruzo de brazos.

—No ¿Cómo vas a creer eso?

— ¿Summer?

—Papi y yo hicimos un plan.

— ¿Los 2 o solo papi?

—Solo papi, porque papi es muy inteligente.

—Ya lo creo— le sonrío y me acerco a la oreja de Rayan para susurrar—. Cuidado Rayan Davis, Sabrina ya recibió suficiente mierda hoy así que no seas grosero y déjala que la pase bien con Summer. Te amo.

—Y yo a ti. Deja de amenazar a las personas que solo te hace ver más adorable.

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—Elisabeth

Me volteo ante el sonido de esa voz. Abro mi boca con las más grandes de las sorpresas. Lo observo rascar de manera incómoda su cabellera mientras me observa y luego mira sus zapatos.

»Hola...

Lo veo cerrar sus ojos y entonces su mano va a mi cabello mientras me acerca más. Puede gustarme alguien, puedo ser dentro de lo que cabe una buena chica, pero estoy soltera y el espléndido Andrew Wood, quien es mi platónico, está besándome.

No hay manera en la que no vaya a responder a este beso.

Mis dos manos van a su rostro antes de que comience a seguir los movimientos de su boca contra la mía. Hay una caricia húmeda de su lengua antes de que abra mis labios y profundice el beso.

Andrew puede ser dulce y cariñoso, pero Andrew no es un besador tranquilo. Es un besador muy activo.

No es un beso eterno, tampoco es corto. Dura el tiempo suficiente para dar adrenalina y dejarme un poco sin respiración. Cuando se separa ladea su rostro hacia un lado pareciendo pensativo.

—Ese ha sido un favor muy peculiar.

—Algo bueno en mucho tiempo— se acerca y besa mi mejilla—. Tú solo dinos cuándo venir y aquí estaremos para hablar finalmente.

—De acuerdo, hablaré con tu agente.

—Puedes hablar conmigo.

—No tengo tu número.

—Yo tengo el tuyo, se lo pedí a Max en caso de que no te encontrara aquí hoy. Otra cosa.

— ¿Si?

—No puedo garantizarte que Dexter quiera hablar de su tema en particular, ya sabes, todo el asunto. Pero yo si deseo hablar, me siento listo. No puedo fingir que nada pasó para siempre.

—Gracias Andrew, no pensé que me confiarían esto.

—Eres nuestra entrevistadora favorita.

— ¿Incluso la de Doug?

—Incluso de la rubia— rasca la parte baja de su nuca—. Y sobre el beso.

—Tranquilo, secreto guardado.

—Bueno, iba a decirte que gracias por un buen momento— se ríe—, pero entonces, que sea nuestro secreto.

—Seguro. Esto puede hacer crecer mi enamoramiento soñado— bromeo.

—Ten una buena noche.

—Igual tú, Andrew.

Lo veo irse aún alucinada por todo lo que acaba de pasar. ¿Andrew no estaba viendo a alguien? Nunca lo confirmó, pero las fotos y... ahora con todo lo que sucede ¿Y si besé a alguien con novia?

Antes de que mi conciencia pueda torturarme me recuerdo que cuando Paul y yo nos besamos técnicamente había terminado con Nicoleta, incluso si fueron unas horas de soltería, eso cuenta. ¡Mierda! ¿Y si ahora seré la tortura de la conciencia de Andrew Wood? Si los rumores eran ciertos, entonces espero que la chica nunca me odie o sepa de este secreto, incluso si eso me hace una mentirosa. Nunca dije que fuera perfecta o un ángel.

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