POD
Andrea
— ¿Lo odias?—interrumpo a Elisabeth en sus quejas. Sabrina se ríe encantada con mi pregunta antes de llevar el tenedor a su boca para ingerir su comida.
—El odio es un sentimiento muy fuerte—me asegura Elisabeth—. No odio a Paul, de hecho me agrada su actitud, no es algo que vaya a decirle. Pero siento que lo que quiere dar a entender es que lo que hago es una mierda y no quiere perder el tiempo siendo entrevistado por mí.
— A ver. Tú lo invitaste al programa, él te rechazó—Sabrina toma el mando.
—Educadamente fue grosero.
— ¿Se puede ser grosero de forma educada? Si eres grosero entonces no estás siendo educado— señalo.
—Si lo fue— asegura Elisabeth y me da una mala mirada que me hace reír y mejor seguir comiendo.
—Tú luego le enviaste un correo lleno de insultos.
—Lo certifico—intervengo de nuevo.
—Y él cayó y te regresó la pelota sin perder de nuevo su educación.
— ¡Pero fue grosero de nuevo de forma educada!
—Y así continuaron—Sabrina ignora sus interrupciones—, pero nunca dijo que tu sección fuera mala o tú un horror en ello.
Así que deja de decir estupideces Elisabeth.
—Yo creo que te gusta—me atrevo a decir—. Te entretienes más con sus correos de lo que lo haces en una cita o lo que sea que tengas con los chicos que te aburren. Te encanta recibir una notificación de uno de sus correos y seguir con la disputa. Si te hace sentir mejor, estoy segura de que él lo disfruta tanto como tú.
— ¿Creen que su perfecta novia lo sepa?— pregunta con una sonrisa que no deja nada bueno.
— ¿Qué? ¿Vas a decirle?— se burla Sabrina.
—Ella es tan aburrida.
— ¿La conoces?— pregunto.
—No.
— ¿Entonces? ¿No has escuchado que juzgar sin conocer esta mal?
— ¿Y tú no has escuchado que me da igual las frases blandengues y pienso lo que quiero?— me devuelve con una sonrisa.
Llevo una mano a mi pecho fingiendo dolor—Pero muy en serio, ella es de esas mujeres malas que le restriegan a las fanáticas que están con su ídolo. Toda pegostona con su “Oh, Paul cuando todo está destinado a ser” Y blah, blah, blah.
—Si no supiera que te aburre tener novio, que te aburres en las relaciones y que verdaderamente tu corazón es una piedra, yo diría que estás celosa de ella por tener a Paul caliente Coleman— comenta Sabrina—¿No te gustaría conocerlo?
—Yo lo conocí aquella vez y ¡Vaya! Él es…— suspiro pestañando continuamente de forma exagerada.
— ¿Es más caliente que en fotos?— me pregunta Sabrina interesada.
—Alrededor de él seguro había humo de lo caliente que está.
Ellas ríen ante mi declaración, el celular de Elisabeth suena y rueda sus ojos ignorando la llamada entrante.
—Es Nate, salimos en dos citas y ahora quiere una tercera. Él es muy aburrido, hablando de las escenas de su película. En la entrevista parecía más divertido.
— ¿Estás saliendo Nate Williams?— pregunto en un jadeo— ¡Él tiene un paquete de diez!
¿No te aplastó en un abrazo? Da miedo. Es atractivo pero seguro que parte a todas las que pasen por su cama.
—No estamos saliendo, tuvimos dos citas. Me gustó su acento canadiense y como te dije, en la entrevista fue tan simpático. Pero demasiado narcisista, seguro solo le faltó besar sus bíceps ¡Iugh! Qué bueno que no llegamos a la cama porque también me imaginé a mi entrepierna sufriendo y después de este tiempo de sequía sexual seguro tengo un himen nuevo.
—Elisabeth, no seas exagerada ¿No habías tenido una noche con el periodista de gafas como algún científico bonito? Que te dije que tenía cara de niña.
—Me llamaste lesbiana porque él tenía cara de niña según tú— se ríe— y eso fue hace como seis meses y ni siquiera cuenta. Recuerda que él…
— ¿Qué?— pregunto con mi vena chismosa ávida de información.
—Se vino como dos minutos después de empezar— se tapa el rostro con las manos— ¡Fue vergonzoso para ambos! Solo me medio moví y él ya había acabado, me cabreé y me vestí saliendo lo más rápido que pude.
>>Me escribió luego para compensarlo pero lo bloqueé— se ríe—, fue un fiasco. La peor experiencia sexual de mi joven vida.
—Y tenía cara de niña, demasiado bonito y frágil. Seguro tu perversión quería jugar a la maestra— se burla Sabrina.
—Claro y también a la mamá— rueda sus ojos—. Así que él no cuenta.
— ¿Has tenido muchas experiencias sexuales en tu vida?— me encuentro preguntando.
— ¿Es tú manera dulce para determinar si he tenido muchos tipos?— pregunta divertida— Creo que muchas mujeres tenemos esta cosa de estar contando la cantidad de hombres con la que dormimos como si el número nos hiciera mejor o buenas personas. La única experiencia sexual que conté en mi vida fue mi primera vez y luego el segundo chico porque comparé.
>>Te digo que me aburro mucho por lo que no he dormido con muchos tipos. Tranquila, aun seguro no pasa de mis dos manos.
Sabrina alza su mano mostrándome cuatro dedos, enarco mis cejas sin entender, ella rueda sus ojos.
—Cuatro hombres. Mi primer novio por seis años, mi borrachera de despecho por ese novio, Harry y el idiota casado.
— ¿Si es verdad que estuviste con Harry?
—Si. Cuando entré me llevé bien con todos pero ya sabes ese encanto que tiene Harry.
Estábamos solteros y una cosa que llevó a la otra— sonríe—, estuvimos locos por el cuerpo del otro creo que un poco más de dos semanas y nos funcionaba. Ya luego acordamos que fue un buen momento y que terminaba la cosa loca. No nos afectó. Nos llevamos de maravilla y no veo a Harry con otros ojos. Lo amo como amo a cada uno de mis caramelos pero no es como si me robara suspiros o algo, aunque si que supo volver loca a mis hormonas en aquel mes.
>>Pero eso fue hace como tres años o un poco más. Quizás cinco meses después de que llegué al programa. Lo cual fue una lástima porque me gustaba Rayan. Cuando lo vi mis ojos hicieron dos corazones— se ríe.
— ¿Qué? ¿Rayan y tú?
—Más como yo teniendo corazoncitos alrededor por Rayan.
— ¿Y qué sucedió?
—Rayan tenía novia en ese momento— interviene Elisabeth—, y era muy ciego para notar a una Barbie babeando por él, cuando pasó lo de Harry un tiempo después Rayan estaba soltero de nuevo.
— ¿Y entonces?
Entra a su camerino y busco mi mochila en donde siempre la guardo. Cuando voy a salir me detengo. Parece que este sujeto nota mi presencia porque pasa una mano por su cabello castaño oscuro.
Este hombre tiene que ser el escritor más caliente del siglo.
—Hola ¿Sabes en dónde puedo encontrar a Elisabeth Cortés?
—Eres Paul caliente Coleman o también conocido como Paul de mierda Coleman.
—Adorable apodo, apuesto a que mi papá no encontraría el chiste de esa palabra al lado de mi apellido— sonríe.
Este hombre es demasiado caliente, parece más un modelo de ropa interior que un escritor.
Este es el escritor de las disputas.
—Entonces ¿Podrías decirme dónde encontrar a Elisabeth?
Miro detrás de mí, como si mi mirada pudiera llegar lo suficiente lejos hasta el camerino.
Marco que está pasando para irse responde.
—Elisabeth se fue hace rato.
Él suspira y pasa una mano por su barbilla cubierta por un poco de barba, muerde su labio.
Sacude su cabeza. Este hombre tiene incluso unas ondas en su cabello.
—Supongo que esta es mi señal de que desde luego no debo venir a este programa. ¿Puedes darle un recado por mí?
—Desde luego.
Se inclina hasta estar a mi altura y me ve con intensidad. Jodido cielo.
—Dile que pasé a hacerle una visita para que discutamos como mi gramática y cerebro están tan jodidos como para ir a un médico a estudiar mi retardo mental. Que cuando encuentre una cita con el médico le enviaré los resultados y entonces será bueno que ella acuda a un psicólogo.
>> ¿Puedes también decirle que aún no quiero ser entrevistado por ella? Y que espero pueda practicar en aprender que un no, a veces es la respuesta que va a recibir en esta vida. No todo es sobre su encanto.
—Esas son muchas cosas para memorizar y no sé si va a gustarle escucharlo.
—Bueno, a mí no me gusta que me llame escritor de mierda, pero ya sabes lo que dicen, nunca se tiene lo que se quiere.
—Está bien— concedo—. Por cierto, yo amo tus libros.
Espero Elisabeth no consideré esto como una traición de fraternizar con el enemigo. Él me sonríe y sus ojos se achican un poco.
—Gracias, es genial saber que te gusten. Fue un placer…
—Andrea
—Gracias Andrea
Lo veo irse, Elisabeth puede molestarse todo lo que quiera con este hombre, pero está buenísimo y caliente. Creo que si ambos coinciden la Tierra temblará.
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