¡Papá compró una humana! romance Capítulo 24

-Mi Alfa no quiso ofenderte, Rose. – Dijo Edson siguiéndome por el bosque. – Es solo una parte de nuestras costumbres.

Lo ignoré y seguí caminando. Pronto dejó sus estúpidos intentos por calmarme, ¿Por qué m****a pensaba que con un par de palabras una chica enojada dejaría de estar enojada?

Los tipos humanos y lobos eran todos igual de estúpidos.

Llegué por fin al arroyo y al lugar que de ahora en adelante descansaría mi amiga; fue sencillo reconocer el lugar exacto ya que había como un millón de insectos devorando la comida que Chase me había traído el día anterior. Era como una enorme flecha.

Busqué el tronco de un árbol cercano y me senté procurando no tocar la tierra con mis vendajes ya no tan limpios.

Escuché el suspiro de Edson. Quizá él también había perdido la paciencia conmigo.

-Escucha. – Dijo sentándose a mi lado atrayéndome a su costado para que mi cabeza reposara en el hueco de su hombro. – Sé que algunas de nuestras diferencias culturales pueden ser más fáciles de aceptar que otras, pero te pido que lo reconsideres. Piensa en que Lucía te dejó todo lo que poseía por una razón. – Dijo suavemente. – Si te rehúsas a aceptarlo, nuestro Alfa lo pondrá a la venta para que su hogar sea habitado por alguien más; serían extraños en casa de tu amiga que quizá no comprendan el valor sentimental que tienen cada uno de los adornos en su sala, o algún singular cuadro de gatos, o algún cojín de flores, o…

Sonreí a regañadientes y luego le di un golpe en el costado para que supiera que había entendido y se detuviera.

-El punto es que la única forma de honrar los sentimientos de Lucía es demostrarle que te importa todo aquello que le era importante en vida. – Siguió suavemente. – No te estoy diciendo que vivas ahí si tú no quieres; sabes que mi casa es tu casa por el tiempo que quieras… inclusive si en un futuro me llego a emparejar. Eres mi amiga, Rose, jamás te pondría en una posición con la que no te encuentres cómoda.

Yo le arqueé la ceja recordando lo de esta mañana. Él me guiñó el ojo.

-Acepta lo que Lucía quería para ti; incluso puedes donar todo lo que tiene en su cuenta o utilizar el dinero para conservar en buenas condiciones su casa hasta que decidas qué quieres hacer con ella.

Lo que decía tenía sentido, así que asentí con la cabeza.

-Bien.

No sé cuánto tiempo nos quedamos en esa posición simplemente disfrutando de los rayos del sol que se filtraban por las hojas de los árboles y el ruido de la naturaleza.

-Te invito a comer. – Dijo Edson de la nada.

Yo miré la hamburguesa llena de insectos más allá de nuestro asiento improvisado e hice una mueca.

-Vamos, incluso dejaré que escojas el lugar y que pidas postre.

Se levantó y me extendió la mano para ayudarme a levantar; no lo pensé, lo seguí a través del bosque. De todas formas no tenía nada mejor que hacer.

Sabía que después de un ataque a la manada, todos los trabajos no esenciales eran suspendidos por el periodo de una semana. Eso incluía la escuela así que estaba desempleada de momento.

Escogí un pequeño restaurante en el corazón del territorio; sabía que este lugar era bueno porque los dueños eran los padres de una de mis alumnas más pequeñas; cada que la venía a dejar me iba con alguna delicia ya que no aceptaban un “no” por respuesta.

En cuanto entramos, la dueña corrió a recibirnos y darnos una mesa en el abarrotado lugar.

Yo negué con la cabeza y le hice mímicas de que podíamos esperar, pero ella insistió así que puse mi trasero en la silla que me indicó.

-Vaya, y yo que pensé que era un lobo con buenos contactos. – Dijo Edson encontrando divertido todo el asunto. – Debo admitir que nunca había comido dentro, el lugar tiene tanta gente que prefiero pedir para llevar.

No tardaron ni dos minutos en tomar nuestros pedidos y en diez minutos ya estábamos comiendo.

-Ahora, había otra cosa que el Alfa quería discutir contigo antes de que ofendiera tu tierna sensibilidad de humana. – Dijo después de terminar su primer platillo. – Sé que sabes que no le tengo secretos a mi Alfa, así que ya le he contado el por qué te matas trabajando día y noche.

Yo le enseñé el dedo medio. Yo no “trabajaba”, el jodido Beta me explotaba laboralmente.

-Entonces. – Dijo continuando como si nada. – El Alfa se ofreció a pagar tu deuda con el Alfa Bastian para que así puedas dedicarte a estar de tiempo completo como instructora de nuestra manada. No, no está adquiriendo tu deuda para que se la termines de pagar a él. – Dijo rodando los ojos cuando fruncí el ceño. – Haz hecho una gran contribución en la manada, Rose. No sé cómo sean las cosas en la manada de donde venías, pero aquí el Alfa reconoce los esfuerzos de todos y es generoso en consecuencia.

Lo pensé por un rato. Bueno, sería más agradable tener que pagarle al Alfa Noa que a Bastián por muchos motivos así que era muy tentador…

Yo extendí la mano a través de la mesa abriendo y cerrando la mano. Edson me entregó enseguida su móvil. Cuando terminé de escribir se lo regresé.

-Ah. Entonces supongo que Beatriz es de las que esperan que el príncipe rescate a la princesa. – Dije pensativamente. - ¿Y eso lo dedujiste tú o le preguntaste?

-¿Qué clase de macho piensas que soy? – Preguntó incrédulamente.

-Del tipo idiota. ¿Le preguntaste o no a la loba?

Se quedó callado, así que ya tenía la respuesta.

-Increíble. – Dije con burla antes de ponerme seria. - ¿Qué clase de macho eres tú?

-¿A qué te refieres?

-¿Eres del tipo que busca a su pareja o del tipo que se conforma con cualquier loba que encuentre atractiva?

Nos detuvimos a mitad de la calle y nos miramos a los ojos.

-Soy del tipo que ya encontró a su pareja, pero ella ya había hecho su elección. – Con eso él reanudó su camino.

Bueno, explicaba muchas cosas

-Vamos Rose, Mi hermana y su pareja llegarán esta noche; tengo que ver que la casa que compraron se encuentre abastecida. – Dijo sin voltearse.

Eso me hizo mover los pies de nuevo, la curiosidad siempre eliminaba mis momentos más incómodos.

-¿Han decidido cambiar de manada?

-Si. Quizá no lo sepas, pero la manada de mi hermana ha estado siendo atacada al menos una vez a la semana en los últimos dos meses. ¿Por qué crees que hay tanto papeleo sobre las casas deshabitadas en la manada?

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