Político busca niñera romance Capítulo 18

Narra Amanda.

Después de esa llamada, quedé realmente excitada, tuve que masturbarme pensando en él para calmar mí deseo. Luego de eso no pude dormir, no podía creer que fui capaz de decirle todas esas cosas por teléfono, pero una parte de mí se sentía liberada, y no se arrepentía de nada. Di vueltas en la cama, hasta que decidí ir a la cocina a tomar algo de agua, pero antes vi el reloj, eran la 2:00 am. Llevaba puesto un camisón color crema sedoso con tirantes finos. Me levanté y caminé suavemente por el pasillo, abrí la puerta de Zoé y estaba profundamente dormida, hice lo mismo con Denisse. Después seguí caminando, pero al llegar al borde de la escalera para bajar escuché un ruido en la habitación del Señor White, me detuve en seco.

—¿Qué demonios fue eso?—dije en voz baja.

Dios mío, ¿habrá alguien en su habitación? ¿Será un ladrón? Fueron las preguntas que me hice, ya que mi jefe llegaría por la mañana. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, ¿Qué debo hacer? Me pregunté a mí misma. Decidí caminar lentamente hacia su habitación, miré adentro pero había oscuridad, solo estaba encendida la luz del baño, la cual estaba entreabierta, ingresé a la habitación, visualice levemente un abrecartas, lo tomé para defenderme del ladrón. Luego me acerqué a la puerta del baño y miré lentamente hacia el interior, mí corazón se detuvo cuando miré a la persona que estaba adentro a través del espejo: era mí jefe estaba desnudo, con su polla dura en su mano mientras se acariciaba a sí mismo. Me sorprendió verlo de esa manera, seguramente había cambiado sus planes y quiso llegar a casa antes. Él ni siquiera se daba cuenta de mí presencia, estaba perdido en el momento, mirándose a sí mismo.

Me mordí mí labio inferior al verlo en ese estado, podía ver cada músculo de sus hombros y espalda en el espejo mientras se acariciaba con fuerza. Los músculos de su estómago se contraía con cada tirón de su mano, se ponía más y más duro. Este hombre era jodidamente caliente. Mi cuerpo instantáneamente comenzó a tararear con excitación, sentí humedad en mí coño, su polla era enorme, yo sentía que estaba en el infierno viendo este espectáculo prohibido. No pude evitar meter mí mano debajo de mí camisón para tocarme, estaba cada vez más húmeda, solo me imaginaba estar ahí con él dentro de ese baño follando sin parar, sentir su polla dentro de mí para excitarme sin más. De repente, él comenzó a jalársela rápidamente, claramente quería correrse, y yo igual quería hacerlo, me toque más rápido y en pocos minutos ambos nos corrimos al mismo tiempo, aunque yo tuve que morder mí lengua para que no me escuchará gemir, pero yo si lo puede escuchar a él cuando lo hizo. De un momento a otro su mirada estaba fijamente en el espejo con dirección donde yo estaba ¡Me había pillado espiándolo! no pude decir nada, no pude moverme, no era como estar por teléfono con él, estaba vez estábamos en persona y eso me dio vergüenza, pero algo inesperado pasó. Él de nuevo comenzó a masturbarse lentamente, como si supiera que yo necesitaba verlo de nuevo. Tragué el nudo en mi garganta ante su acción. Comenzó a jalarsela con más velocidad, apenas podía mantenerme de pie ahí viéndolo, mí cuerpo seguía sin reaccionar. Vi su polla ponerse cada vez más dura, mientras sus ojos oscuros estaban fijos en los míos por el espejo, luego se volvió a correr dejando salir toda su semen sobre su abdomen, el gemido que dejó escapar hizo eco a mi alrededor. Mi pecho estaba subiendo y bajando por la adrenalina, mis ojos se encontraron con los suyos de nuevo y vi cómo la satisfacción cruzaba en su rostro, en ese instante finalmente pude reaccionar, salí de su habitación rápidamente, no sabía que más hacer solo se me ocurrió hacer eso. Ingresé a la mía, con el corazón agitado. Esperé un momento a ver si él me buscaba, pero pasaron los minutos y no lo hizo, pensé que quizás eso había sido lo mejor por el momento que acabamos de tener.

***

Al día siguiente salí temprano de casa eran mí días libres, así que eso fue mí salvación para no encontrarme con él en la casa. No después de espiarlo de nuevo masturbarse y yo masturbándome al verlo haciéndolo. Pero no podía negar que ese fue un momento realmente excitante.

Llegué a la cafetería que frecuentaba, pedí un café y una rebanada de Pan. Me senté en un lugar vacío dónde miraba a través de la ventana a la gente pasar por las calles mientras vagaban casualmente de un lado a otro. En ese momento, un mensaje de texto invadió mí celular, mí corazón se detuvo al ver el remitente, abrí el mensaje y lo leí.

Demian White. Solicita la compañía de Amanda Smith.

Asunto: Inspección de la situación de anoche.

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