PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 16

Estamos afuera esperando que Lucio venga con el coche.

-estas muy hermosa- me dice, me lo ha repetido como veinte veces.

-gracias de nuevo, tú también estas muy guapo- le digo y le doy un suave beso, luego me separo.

-ey, quiero más- me dice haciendo puchero, es tan tierno, le daría más besos pero oigo el coche aparecer.

-luego tendrás más- le guiño un ojo y el sonríe.

Nos montamos en el coche y Lucio nos lleva hasta la casa de ese hombre.

Cuando llegamos vemos gente llegando, el sitio es muy bonito todo está adornado para la ocasión, no falta ningún detalle.

Entramos y Lucio se queda en el coche, yo voy agarrada del brazo de Damián, cuando entramos dentro es más espectacular todavía por dentro, todo está decorado con buen gusto y eso que no entiendo mucho del tema.

No conozco a nadie de los que hay aquí, según Damián casi todos son hombres lobos a excepción de algunos brujos. Creo que el único vampiro que hay es Damián.

-buenas noches- dijo un hombre muy apuesto acercándose a nosotros.

Damián puso mala cara.

-Danira te presento a Zen-dijo Damián.

El hombre sonrió y alargo su mano.

-Danira, soy el líder de los hombres lobos, gusto en conocerte- dijo besando mi mano.

-el gusto es mío, gracias por invitarnos- le dije sonriendo.

- ¿Por qué no me acompañáis? - dijo y nosotros lo seguimos.

Pasamos a un gran salón donde había menos gente que en la entrada, Zen nos ofreció algo de beber y estuvimos hablando un buen rato.

-amor ¿bailas conmigo? - le dije a Damián, que no parecía estar muy cómodo con Zen.

-claro mi amor- me dijo y me agarro de la mano llevándome a la pista de baile.

Estuvimos un buen rato bailando, no sabía que Damián bailaba tan bien, Zen nos observaba desde la barra, la verdad a veces me sentía incomoda con su mirada, no sabía porque me miraba tan fijamente.

Mire a Damián y estaba feliz bailando conmigo, el me miro y me sonrió, le iba a dar un beso cuando alguien me toco el hombro.

-disculpa que los moleste, ¿Damián me darías un baile con tu prometida? - le dijo Zen, no pareció gustarle mucho la idea pero cedió.

Yo estaba muy nerviosa, una cosa era Damián que tenía más confianza con él y otra muy distinta era Zen que apenas lo conocía.

Llevamos diez minutos bailando y un silencio incomodo se filtra entre nosotros.

-bueno cuéntame, ¿Cómo conociste a tu prometido? - me dijo de repente, yo no sabía que decir.

-bueno el me conoce desde que nací- le dije esperando que no preguntara mas.

-bien, veo que no me vas a contar nada mas, pero lo entiendo apenas me conoces pero me conocerás- me dijo y se separó de mi dejándome sola en medio de la pista.

No sabía cómo tomarme eso que me había dicho, no me lo esperaba, Damián se acercó a mí.

- ¿Qué te ha dicho? - me dijo preocupado.

-no sabría decirte… ¿podemos ir a tomar el aire? - le dije, el asintió.

Salimos al jardín, y todo se veía tan bello, la luz de la luna nos acompañaba, no tomare en cuenta las palabras de Zen al fin y al cabo a lo mejor entendí mal y para que preocupar a Damián sabiendo que no es de su agrado.

Después de estar un rato en el jardín, volvimos a entrar a la casa, ya había menos gente dentro. Vamos hacia la barra para tomar algo.

-amor ahora vuelvo- me dice Damián.

Me quedo sola y me siento, los tacones me están matando. Pasan veinte minutos y por fin Damián viene, estoy cansada.

-amor ¿nos vamos? - le digo acariciando su cara.

-¿Qué ocurre?- me pregunta.

-nada solo estoy algo cansada- le digo mirándolo

-vale, nos vamos entonces- me dice.

-si vámonos- me dice.

********

Acabo de venir de firmar el contrato de nuestra unión, está prohibido matar a alguno de nuestra raza, si alguno de los dos incumple el contrato será sentenciado a muerte. Así ninguno de los dos se atreverá a matar a otra especie.

Vamos camino a casa, Danira está muy extraña, no sé qué es lo que le habrá dicho Zen pero lo averiguare.

*********

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue quitarme los zapatos, luego irme a la ducha y prepararme para dormir, Damián se acercó a mí lentamente dándome besos por el cuello.

-amor estoy cansada- le dije girándome hacia él.

-yo sé cómo quitarte el cansancio, además me dijiste antes de ir al baile que me darías más besos- me dijo cruzándose de brazos.

-lo recuerdo- él sonrió y se abalanzo sobre mi sin hacerme daño, siguió dándome besos y me quito el vestido poco a poco.

-te queda muy bien ese vestido pero estas mejor sin el- me dijo y me sonroje, no me esperaba que dijera eso.

Yo lo atraje hacia mí y le quité la camisa y los pantalones, no me cansaba de verlo desnudo, era como una obra de arte. Me puse encima de él para tomar las riendas, esta noche iba a ser una locura, le quito los bóxer y me posiciono encima, noto como va entrando poco a poco dentro de mí y un placer me inunda, cierro los ojos y cuando los abro veo que él está disfrutando, las embestidas se vuelven rápidas y no tardo mucho en llegar al orgasmo y segundos después el me acompaña.

A la mañana siguiente…

Abro los ojos y miro la hora, son las diez y he quedado con mi padre a las once. Miro a Damián que duerme plácidamente y sonrío, se ve tan relajado cuando duerme, me acerco hasta él y le acaricio el pelo, el siente mi contacto y abre los ojos, esos ojos que reflejan el mar.

-buenos días amor- le digo dándole un beso.

- buenos días- dice.

Me levanto de la cama y voy hacia el baño.

-¿porque tanta prisa, princesa?- me dice.

-hoy viene mi padre y me va a enseñar algo muy peligroso y eso me tiene nerviosa y a la vez asustada- le digo abriendo la puerta del baño.

-amor sé que es bueno que aprendas magia, pero es peligroso, prométeme que tendrás cuidado- me dice preocupado.

-te lo prometo- voy hacia él para darle un último beso antes de irme a la ducha.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)