PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 27

Estoy en el jardín, no aguantaba ver la cara de Vanessa por más tiempo, no me iré de aquí hasta que logre sacarle información a esa maldita.

De repente siento un mareo, me sostengo de una estatua para no caerme, veo la imagen de mi hija en mi cabeza, es un mensaje, está intentando decirme donde está.

Por sus palabras entiendo que están en una casa rural en el campo, me ha dicho que está lejos pero no sabe exactamente la distancia, eso es todo, es muy poco pero intentare averiguar, para eso convocare al aquelarre para que me ayude a averiguar el lugar.

Tengo que irme de aquí sin que Vanessa se dé cuenta de mis intenciones, pienso en un plan.

Esto será divertido, entro dentro de la casa y la busco, está en su habitación pero antes voy a la cocina a por champán,

Subo a su habitación y como pensaba esta con un camisón provocativo, esta mujer no se entera de que no quiero nada que ver con ella pero para que mi plan funcione tiene que creer lo contrario.

-¿qué haces aquí?- me pregunta enfadada.

-bueno he venido para que hagamos las paces, no quiero estar así contigo, me gustas y siento no habértelo dicho antes pero tienes que entender que le debía respeto a mi mujer- le digo lo más sincero que puedo, espero que se lo crea.

-¿de verdad hablas en serio?- me dice y veo como su mirada se ilumina, mi plan funciona.

-sí, más que nunca- voy hacia ella y le doy un beso para que termine de creerme.

Me separo de ella y me atrae hacia ella pero le freno.

-no vayas tan rápido, porque no brindamos- le digo ofreciéndole la copa.

Ella la agarra con gusto y brindamos.

-por nosotros-le digo y ella hace lo mismo.

Bebemos la copa al mismo tiempo y sonrío.

De repente veo como sus ojos se cierran y ella se da cuenta de que todo era mentira.

-eres un maldit…- no pudo decir nada más porque cayo en la cama inconsciente.

He dejado a Vanessa en su habitación, pensé que era más lista pero al final cayo en mi trampa, le eche una especie de somnífero de efecto rápido para que cayera en un profundo sueño que me dará el tiempo suficiente para ir a Ivorath.

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-esto no te dolerá- me dice la mujer mirándome a los ojos.

No sentiré dolor físico, pero si me dolerá el alma, espero que el sacrificio valga la pena y sea cierto que no le pasara nada a Evans.

-te sentirás débil pero durmiendo un par de horas te recuperaras- me seguía diciendo mientras prepara los últimos detalles.

me agarra la cabeza y pronuncia palabras que no entiendo, de repente veo que agarra una navaja y me asusto, no sé qué va a hacer con ella pero pronto lo descubro cuando siento un dolor mi muñeca.

-la sangre culminara el ritual- me dice y veo como coloca una especie de cuenco y mi sangre empieza a gotear en él.

Al cabo de unos minutos siento cansancio y se me cierran los ojos pero la oigo decir…

-el ritual ha finalizado- dice ella recogiendo mi sangre y guardándola en un frasco.

Luego recuerdo que cerré los ojos y todo era oscuro.

Me despierto en una habitación de la casa rural, no sé cuánto he dormido ni que ha pasado con ellos, me levanto rápido de la cama y siento mareo, voy hacia el baño y vomito lo poco que tenía dentro del estómago, creo que me he levantado muy deprisa y por eso me encuentro mal.

Cuando termino voy hacia el lavabo y enjuago mi boca, de repente pienso que he hecho mal en mi otra vida para que me esté pasando todo esto.

Salgo del baño y voy hacia la ventana, ya ha oscurecido, así que han pasado varias horas, se me pasa por la cabeza hacer magia pero creo que será un error y tengo que olvidarme de eso lo antes posible, siento como si me faltara algo, como si me hubieran quitado la mitad de mi cuerpo.

Voy hacia la puerta e intento abrirla, es inútil está cerrada, golpeo por si alguien me oye pero parece que todo está en silencio, pego mi oreja a la puerta y no se oye nada.

Estoy preocupada, espero que ellos estén bien, me siento tan impotente por no poder hacer nada, ni siquiera sé si lo del mensaje ha funcionado.

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-silencio por favor, de uno en uno- les grite a los del aquelarre.

Estamos discutiendo que es lo mejor para hacer en estos casos pero no se ponen de acuerdo y eso colma mi paciencia, cada minuto que pierdo es peligroso para ellos.

-deberíamos encerrarla pero antes deberá pagar por lo que ha hecho- dijo uno de los brujos ancianos refiriéndose a Vanessa.

-eso haremos Gabriel- le conteste.

-quiero que vayáis y la traigáis aquí con vida, luego le otorgaremos un castigo- les dije a tres brujos de la guardia.

Mientras ellos se marchaban nos quedamos los más ancianos y yo intentando encontrar la manera de buscar a mi hija y a Damián.

-¿y si hacemos un hechizo de seguimiento?, dijiste que ella te mando un mensaje, pues utilicemos ese mensaje para ver desde que ubicación lo mando- dijo Ernesto.

-buena idea- le dije a Ernesto, él era mi mano derecha, lo aprecio mucho, lleva a mi lado desde hace mucho tiempo.

Nos pusimos manos a la obra y en media hora dimos con un lugar cercano a la casa que me describió Danira, mañana al alba saldremos, esto ha sido difícil y ha requerido mucha magia pero vale la pena con tal de encontrarlos sanos y salvo.

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Llevo como una hora llorando sin parar, echo de menos los besos de Damián, cuando era lindo conmigo, también echo de menos a mi padre, sus palabras y sus abrazos, me hacen tanta falta, también echo de menos a Evans, aunque he estado poco tiempo con él estos días lo echo de menos.

Al final con lágrimas en mis mejillas me quedo dormida, espero poder salir de esta maldita habitación.

A la mañana siguiente…

Me despierto con los primeros rayos de sol y ya no soporto estar encerrada en este sitio, necesito salir y saber dónde están ellos.

Oigo como se abre la puerta y me levanto despacio, no sé quién será y estoy nerviosa,

Veo como una persona entra a la habitación y cuando lo veo tiemblo de miedo.

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