PROMETIDA AL NACER (COMPLETA) romance Capítulo 44

-buenos días hermosa- me dice como siempre, parece que le gusta hacer ejercicio como a mí, en verdad no necesito hacerlo porque al ser vampira no engordo pero me encanta hacer deporte.

-buenos días Carlos- le contesto y él me sonríe con esa sonrisa perfecta.

Cada vez que salgo a correr con el me siento culpable, como si estuviera engañando a Héctor y no me gusta sentirme así, todavía sigo sin decirle que él vive en nuestra zona pero creo que diciéndoselo me voy a sentir mejor o eso espero.

Cuando me doy cuenta hemos llegado a la cabaña donde quedamos Héctor y yo, me detengo y Carlos me imita.

-¿porque paramos?- me pregunta mirando la cabaña.

-quiero ir por otro sitio- le digo dándome la vuelta.

-espera, quiero investigar este sitio- dice entrando a la cabaña, maldición.

-Carlos, sal de ahí- le digo entrando.

-oh, ahora entiendo porque querías ir a otro sitio, este es vuestro… como decirlo, vuestro nidito de amor- dijo el agarrando una vela con olor a frutas.

-deja eso y vámonos, no quiero que estés aquí- le dije nerviosa.

-es como vuestro sitio secreto, ¿verdad?- dijo riéndose, encima se estaba burlando.

-he dicho que vámonos, este es nuestro sitio no el tuyo, no debes estar aquí- dije mirando hacia todos lados, no me gustaría que llegara Héctor y lo malinterpretara todo mal.

-pero si este sitio es muy acogedor, quiero quedarme un rato- dijo sentándose en uno de los sillones que había.

Lo está haciendo aposta, solo para molestarme y no se va a salir con la suya, ahora se va a enterar de quien soy yo, voy hacia el con la intención de levantarlo para que se marche con la mala suerte que no me fijo por donde ando y me tropiezo con una raíz de un árbol, cayéndome justo encima de Carlos.

La cabaña al estar construida en el bosque tiene sus inconvenientes y uno de ellos es que las propias raíces de los arboles levantan el suelo de la cabaña cada año que pasa.

Carlos me mira y yo intento levantarme pero él me lo impide, miro sus hermosos ojos y me quedo hipnotizada de tanta belleza, nos quedamos los dos mirándonos el uno al otro como si existiera nada más a nuestro alrededor, de repente veo como su boca se abre un poco y me entran unas ganas enormes de probar esos labios jugosos, estoy a punto de hacerlo cuando una voz nos interrumpe.

-¿qué ocurre aquí?- pregunta un Héctor enfadado.

Nos separamos al instante y yo estoy roja como un tomate, no sé que ha pasado y no sé cómo explicarlo, estoy muy avergonzada y ojala la tierra me tragara.

-Hola sanguijuela- le dice Carlos a mi novio, antes de que se vuelvan a pelear hablo.

********

-No quiero que juegues con esa niña- me dice mi padre regañándome.

Todos estos días he estado jugando con Gabriela, es una chica muy graciosa y guapa, me hace reír y me lo paso muy bien jugando, Evans también juega con nosotros pero el parece molesto cada vez que estoy con ella, creo que a él le gusta Gabriela pero no quiere decírmelo, por eso se molesta cuando él no puede pasar tiempo con ella por la escuela.

-pero porque papa, yo me divierto mucho, sabes que no tengo amigos a excepción de Evans- le digo a mi padre, no entiendo porque le molesta.

-porque ella no es de nuestra especie, los lobos pueden ser muy traicioneros y no quiero que te lastimen- me puso una mano en el hombro.

Lo que decía mi padre no tenía sentido, cualquiera puede traicionarte, no voy a hacerle caso, aunque sea a escondidas veré a Gabriela.

-está bien papa, no volveré a jugar con ella- le digo y voy hacia mi habitación, no me gusta desobedecer a mis padres pero tampoco me gusta que me prohíban las cosas.

Evans es dos años mayor que yo, siempre ha estado conmigo y para mi es una persona muy importante en mi vida, lo quiero como a un hermano pero no consiento que por ser mayor que yo pueda manejarme a su antojo, no sé cómo se ha enterado de que mi padre me ha prohibido ver a Gabriela pero ahora eso le beneficia de alguna manera.

Está vigilándome todo el tiempo para que no incumpla lo que mi padre me dijo, pensé que me ayudaría en esta situación pero ya veo que le importa más el poder verse el con ella que ayudarme a mí, ahora pienso que nuestra amistad pende de un hilo por una chica, ya no estamos como antes, siempre estaba conmigo jugando y cuidándome pero ahora solo piensa en ir con Gabriela, creo que esa chica lo hechizo o algo, debería aprender un contra hechizo para ayudarle, tendré que hablar con mi abuelo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)