Secretos de Lobos. romance Capítulo 14

Narra Karim.

Quería poseerla, y sabía que no se negaría si la tomaba de la cintura con fuerza y la volvía a besar, pues pude sentir el dulce aroma de su excitación crecer a mil; ella es de fuego y la deseé más allá del mero hecho de hacer valer mis derechos de esposo y de mi deber de alfa rey de mi manada y de las demás, la deseé como nunca antes había deseado a una mujer.

Eso me asustó, porque ese deseo solo pertenecía a mi luna, no puede ser de más nadie y ahora incluso por ella lo siento más fuerte y no está bien. Obviamente, se debe a mi enfrentamiento con mi hermano, pero como vengo de castigarlo a medias porque nunca podré castigar definitivamente al asesino de mi luna y luego mancillar su memoria disfrutando como nunca de otra mujer, esto está fuera de control, mi vida ordenada llegó a su fin el día que esa mujer entró en ella cambiando tantas cosas como hasta mi temple de lobo alfa que no aceptaba que nadie le llevara la contraria o aceptaba rebeldía, pero debo hacerla sumisa y mimetizarla con las otras tres, que las cuatro sean iguales, nada más que esta llevará a mi cachorrito, pero es todo lo que debo permitir, por mi luna; por la que estoy en duelo y aunque soy un hombre con sangre en las venas y lo disfrutaré, también debo poner todo en su lugar, comenzando por mí y siguiendo por Charlotte.

Mi propósito no puede cambiar, todo tiene que pasar justo como se planeó y no como mi mente me está haciendo pensar.

La consideré mía, cuando ella detuvo lo que estaba a punto de suceder y reconocí que estaba llevando todo por un camino diferente al que deseo y al que debe ser.

#Vamos demostremos que nosotros somos los machos y que todo aquí nos pertenece, quiero sentirla,# me pide Zilo en medio de ronroneos, esa humana desafía a mi lobo y eso lo hace querer poseerla, para doblegarla y demostrar que él es quien manda.

#Olvidaste a nuestra luna#

#No olvidé a mi Mirza, pero ella no está, humano y no creo volver a encontrar a una hembra que nos ponga tan caliente como lo hace esa humana rebelde, pero hermosa, así que debemos aprovechar, el fin justifica los medios, aparte sabes que pasará con la humana en cuanto tenga a nuestro cachorro así que no hay de qué preocuparse#

#Creo que en parte eso es algo que me preocupa mucho,# le confesé y bueno, no es que él no sepa, sabe bien todo lo que me sucede.

#Saquemos las ganas y dejemos de pensar# en el momento que estoy hablando con mi lobo me interrumpe Adub.

#Mi alfa, mañana la familia de Shacia ha pedido visitarlo para celebrar la llegada de la cuarta esposa, # me informa.

#No# le contesté seco, pero sin gruñirle, procurando controlar mi tono de voz.

#Vamos Karim, sabes cómo son los humanos,# me dice casi a ruegos.

#Parece que has olvidado que mi cuarta esposa es una mujer rebelde y que le ha dado por andar semi desnuda#

#Háblale con suavidad, aprende a engañarla, ella es liberar y no le gusta que le manden, pero si le pides con amabilidad estoy seguro de que cederá# me explica y yo no sé si llorar o reír.

#Te está haciendo daño mezclarte tanto con los humanos#

#Mañana tu lindo padre Mohamed va junto a sus canas a recibir a la familia de tu primera esposa, es decir tu familia política, mi alfa# ya no podía escuchar más estupideces, así que corté la conexión mental.

Me dejé caer en el sillón que paso cada noche sin dormir mientras envidio a todo el que lo puede hacer y miré cómo la oscuridad desaparece dándole paso a un nuevo día que me deja saber que seguiré viviendo de este modo hasta que tal vez el mundo dejé de existir, pero a diferencia de todas mis noches, esta vez mi mente sigue avasallándome con imágenes de Charlotte: de su rubor cuando mi aliento chocó contra la piel de su hermoso rostro, de su deseo al sentir mis labios saborear los suyos y mi cuerpo está empezando a reaccionar a ella de nuevo. Mostrándome así mi propia anatomía que va a ser muy difícil resistirme a seguir sin ir a tomarla.

Mis labios se tuercen en una mueca como si estuviera, haciéndole tal mueca a mi propia conciencia y voluntad, pero cómo si sé burlarse de mí, mi mente no deja de bombardearme con imágenes de mi cuarta esposa; de su cuerpo divino cuando se pone esas diminutas prendas que dentro de la manada la dejaría utilizar, pero lamentablemente ella no puede vivir en un lugar donde nunca ha entrado un humano, ni lo hará. Mi erección no baja a pesar de que me ordenó a mi mismo no estar tan excitado.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos de Lobos.