Secretos de Lobos. romance Capítulo 36

                                     Narra Charlotte.  

Aún mi corazón latía desesperado y claro está, asustado, si esa loca hubiera hecho esa fatalidad ahora estaría más fría que un bloque de hielo, mientras mi pobre madre quizás a esta hora hubiera empezado a llorar mis restos.  

—No me quiero morir, odiaría hacerlo sin al menos vivir, o ver los rostros de los tres hijos qué deseo tener—, pensé, pero no parece que solo lo pensé, sino que lo dije en voz alta, puesto que Karim se me quedó viendo de manera extremadamente rara o quizás son figuraciones mías.  

—Ya pasó no debes preocuparte—, me dijo con plan de calmarme al mismo tiempo que la camioneta paraba delante de la casa de mis padres y sonreí al ver que había cumplido con lo prometido.  

—Gracias—, musité en tono bajo y él acarició mi rostro con tanta gentileza que no parecía este hombre ser mi marido, sino otro demasiado tierno y me aparté indicándole con la mirada que estábamos junto a nuestro conductor; ya estoy tan paranoica con tantas reglas que me cuesta no pensar que estoy rompiendo una hasta con respirar.  

—No pasa nada, él es uno de mis hombres de más confianza. — Manifestó plantándome un beso en los labios y luego salimos.  

—¡Oh por Dios! —, exclamó mi madre con asombro en un perfecto inglés cuando me vio y sé que su primer pensamiento fue que Karim vino a traerme de vuelta, pero no pude aclararle nada porque solo quería abrazarla muy fuerte y más al pensar que pude no haberla visto más me instó a correr a sus brazos.  

—Mamá te extraño muchísimo—, estoy sensible luego de lo sucedido, desde ya sentía ganas de llorar y ahora no puedo detenerme.  

—Karim, yerno, supe los rumores y sé que no eres hombre que le agrade ser señalado por la sociedad, pero sé que esa mala habladuría pasará en varios días, además mi hija parece ir adaptándose a nuestro estilo de vida—, escuché a mi padre decir nervioso, su voz temblorosa me dejaba saberlo.  

—No se preocupe señor Ashk, no he venido a dejar a mi esposa, la traje porque reconozco que para ella ha sido difícil entender nuestra cultura y aunque no es apropiado me hago responsable, a pesar de que nos iremos seguido— le aclaró Karim y luego me llamó.  

—Ve y dialoga con tu madre un momento, que nos iremos dentro de media hora—, le agradecí el gesto, ante mis ojos muchas cosas cambiaron, con esto Karim se está ganando mi respeto, aunque no se lo diré nunca, claro está.  

Junto a mi madre y bajo las miradas de las demás esposas de mis padres que no podían cerrar las bocas de puro asombro al verme allí, caminamos hasta su aposento.  

—Hija, ¿te estás portando bien? —, me preguntó mi madre con preocupación mientras acunaba mi rostro entre sus manos.  

—Sí mamá, ya le doy menos tormento a mi esposo, pero no es que dejo de hacerlo rabiar—, le guiñe un ojo y ella se echó a reír y junto a ella yo también.  

—Nunca vas a cambiar mi Charlotte querida, pero me alegro de que veas que tan complicado es este lugar y te puedas adaptar a eso, no vuelvas a hostigar a tu esposo para que te traiga aquí, es momento de que entiendas que debes ser una mujer fuerte, siempre te pienso, aunque te extraño mucho, me hago a la idea de que debe estar lejos y me conformo con que seas feliz—, sus palabras me sonaban a despedida y mi corazón se estrujó, dentro de esta vida aparte de mi libertad también debo perder a mi madre, ¿qué tanto entregan estas mujeres por pertenecer a un hombre o a una familia estable? Sin embargo, como dije, ya es momento de que comprenda que todo no es exactamente como quiero. 

—Mamá, si también eres feliz me conformo— manifesté con voz desanimada. 

—Ahora ve con tu esposo—, sentí que me estaba alejando antes de la media hora acordada. 

—¿Te dijo algo mi padre de alejarme? 

—Sabes que ese hombre Rafig usará cada fragilidad para atacar a tu padre, así que lo mejor es que empieces por no dejar que encuentre esa debilidad—, pensando en eso no le dije nada sobre lo que ha sucedido, puesto que no quiero preocuparla. 

—¿Y qué debo hacer para detener a ese hombre?  

—Ten un hijo con tu esposo, solo eso le hará saber que ya Karim no puede entregarte sin tener una muy justa explicación. 

—Pero…, madre—, me mordí la mejilla interna, puesto que me causa vergüenza decirle a mi madre que mi esposo no quiere dejar caer su esperma en mi interior. — Y, ¿si es Karim que no quiere un hijo conmigo? 

—El hombre no toma esa decisión, eres mujer Charlotte y una demasiado inteligente, sabes a lo que me refiero ¿cierto? — asentí. 

                                          Narrador. 

En casa de Rafig, estaban todos muy pensativos, era difícil para el viejo dejar a su primera esposa, la madre de más de la mitad de sus hijos, y de paso su nuera no paraba de pedir clemencia tirada en el suelo del salón. 

—Por favor suegro, tenga piedad, mi padre me va a matar—, decía encontrando injusto que ella fuera echada por cumplir con el pedido de su suegra. 

—Cállate mujer tonta, que piensas que hubiera pasado si a la hija de Ashk le pasaba algo, ¿crees que el mundo te lo perdonaría?, te ibas a convertir en una asesina—, le gritó enfurecido, caminando de un extremo a otro. 

—Pero fue por pedido de mi suegra, yo no haría tal cosa por mi cuenta—, se decidió a decir la mujer y el esposo se aproximó a ella, dejando una patada en su vientre que la hizo doblarse de dolor. 

—Mujer idiota no te atrevas a blasfemar contra mi madre— le gritó volviendo a repetir la misma patada. 

—De todos modos, tu madre también tendrá que elegir en irse o perder a su hija—, la mujer se tensó, no le agradaba ya con la edad que tiene, volver a su casa, claro, que su padre había muerto, pero aún estaban sus hermanos hombres incultos y bastantes brutos que no perdonarían su error, (allí las normas eran para todas sin importar edad) 

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