Secretos de Lobos. romance Capítulo 43

Narrador.

—No sientas celos, pulgoso, incluso si te parece puedo matarla, — Zilo gruñó furioso, — vez, por esa razón, no era inteligente hacerlo, esta es tu debilidad—él señaló a Charlotte—y para alguien como tú que no tiene ninguna, ni siquiera tu patético hermano lo es. Así que tengo que mantenerla viva, pues si tienes un talón de Aquiles puedo hacerte sufrir, —Karim lo chocó contra la pared más cercana apretando su cuello y el príncipe vampiro ni siquiera lo vio llegar, notando que Karim tiene una fuerza y agilidad incomparable, ya que él tiene un reflejo excepcional, muy pocos logran atraparlo.

—Vamos, rey de los lobos, si estoy aquí es porque necesito de tu ayuda, quiero ascender al trono, pero no puedo hacerlo sin un aliado poderoso— le dijo, pero no asustado, sino dejándole saber el propósito de su presencia allí. Karim no lo soltó, sino que lo apretó más fuerte manteniendo la otra garra lista para arrancar su corazón en cualquier momento.

—¿Quieres destronar a tu padre? —, el príncipe aceptó moviendo la cabeza de arriba abajo— ¿y quieres que haga el trabajo sucio en tu lugar? — el príncipe rió encontrando chistoso la forma en la que Karim lo expresa, Karim también lo observó con mirada penetrante y se carcajeó cómico— no eres de confiar, porque yo haría tal cosa.

—Para que acabe la guerra entre los vampiros y los lobos.

—No me convences, claro, sabías que él había enviado a sus patéticos lacayos a una de mis manadas a masacrar a mi especie, y aprovechaste la distracción para venir aquí.

—Necesitaba buscar la manera de llegar a ti, de forma discreta, sin que él se diera cuenta, pero para mí buena suerte encontré a esta simpática humana corriendo por el bosque y me lleve la grata sorpresa de que tenía en ella impregnada tu esencia. Miles de años y el supremo de los lobos no había tocado a ninguna hembra, pero de un momento a otro decide casarse con humanas y una de ella parece serle de interés, eso causa intriga, sé que te gusta, aunque no sé en qué te beneficia sé que la quieres, así que propongo mantenerla respirando, seré como su sombra y nadie más aparte de mí sabrá qué tan importante es esta humana para ti.

—Me pides hacer un pacto con el diablo— se burló Karim.

—Al menos este diablo evito que tu versión patética no terminara con sus colmillos en la yugular de esa linda y parlanchina mujer—, Karim miro hacia el lado que Charlotte está sobre la cama desmayada.

#No podemos confiar en él# le advirtió Zilo, pero Karim recordó que Mirza era una loba y no se escapó de los demonios, ni siquiera sus padres y por más poderoso que él sea hay cosas que se escapan de sus manos.

#Si ella supiera todo lo que he tenido que hacer para salvarla# le dijo a su lobo.

—No te atrevas a morderla o te dejaré sin un solo colmillo— le sentenció muy decidido al vampiro — debes seguir haciéndole creer al antiguo que eres su príncipe obediente, porque si sabe que te has aliado a mí, de ti no quedará nada—, le aconsejó conociendo lo cruel que es el rey de los vampiros y si puede destronarlo y poner a ese príncipe inmaduro a gobernar en su lugar podría serle beneficioso a la larga.

—Qué lástima, que me prohíba morderá —, hizo una mueca de pena mirando a Charlotte, — le prometí que me la comería —, Karim lo apretó más contra la pared, — ya, calma perro, dame a otra humana.

—¡No me jodas! — le rugió en la misma cara— ahora vete— lo soltó.

—Por mi padre no te preocupes, él no se imagina que estoy aquí, ahora tendré que quitarme tu asqueroso hedor para que no sepa que estuve contigo, ya sabes, me das un reino y yo te cuido a tu bolsa de sangre graciosa, — Karim quiso volver a pegarle, pero el vampiro desapareció.

Luego pasó la mano por la cabeza de Charlotte quien pensó que había despertado de un sueño profundo, incluso pensó que todo lo vivido fue solo eso, un sueño, pero se dio cuenta de que no cuando vio a Karim con mandíbula tensa, muy furioso.

—Vamos a bañarte, — le dijo sin mirarla.

—Acaso soy una niña— preguntó del mismo modo.

—No me hagas castigarte Charlotte— le amenazó dispuesto.

—Nunca has hecho tanto— expresó ella poniéndose de pie y él la tomó de sorpresa cargándola de manera tan fácil que ella se quedó sin aliento.

—No te pases Karim o nuestro trato se acaba aquí mismo, te patearé las bolas tan fuerte que tendrán que sacarte todo de ellas, quedaran inservibles— gritaba como loca mientras él la llevaba al cuarto de baño donde abrió la ducha y puso a que saliera el agua totalmente fría, metiéndose debajo con ella, sin importar que estaba mojando su traje nuevo. Ella peleaba por salir y él no se lo permitía, dejando que el agua la aturdiera, y empezó a temblar.

—Me dará un resfriado— le exigió.

—Mejor, así estarás acostada por unos días, y no andarás buscando lo que no se te ha perdido en ese bosque, dejando que quien sabe te bese y te acaricie—le respondía mediante soplos airados, echando sobre su cabeza gel de baño.

—Eres loco, no te enojaste cuando me encontraste con él y ahora haces escenas de celos, ¡quien te entiende! — le exigió ella sintiendo como para Karim era fácil desgarrar su ropa sin importar que están mojadas.

—No era yo, ese hombre es mi gemelo, me dirás que no lo sabes— ella se quedó de piedra «me ha visto la cara ese pendejo» habló en su fuero interno sintiendo furia por ver que ha sido engañada «deja que lo vuelva a ver que le mostraré quién soy»

—Cómo lo iba yo a saber, si escuché algo que me advirtió, pero no sé qué fue eso— dijo con voz suave dejando de forcejear y omitiendo la parte de que cree que eso que le advirtió es un vampiro, pues aún Karim no le dice que es un lobo, — ni siquiera son distintos, y tú tampoco dices nada de él, donde rayos vive y por qué hasta ahora es que dices que tienes un clon, — ella sí, había encontrado la diferencia, aunque luego de besarlo.

—No me mientas sé que algún detalle encontraste en el que lo hace distinto a mí, —él, la había ayudado a salir de la ducha, estando totalmente desnuda y le cubrió el cuerpo con una toalla mientras se desnudaba a sí mismo.

—Que es más caballero— bromeó y a él no le agrado para nada.

—¿Por qué te besó?, ¿acaso te gustó su beso?, — ella se mostró pensativa, recordando todo lo que la calentó ese beso, pero claro que no le diría a su esposo que su cuñado la hizo excitarse y si no es por la voz del vampiro dentro de ese bosque había terminado arrastrándose con él hasta en el fango.

—Pues..., no, para nada, él solo hizo creer que eras tú…, y yo..., nada que ver—, un gruñido salió de su garganta tras oler su mentira.

—La evidencia está en tu cuello— ella se tensó y una mano fue a parar a ese lugar como si quisiera taparlo mientras él caminaba totalmente desnudo hacia ella— embustera.

—Tú eres el que escondes— tras terminar de decir eso el caliente de una mano fue a parar al cachete de una de sus nalgas, cuando Karim le dio una nalgada, claro que controlando su fuerza y ella dio un respingo.

—Eso dolió—chilló sintiendo el ardor.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos de Lobos.