Un Vaquero Enamorado (COMPLETO) romance Capítulo 31

− ¿Por qué me miras así?

− Porque no puedo creer que estés embarazada, y no me puedo creer las ganas que tengo de hacerte el amor.

− Eres un descarado, estabas con otra mujer y según lo que acabas de decir salió todo perfecto. Y ahora me sales con que quieres acostarte conmigo. ¡Eres un, cara dura!

− Si mal no recuerdo tú has hecho lo mismo conmigo, a diferencia que ya estabas embarazada.

Ella se mordió el labio para acallar todo el rollo que quería soltarle.

− Me parece que lo mejor es que te vayas.

− Mi cita fue aquí mismo Megan, de hecho, fue en mi propio despacho.

− ¡Oh genial! Piensas contarme los detalles. Era tan cínico que había metido a otra mujer en el mismo lugar donde le había hecho el amor a ella.

− No estaba con una mujer Megan, estaba con unos compradores de ganado hasta hace rato que estuve con ellos.

¡Oh por todos los cielos! y ella haciendo acusaciones y escenas de celos. Deseaba que la tierra se la tragara.

− ¡Bueno te felicito! ¡Ahora porque no te marchas!

Se acercó a ella y la abrazo, sentir el pequeño bulto de su vientre le parecía extraño pero a la vez le fue tan familiar, como si le perteneciera a él. Se sentía tan sobreprotector con ella y no entendía por qué.

− Jack no hagas las cosas más difíciles.

− ¿Por qué? Porque estas enamorada de otro hombre, y el sentido de lealtad te impide abrazarme a mí.

− No. Simplemente porque no entiendo cuál es la razón de tu abrazo.

− Es lo que quiero hacer en este momento.

− Jack, yo te gusto. Porque no te das cuenta de eso.

− Si me gustas, y me gusta hacerte el amor de eso estoy completamente seguro.

− ¿Entonces porque no quieres tener una relación conmigo?

− Bueno ahora de que sirve eso, tu estas embarazada de otro y para colmo estas enamorada, no creo haya mucho espacio en tu corazón para mí.

− ¿Eso crees?

− Si eso creo, además ¿porque estabas tan celosa por lo de mi cita?

− Yo no estaba celosa.

− Claro que sí.

− Bueno ya, tú me gustas Jack aunque eso es obvio.

− ¿Y qué pasa si te quería completa para mí?

Ella lo empujo y lo miro con rabia…

− ¿Ahora sí? Cuando hace meses me dijiste que no figuraba en tu lista como candidata porque según tú soy una mujer de ciudad, ahora si vienes a decirme que quieres el combo completo de mí.

− No he dicho que lo quiera, sino que, tal vez.

− Sabes Jack, por tus dudas te has perdido muchas cosas importantes.

− ¿Cómo cuáles? Frunció el ceño.

El esperaba con impaciencia su respuesta, que estaba a punto de hacer, en realidad le iba a confesar la verdad allí mismo..

− Estoy cansada y tengo mucho sueño, la verdad no sé lo que digo. Esta conversación no nos llevara a ningún lado.

− No creas que lograras que cambie de tema.

− Bueno allá tú, yo me voy a dormir. Le paso por un lado quitando las cobijas para meterse en la cama.

El la abrazo por la espalda y ella se estremeció. A veces podía llegar a ser tan tierno con ella que la derretía por completo y solo deseaba entregarse a él sin reservas, el comenzó acariciarle el vientre con sus grandes manos, sintió las ganas de decirle la verdad pero pensaba en como tomaría aquella noticia. Sus ojos comenzaba a nublarse e intento retener las lágrimas, la escena era tan tierna si el solo le dijera que la quería y que deseaba estar con ella todo aquello sería distinto, estarían en su cuarto haciendo el amor o durmiendo muy abrazados.

Él le subió la camiseta del pijama y le toco el vientre desnudo, Megan sintió una corriente recorrerle por todo el cuerpo, nadie le había tocado el vientre hasta ahora y justamente había sido Jack el padre su bebe. Estaba embrujándola con sus caricias.

− ¡No!

− Entonces te embarazaste después.

− ¡Sí!

− Entonces… el miraba al suelo mientras hablaba y pensaba, hasta que levanto la mirada y la miro a los ojos. – ¿Estás diciendo que es mío? Ella no sabía si su cara era de espanto o de duda.

− ¡Si es tuyo!

El silencio reino entre ellos, una corriente fría le subía desde los pies hasta la espina dorsal, era la hora de la verdad.

− Yo. Cerró los ojos y luego los abrió. –Siempre creí que te cuidabas.

− Lo siento, yo no era muy experta en esos asuntos. Le dijo apenada.

− ¿Qué quieres decir con eso? Te pregunte si eras virgen y me dijiste que no. Yo, Hmm… Asumí que tú, bueno ya sabes Megan.

− Y no lo era, bueno casi.

− ¿Cómo que casi? Será mejor que te expliques bien. Le dijo cruzándose de brazos.

− Yo, bueno no me mires así ok. Solo había estado con un solo hombre antes de ti, y solo había sido una sola vez.

− Dices que yo… Oh Dios, prácticamente fui el primero Megan. Se pasó las manos por el cabello y comenzó a caminar alrededor de la cama.

− Bueno si algo así, pero no armes un drama por eso.

No sabía si esa noticia lo emocionaba porque ningún idiota la tocado después de él, o lo asustaba por el hecho de que ella esperaba un hijo suyo.

− ¿Hace cuánto de eso?

− ¡Hace cinco años!

¡Oh cielos! Ella prácticamente era virgen, y él había sido un bruto en toda plenitud.

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