Los dos nos quedamos mirándonos fijamente, en total silencio. Hasta que decido que es hora de romper con este momento incómodo.
—Debo irme. Mi abuela es muy vieja para cuidar de Mía, debo volver con ellas.
Camino muy alerta e intento pasar por su lado para salir de la habitación, pero él me lo impide.
—Déjame pasar, por favor.
No dice nada y tampoco me deja pasar, retrocedo un paso y me quedo mirando enojada.
—Si no piensas darme una explicación, entonces déjame ir.
Esta vez no lo piensas dos veces y se hace a un lado. El que haga eso, me duele, pero no se lo demuestro con lágrimas sino con enojo. Paso por su lado sin tomarme la molestia de dejar de fruncir el ceño. Estaba bajando las escaleras cuando él grita mi nombre.
—Zoe.
En el momento en que me doy media vuelta para mirarlo a la cara termino pisando mal y me voy hacia atrás para luego terminar rodando por las escaleras.
—¡Zoe!
Esta vez su grito no era aterrador, sino uno de preocupación. Las escaleras eran muy largas o al menos así las sentí mientras caía, podía sentir como si estuviera viendo todo en cámara lenta. Durante la caída mi cabeza alcanza a golpearse contra el filo del escalón y eso hace que sienta que todo da vueltas. Todo el cuerpo me dolía por la caída y me fue difícil mantenerme despierta tras el golpe en la cabeza.
—Zoe... Zoe... No cierres los oj...
No entendí lo último que había dicho, mi cuerpo no resiste más y caigo en la profundidad de los sueños.
Al despertar, me encuentro con la escena menos esperada. El señor White estaba dándole una fuerte bofetada a su nieto.
—¿Cómo fuiste capaz de permitir que esto ocurriera? Dejaste entrar a una mujerzuela en tu casa cuando estaba tu esposa presente y ahora mira lo que has hecho. Me decepcionaste y no solo hiciste eso, tú...
Antes de que él diga algo sobre lo que sucedió entre Jason y yo, decido hablar.
—Estoy bien.
Ambos hombres me miran. Uno con preocupación y el otro con odio. Él, al ver que su nieto no dice nada, lo mira enojado y resopla.
—No es culpa de Jason.
Ambos se sorprenden por lo que he dicho, en especial él.
—No me fijé dónde pisaba.
—No tienes que cubrir a mi nieto para que evada su castigo.
—No lo hago, estoy diciendo la verdad.
—Zoe...
—Si no te mentí antes, ¿por qué lo haría ahora?
No quería decir expresamente lo sucedido con Jason al inicio de nuestra relación, por eso he usado otras palabras, pero el viejo señor White lo entiende.
—Te digo la verdad, Jason no me hizo esto, fui yo. Fui una torpe que no se fijó en sus pies cuando he girado para ver a Jason cuando me ha llamado. Mis pies se enredaron y terminé rodando. Es la verdad. No lo castigues por esto, no es su culpa.
El viejo señor White se queda callado durante un rato, pero cuando decide hablar comencé a sentir que todos los bellos de mi cuerpo se erizan con su gélida mirada.
—Aunque él no fuera el responsable de tu caída, es responsable de lo demás. Recibirá su castigo.
—Pero...
—Pero nada. Tú y yo hablaremos luego, vete.
Dice el señor White sin mirar a su nieto. En cambio, yo, lo miro preocupada. Sin embargo, él evade mi mirada y se va sin decir nada.
—Dijiste que Mía se parece a Jason y que tiene el mismo lunar que esa mujer.
—Sí. Eso fue lo que dije. ¿Qué sucede?
—Te diré la verdad.
Espero pacientemente mientras él toma asiento y me mira para dejarme en shock con lo que dice.
—Lily, esa mujer no es más que una mujerzuela a la que le interesa el dinero y la riqueza. Ella jamás amó a Jason, le hizo creer que ella lo amaba, pero no era más que una sanguijuela. Hizo que Jason cometiera estupideces, fueron novios durante casi dos años y ella estaba haciendo todo para que él le diera todo a ella, sobre todo, el título de señora White cuando no se lo merecía. Ella es una víbora.
No sabía qué preguntar, ni que decir. Así que decido irme por una pregunta sencilla.
—¿Qué pasó después?
—Jason la encontró en la cama con un amigo de ella. Desde un principio sabía que ella era una mala persona. Desapareció después de que nos enteramos de que estaba embarazada, no supimos de ella por más que Jason la buscará. Le ofrecí dinero a cambio del bebé, ella quería abortar y nosotros queríamos que viviera. Pensaba ordenar hacer la prueba de paternidad para comprobar que ese bebé era de Jason y no de su amante, así podría saber si era un White o no.
—¿Por qué volvió ella?
—No lo sé. Supuse que no volvió porque ese bebé debía ser de su amante. Llegué a creer que su escape se debía para no enfrentarse a mi furia y a la de Jason. Debo admitir que se ha escondido muy bien y me ha sorprendido que apareciera justo ahora, pero puedes estar tranquila. Yo mismo me aseguraré de que no vuelva a poner un pie en la mansión nunca más y que no se acerque a ti, ni a nadie de nuestra familia.
—Pero Mía...
—Daré la orden para que se haga la prueba, conseguiré una muestra de ADN de esa mujer y haré que comparen el ADN de Mía con ella y con Jason. Puedes estar tranquila, será nuestro secreto, yo te ayudaré con esto.
El señor White se coloca de pie para irse y antes de que lo haga, hablo para detenerlo.
—¿Y si ellos son sus padres? Si no estoy equivocada y mis sospechas son ciertas. ¿Qué va a pasar? He cuidado de Mía como a mi propia hija, sacrifiqué muchas cosas por ella y amo hacerlo. Amo a Mía. Puedo perderla si estoy en lo cierto y yo... No puedo perderla, es mi hija, ella...
—Tranquila. Respira. No dejaré que pierdas a Mía, te doy mi palabra. Eres su madre, tú cuidaste de ella y luchaste por ella. Hiciste un gran trabajo al ser su madre y no dejaré que la pierdas. Te lo prometo. No importa si tu sospecha es cierta o no, ella es tu hija y tú su madre. Tienes mi palabra, Zoe. Puedes estar tranquila.
—Gracias.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Adoptando a la hija del CEO