El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA) romance Capítulo 16

Me acerqué a la ventana del baño y miré como los árboles se movían por el fuerte viento que había. Me subí la cremallera de mi abrigo y suspiré al recordar la noche de ayer.

Definitivamente Mikkel se había vuelto loco.

Flashback

—Mikkel, no puedo irme contigo. ¿Qué les diría a mis padres?

—No tienes que decirles nada, ya eres lo suficientemente grande como para viajar sin ellos—se alejó un poco de mí para mirarme mejor—. O puedes decir que es por trabajo, o que irás con Chyler

Abrí la boca para decirle que no, que ni loca me iría con él, pero no podía hablar.

—Vámonos, sólo tú y yo, a Italia, Francia, Roma, o donde tú quieras —tomó mis manos mirándome fijamente con ilusión—. Di que sí, prometo que no te arrepentirás.

Mordí mi labio inferior corriendo mi mirada para no ver sus lindos ojos. En realidad, iba a decirle que no, pero muy en el fondo de mi corazón sentía la necesidad de irme con él, conocerlo mejor y disfrutar de su compañía sin hacerme mayor problema.

¿Qué tenía de malo viajar con él?

—Está bien, acepto.

Fin del flashback

Y bueno, ahora me encuentro en el baño de Hummel con los nervios a mil por saber que estaré sola con ese hombre.

Le inventé a mis padres que tenía que viajar a Francia para hacer un comercial con Lancome. ¿Que qué les iba a decir cuando no vieran el comercial por ningún lado? Bueno, algo se me ocurrirá. No se preocupen.

Me miré por última vez en el espejo y me preparé mentalmente para no hacer el ridículo frente a él. Me tenía que ver tranquila, no se me podían notar los nervios de mierda que tenía.

—Pensé que nunca saldrías —Mikkel me esperaba con el hombro apoyado en la pared y una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Ya me extrañabas? —salimos de la casa y caminamos hacia el jardín trasero viendo de lejos el jet privado que nos llevaría a París.

—Mmm... puede que sí.

Entramos al jet y saludamos al piloto para después sentarnos y partir de inmediato.

Esto realmente era lujoso, había una cantidad enorme de comida y alcohol, un televisor y una gran cama matrimonial.

—¿Sabes francés? —le pregunté después de tomar una copa de champagne.

—Sé muchos idiomas.

—A ver, dime algo en francés —me acomodé en el asiento para quedar frente a él.

—Je pense que dans un moment je pourrais tomber amoureux de toi.

—¿Y qué significa eso? —fruncí el ceño confundida.

—No te diré. Temo que si te enteras salgas corriendo —sonrió con burla.

—¡Oye! Tampoco soy tan gallina —golpeé su hombro y antes de poder alejar mi mano, la tomó y la llevó a su boca.

—¿Ya te había dicho que eres hermosa? —dejó un beso en mi dorso.

—Mikkel... —alejé mi mano riendo nerviosa.

—Está bien, está bien —alzó sus manos chasqueando la lengua—. ¿Qué has dicho en el nightclub?

—Bellamy es muy simpática conmigo, me ama —tomé una aceituna y me la llevé a la boca—. Le dije que necesitaba viajar por trabajo, me dijo que sí de inmediato.

—Les mentiste a todos sólo para irte conmigo... Me siento especial.

—Si acepté venir contigo debes serlo.

—¿Y por qué te cuesta tanto aceptar que soy importante para ti?

—No lo sé.

Se formó un silencio un poco incómodo. Mikkel miraba directo hacia su copa mientras yo comía aceitunas como loca.

¿Desde cuándo me gustan las aceitunas?

—¿Te puedo hacer una pregunta?

—Ya me la hiciste —lo miré con mala cara y rió—. Está bien, pregúntame lo que quieras.

—¿Qué quisiste decir con eso de no voy a dejar que te aproveches de ella también?

Su cuerpo se tensó de inmediato, su expresión cambio a una dura y sus puños se apretaron.

—Es una historia muy larga.

—No te preocupes, tenemos aproximadamente siete horas para hablar de muchas cosas.

Se sirvió un poco más de champagne y se acomodó en su asiento para comenzar a hablar.

—¿Recuerdas a Kasia?

—En realidad no, tengo mala memoria.

—Kasia es la chica más joven que trabaja en mi casa —asentí de inmediato. Después de ver sus fotos juntos me interesaba mucho saber qué pasa con ella—. Bueno, éramos amigos desde la primaria. De hecho fuimos mejores amigos por muchos años, hasta que conoció a Philip y se alejó de mí. Ella sabía que él no había sido nada bueno conmigo, usualmente me molestaba porque mi madre estaba muerta, porque mi padre ya no me quería y no sé qué. Kasia ya no me hablaba, no me saludaba para mí cumpleaños y no me acompañaba cuando era la fecha de la muerte de mamá como solía hacerlo siempre —hizo una pausa parta darle un sorbo a su trago y prosiguió—. Philip y Kasia se hicieron novios después de mucho tiempo, pero estuvieron juntos con suerte dos meses y después ellas llegó a mi casa llorando, diciendo que estaba arrepentida de haberse alejado de mí, que la había tratado muy mal después de que aceptó tener relaciones con él y que necesitaba quedarse en mi casa porque ahí se sentía segura, pero la verdad ya no era lo mismo de antes. No me sentía cómodo con ella y hasta le tenía un poco de rencor por no haber estado en los momentos importante de mi vida, así que le dije que tendría que trabajar para quedarse allí.

—¿Entonces ella vive en tu casa? ¿Y cuando les diste el día libre donde se fue?

—¿Has visto una casa que está al fondo del jardín trasero? —negué y bufó—. Bueno, ahí viven los empleados, así que supongo que ese día estuvo allí, o tal vez se fue donde su madre, no sé, no me interesa.

Ahora entiendo por qué aparecía con ella tan feliz en las fotos. En ese momento seguían siendo mejores amigas, hasta que llegó el otro y se alejó de Mikkel.

Interesante, llegué a pensar que era su ex novia o algo así

—Se ve una chica dulce, ¿no has pensado en que tal vez podrían volver a ser mejores amigos?

—¿Cuál es tu canción favorita? —preguntó de repente. Reí.

—Tengo muchas.

—Dímelas todas.

—Do I Wanna Know, Sweater Weather, Domino Dancing, It's my life de Talk Talk y Girl you know it's true de Milli Vanilli.

—Si que son hartas —alzó sus cejas—. Pero definitivamente tienes un buen gusto musical.

—Tu turno.

—Black de Pearl Jam, Karma Police y Fluorescent Adolescent.

—Tenemos gustos parecidos entonces.

—¿Fruta favorita?

—Fresa —respondí con rapidez—. ¿La tuya?

—La manzana —se quedó callado unos segundos—. Última pregunta, ¿película favorita?

—Cualquiera donde salga Jhon Travolta, pero en especial Grease. ¿Película favorita?

—Las de Quentin Tarantino.

—Oh si, esas son muy buenas.

No sé por qué, pero haber tenido esta ronda de preguntas me puso contenta. Conocer los gustos de Mikkel y darme cuenta de que son muy parecidos a los míos me impresiona y gusta a la vez.

No creí que tendríamos tanto en común

—No te molesto más, te ves cansada.

—No me molestas, pero tendremos bastante tiempo para conocer más del otro, así que no nos preguntemos todo ahora —me acomodé un poco en la cama y bostecé—. Que duermas bien.

—Tú también.

Iba a cerrar los ojos para dormir, pero las ganas de hacer algo no me lo permitían.

Y no me quedaré con las ganas

Me acerqué a él y sin dejarlo reaccionar, junté nuestros labios de manera fugaz para después volver a acomodarme mientras lo veía totalmente inmóvil.

—Buenas noches, Mikkel.

Cerré los ojos y escondí la risita nerviosa que se quería escapar de mi boca. Sabía que si no lo besaba no iba poder dormir tranquila.

¿Por qué eres tan rara, Alyssa?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA)