El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA) romance Capítulo 24

—¿Entramos? —miré a Joshua y asentí con una sonrisita. Íbamos a caminar a la entrada del departamento, pero una mano en mi muñeca hizo que diera un paso hacia atrás.

—Alyssa... —abrí los ojos impresionada al escuchar su voz.

No puedo creerlo, este chico aparece en todos lados

Me di vuelta hacia él y suspiré.

—¿Cómo sabías que estaba acá, Mikkel?

—¿Nos puedes dejar solo, por favor? —miró a Joshua con una pequeña sonrisa triste.

¿Por qué está siendo simpático con él?

—¿Quieres que me vaya? —Joshua me miró con las cejas alzadas. Ladeé mi cabeza pensando si era bueno o no hablar con Mikkel.

—En realidad tengo sueño, no tengo ganas de hablar y menos contigo, Hummel.

—¿Puedes ir a mi casa a dormir para que hablemos?

—No, gracias. Dormiré en el departamento de Joshua.

Suspiró con pesadez. Su expresión no era molesta, no estaba enojado, y eso me extraña. Sabe que voy a dormir con Joshua, ¿por qué no está gritando?

—¿Ya lo sabes?

—¿Que serás padre? Pues sí, felicitaciones. Buenas noches —me di vuelta pero volvió a agarrar mi mano para hacerle frente—. ¿Me seguiste para decirme que ibas a ser padre? Ya lo sabía, Mikkel, así que te puedes ir.

—Bueno, los dejaré solos. Te espero en el departamento 26 —mi amigo se fue un poco a regañadientes.

—Alyssa, escúchame —corrí mi cara para no tener que estar tan cerca de él—. Mírame, cariño —acunó mi rostro con sus manos para que lo mirara, pero cerré mis ojos—. No es verdad, Shay inventó todo.

—No me des explicaciones, nosotros no somos nada.

—Pero quiero dártelas, Aly —hizo una mueca mientras me acariciaba el rostro—. Ya eché a Shay por haber inventado esa mierda, sólo lo hizo para que pudiera irse a vivir conmigo.

—No te creo, además vi cómo se besaban.

—Te juro por lo que más quiero que ella me besó a mí a la fuerza.

—¿Sabes? Estoy borracha, tengo frío y sueño. ¿Puedes dejar de hablar sobre ese tema y alejarte de mí? De todas formas, antes de saber lo del embarazo ya te había pedido que no siguiéramos en contacto, así que espero que respetes mi decisión.

—Vámonos a mi casa, no me quedaría tranquilo sabiendo que estás durmiendo en su departamento en este estado. Ahí podremos hablar más tranquilos.

—Por Dios, a Joshua lo conozco antes que a ti, Mikkel. A donde no debería, ni volveré a ir será a tu casa.

—No me hagas eso, estábamos muy bien en Paris, no me puedes pedir que ahora me aleje de ti como si nada, como si no hubiese pasado los mejores días de mi vida contigo —puso su frente sobre la mía sin soltar mi cara.

—Estábamos bien hasta que tú te pusiste idiota, me ignoraste y cuando te atreviste a hablar, dijiste pura mierda. Yo ya no quiero nada, me di cuenta de que no quiero volver a sufrir por alguien, nunca había tenido penas de amor hasta que llegaste tú y me hiciste caer en tu juego de chico perfecto, bueno, cariñoso y no sé qué, cuando en realidad eres el típico mujeriego de mierda que tiene sexo con su secretaria —me alejé de él brusca—. Y no, no hablaré mal de Shay. Todo lo que está pasando es por tu culpa, no sé si esté o no esté embarazada, pero si de verdad está esperando un hijo tuyo espero que seas bien hombrecito para hacerte cargo. Ahora te pido por favor que no vuelvas a buscarme y menos a seguirme, porque es obvio que hoy lo hiciste, y está más que claro que me parece último de tu parte, patético.

—¡Te seguí porque estabas borracha! Aunque tú conozcas muy bien a Joshua, yo no lo conozco en lo más mínimo, así que no esperes que me sienta tranquilo viendo cómo te vas con él en ese estado.

—No necesito que me estés cuidando, necesito que te vayas a tu puta casa y te olvides de mí. ¿Es demasiado difícil lo que estoy pidiendo?

—¡Sí, lo es! ¿Tú crees que me voy a olvidar de la única chica que me ha gustado y he querido de verdad? No me pidas esa mierda, Alyssa. No me hagas volver a hacer el hijo de puta que te obliga a irte conmigo para no tener que decirle a Jeffrey que trabajas en esa mierda, porque en serio no quiero volver a chantajearte de esa forma, pero si sigues con eso de que me aleje de ti sabiendo que no es lo que realmente quieres, si me pides que me olvide de ti sabiendo que tú no te olvidarás de mí, tendré que...

—Termina lo que ibas a decir, Hummel.

—¡Es que no sé! Sólo quiero que no me pidas algo que tú sabes perfectamente que no podré hacer. Si quieres vamos a hablar con Shay para que te diga a la cara que nunca estuvo embarazada.

—Nunca te dejaría dormir acá, quedarás con un dolor de cuerpo horrible.

—Y tú también, Joshua. ¿No prefieres dormir conmigo?

—Claro que no, no quiero incomodarte —negó de inmediato.

—No me vas a incomodar, tonto.

—No te preocupes, mi cama tampoco es muy grande así que si duermo contigo no dormirás muy bien.

—Eres un cabezota, por Dios —golpeé su brazo suavemente y me puse de pie—. Estoy bastante cansada.

—Se nota, tienes cara de trasero —rió con burla. Volví a golpear su brazo haciéndome la enojada—. Vamos, te llevo a mi habitación.

—Muchas gracias, Joshuita.

—Que apodo más feo, Alyssa —reí a carcajadas y lo seguí no por mucho, ya que el departamento era bastante pequeño—. Bueno, ésta es mi humilde habitación, espero que te sientas cómoda.

El dormitorio era de color blanco, había un clóset café oscuro, una pequeña biblioteca y la cama. Si que era simple, pero eso me gustaba.

—Muchas gracias por dejarme dormir aquí, eres el mejor —besé su mejilla y me senté en la cama para quitarme los zapatos. Se despidió y salió de la habitación cerrando con delicadeza la puerta.

En estos momentos quisiera que me gustase Joshua, es jodidamente tierno y hermoso.

Sé que no me haría sufrir en lo más mínimo, además de que siempre se ha preocupado por mí y sé que jamás me dejará sola cuando lo necesite.

Pero lamentablemente no me gusta, al menos no por ahora

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA)