El CEO y la Bailarina Nocturna (COMPLETA) romance Capítulo 9

—Alyssa lleva nuestro Medusa Accent Knit Dress, un vestido de punto acanalado con escote acentuado —caminé por la pasarela de forma lenta mientras movía mis caderas sin exagerar demasiado. Llegué al final y me quedé ahí con las manos en la cintura mientras esperaba que Donatella hablara—. El vestido de manga larga presenta una figura de oro con la cara de Medusa en las correas de cada hombro.

Me di una vuelta modelando el lindo vestido para que todo el público pudiera verlo, pero mi corazón comenzó a latir frenéticamente cuando vi su sonrisa perfecta entremedio de mi padre y mi madre.

Quité mi mirada y posé para los fotógrafos oficiales de la marca.

—Empecemos, ¿quién quiere comprar el vestido que lleva nuestra hermosa modelo?

Cuatro o cinco personas se pusieron de pie y dijeron el monto que pagarían por el vestido, pero al parecer, y como lo recaudado será para fundaciones, se necesitaba mucho más dinero del que ellos ofrecían.

Además, no es cualquier vestido, es un jodido Versace

—Cien mil dólares.

Abrí los ojos impresionada al escuchar el monto que Mikkel había dicho en voz alta. Definitivamente era millonario, lo sé, pero tampoco pensé que iba a pagar tanto dinero por un vestido.

Bueno, es muy lindo de su parte comprar un vestido que no usará sólo para apoyar la causa

—¡Por Dios! ¡Vendido al empresario Mikkel Hummel!

Es extraño, al parecer Mikkel es bastante conocido, sin embargo, yo nunca antes había escuchado su nombre y menos lo había visto.

Todos aplaudieron felices. Miré por última vez al chico que no había quitado ni un segundo sus ojos de mí y caminé fuera de la pasarela.

No me interesa en lo más mínimo, pero

¿habrá comprado ese vestido para dárselo a la chica que dejó las bragas en su baño?

Bueno, a quien quiera que se lo de estará feliz. El vestido está de muerte.

Horas después…

—Aún puedes arrepentirte de esto, Andreus.

Miré al chico que estaba a mi lado con un esmoquin negro y una corbata del mismo tono de mi vestido, rojo.

Habíamos decidido que lo más obvio era ir vestidos de Versace, así que me compré un vestido de tirantes de satén con el cuello desbocado y la espalda descubierta.

Mi acompañante no había ido al desfile ya que había tenido que ir al colegio donde comenzará a trabajar, pero cuando llegamos a nuestra casa para arreglarnos él ya estaba listo y preparado.

Y la verdad se veía muy bien

—Sé que te preocupa lo que puedan pensar al vernos juntos, pero aunque no lo creas yo estoy bastante entusiasmado —se encogió de hombros—. Estaré en una fiesta rodeado de famosos, ¿qué mejor?

—¿Viste? No te hagas más problemas, cariño. Si la prensa te pregunta sólo di que son amigos y ya está —miré a mamá con mala cara. Ella sabe que no es así de fácil.

—Claro, seguro van a creerme.

El auto se estacionó y mi piel se erizó de los nervios al ver la alfombra roja por la que tendríamos que pasar. Estaba llena de fotógrafos y periodistas.

—Pongan su mejor cara, no querrán que les tomen una foto desprevenidos. No queremos que nos conviertan en un meme —Camilla arregló su cabello y salió del auto en el momento en que el conductor abrió la puerta.

Ya sentía muchas cámaras sobre nosotros, y eso que aún no pasábamos por la alfombra.

—¿Estoy bien? Mierda, me siento un poco nervioso ahora —Andreus comenzó a morderse las uñas y yo golpeé su mano.

—No hagas eso —me acerqué a él y arreglé su corbata—. Te ves jodidamente bien, todas tus futuras alumnas verán tus fotos y se enamorarán de ti sin antes saber que serás su nuevo profesor de historia.

Nos acercamos hacia la alfombra y esperamos la seña de uno de los encargados del evento para caminar por ella.

Andreus puso su mano en mi cintura y yo sonreí sintiendo el flash de todas esas cámaras sobre mi rostro.

Llevaba recién 1 minuto acá y ya me estaba mareando

—Esto es más difícil de lo que pensé —susurró en mi oído y yo reí.

—Para que te des cuenta de que no todo es color de rosas.

Mi cuerpo se tensó al escuchar como los fotógrafos llamaban a Mikkel. Busqué con la mirada al chico que había gastado miles de dólares en un vestido y lo vi con un esmoquin negro y un corbatín junto a una morena realmente hermosa que llevaba un vestido plateado asimétrico con una abertura en la pierna derecha.

Tiene buen gusto

Tragué duro cuando noté que Mikkel también estaba mirando para acá, pero no a mí, a mi acompañante.

Su cuerpo estaba tenso mientras miraba con dureza a Andreus. Se le desencajaba la cara y podía ver como la vena de su cuello latía como nunca.

—Alyssa —maldije por lo bajo al darme cuenta de que me había quedado un buen rato mirando a Hummel. Miré a mi padre con las cejas alzadas—. Sé que no te gusta hablar con los periodistas, pero sólo están haciendo su trabajo y realmente quieren que te les acerques.

Sonreí ocultando las tremendas ganas que tenía de mandar a la mierda a la prensa.

Y bueno, a todos en realidad

No sé exactamente qué pasó, pero mi humor había cambiado de un momento a otro. Supongo que pronto me llegará el periodo.

Sí, eso debe ser

Puse mi mano sobre el antebrazo de Andreus y caminé con él a mi lado hacia donde estaba la prensa.

Ya saben, para subirla a Instagram

—¡Mierda! —grité cuando sentí que entraban y cerraban la puerta rápido. Vi cómo le puso seguro a la puerta para después acercarse lentamente a mí—. Se te está volviendo costumbre encerrarme en los baños, Mikkel. Que aburrido.

Me miré nuevamente en el espejo y me arreglé un poco el vestido.

—¿Quién es ese cabrón? —preguntó sin quitar sus ojos furiosos de mí.

—¿Perdona? —me coloqué justo enfrente de él—. ¿Quién te crees que eres para preguntar eso?

—¿Quién es? —insistió. Intenté pasar por su lado para salir de esa escena totalmente innecesaria, pero me lo impidió sujetándome la mano para hacerle frente.

—¿Te importa? —alcé mi ceja y quité mi mano de su agarre molesta.

—¡Me importa! ¡Claro que me importa! —le dio un golpe con la mano abierta a la puerta de uno de los cubículos.

Abrí los ojos impresionada al verlo de esa forma.

Lo había visto enojado, pero nunca a este punto

—Baja la voz, no me gustaría que nos pillaran encerrados en el baño —me apoyé en la pared para quedar un poco más lejos de él y me crucé de brazos—. ¿Yo te he preguntado quién es la chica con la que viniste? ¡Claro que no! ¡Porque no es de mi incumbencia con quién vengas, Mikkel!

—Ahora eres tú la que grita —se apoyó en el lavamanos mientras se miraba al espejo intentando calmarse.

—Es tú culpa, me sacas completamente de mis casillas.

—Y a mí me saca de mis casillas verte con otro bailando —se encogió de hombros. Arregló un poco sus mangas, se acercó a mí y puso sus brazos sobre mi cabeza, dejándome completamente acorralada.

—¿Y por qué? —murmuré casi hipnotizada por sus ojos azules.

Acercó su mano a mi rostro y acarició mi mejilla mientras suspiraba.

—No lo sé.

—Entonces déjame seguir disfrutando de su compañía —intenté alejarlo de mí pero gruñó presionando más su cuerpo contra el mío.

—Vámonos de acá y hablamos de eso.

—Claro que no, recién llegamos —reí, pero fruncí el ceño al verlo serio—. ¿Estás hablando en serio? Nos puede ver la prensa.

—No nos verán, saldremos por atrás.

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