La mimada del Alfa romance Capítulo 13

Xander Cohen

Lo mejor de este mundo es despertar y poder apreciar el rostro de la persona que más amo, mi hermosa luna, nunca pensé que ese ser al cual amaré para toda la vida sería una niña, ya que siempre espere encontrar una loba con la cual iba a dejar a mis descendientes, pero eso no quiere decir que me estoy quejando porque me hayan mandado una pequeña como mate, al contrario estoy feliz porque podré ver cada etapa de su proceso hasta llegar a la adultez.

—Estoy nervioso, —suelta Bruno en mi mente, recordándome que hoy nos presentaremos a nuestra luna también estoy algo ansioso, pero es lo mejor para Camila que esta vaya sabiendo desde pequeña que soy y así cuando ella sea grande no me tenga miedo.

—Yo igual lo estoy pero sé que ella nos aceptará, —respondo y este suspira para luego cerrar el enlace. Observo el reloj de mi mesita de noche y son las 6:30 AM, el día está un poco frío y por el gran ventanal de mi habitación se puede observar lo nublado que esta el cielo, supongo que lloverá mucho. Debo llamar a Inés para que cancele mis juntas, no quiero irme y dejar a mi luna sola con este resfriado que tiene, sé que regrese por el asunto del robo, pero tener a Camila cambia todo y necesito igualar los tiempos.

La observo y la acercó más al calor de mi cuerpo para que se sienta a gusto, observo su pequeña nariz respingo la cual esta roja, al igual que sus mejillas, su cabello rubio el cual esta suelto y esparcido por su rostro, mi luna será una hermosa mujer en unos cuantos años, espero ser digno de ella.

—Mami...—susurra mi luna entresueño mientras arruga su ceño, la observo y veo como abre sus hermosos ojos los cuales a los segundos se llenan de lágrimas.

—Shh... Tranquila princess, —murmuro mientras la abrazo y esta deja su cabeza en mi pecho, escucho sus sollozos los cuales me parten el alma, no me gusta que llore.

—Le hicielon daño a mami, —susurra entre sollozo «Mierda creo que está recordando lo que paso con su madre» —Hombles malo… —añade.

—Tranquila princesa, ya paso… —le digo ya a que es lo único que me sale decirle ¿cómo le explico a una niña de cinco años que su madre ya no está con nosotros? —¿Quieres conocer a Bruno?—Pregunto para entretenerla.

—¿El pelo?—Pregunta viéndome con una sonrisa, pongo los ojos en blanco cuando escucho que me llama perro de nuevo.

—Princesa no soy un perro, soy un lobo, —suelto serio a lo que ella asiente.

—Pelo lo lobo son malo, —anuncia, Bruno y yo gruñimos, ella se sobresalta y me abre los ojos sorprendida. —Tus ojos están lojo, —me dice acercando su rostro al mío y poniendo sus manos en ambos lados de mi cara para ver más de cerca mis ojos.

—Es porque Bruno y yo estamos molesto porque dices que los lobos somos malos, —le digo viendo sus hermosos ojos café—No vuelvas a decir eso otra vez, —pido y ella asiente, siento como mis ojos vuelven a su color habitual y ella abre la boca formando una ‘‘O’’—Ahora vamos a mostrarte Bruno, —propongo tomándola en brazo y caminando con ella hacia el baño.

(...)

Treinta minutos después ya mi luna y yo estamos listos para partir, me encargue de abrigarla bien para que el frío de la mañana no le complique más su resfriado. Antes de salir de la habitación tomó una mochila con un cambio de ropa para mí. La cuelgo en mi hombro, sujeto la mano de Camila y salgo de la habitación, bajamos las escaleras y camino directo a la cocina donde esta Mimy y Parker muy cerca, gruño y ellos solo sueltan una carcajada.

—¿En serio Xander?—Pregunta Mimy a lo que pongo los ojos en blanco.

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