La mimada del Alfa romance Capítulo 22

Camila Albora

No puedo evitar sonreír cuando Xander toca mi nariz, me encanta que lo haga desde que estoy pequeña.

—Anda mi luna, perdóname es mi cumpleaños, —murmura mirándome con ojitos de cachorrito regañado y con un puchero.

—A veces no creo que tienes la edad que dices tener, —suelto rodando los ojos, él sonríe mostrando sus perfectos dientes blancos. Me encanta su sonrisa y lo mejor de todo es que soy a la única persona que a la que le sonríe de esa manera—Te perdono solo con una condición, —añado poniéndome seria.

—¿Cuál?—Pregunta mirándome contento.

—Buenos en realidad son varias, —comento y este frunce el ceño, cuando esta por hablar levanto mi mano para que no diga nada—Primero que nada quiero que me dejes jugar con Bruno, ya tengo dos meses que no juego con él porque paras todo el tiempo en tu oficina… segundo quiero que me dejes ir a acampar con Valeria, sus padres me invitaron y quiero ir, tercero y la más importante quiero que me des otro beso como el de esta mañana, —esto último lo digo en un susurro y sintiendo mis mejillas ponerse rojas, este me mira sorprendido por unos minutos.

—Pequeña, la primera y segunda prometo cumplirla pero la tercera no creo cumplirla porque no quiero hacerte daño, —susurra tocando mi cabello y yo agachó la mirada.

—¿No lo hice bien?—Pregunto en un susurro, sintiendo me mal por haber arruinado mi primer beso, este levanta mi rostro y me mira serio.

—¿Cómo puede decir eso pequeña? —cuestiona—. Para mi fue el mejor beso del mundo, me haces el hombre más feliz de todo solo con escucharte hablar, sonreír y hasta con tus berrinches me pones contento, —me dice y sonrió para luego hacer un puchero.

—Te quiero Xander, —murmuro y sonríe abiertamente mientras que sus ojos brillan de felicidad.

—Yo también te quiero mi pequeña luna, —revela deja un casto beso en mis labios que provocan que mi sonrojo se haga más fuerte.

—Camilaaaa… —Entra por la puerta la loca de Valeria—Oh… perdón no sabía que estabas acompañada, alfa, —añade saludando a Xander con la típica reverencia.

—Ya te dije que me puedes llamar por mi nombre Valeria, —le recuerda Xander rodando los ojos y colocándose de pie. —Bueno las dejo y no tarden mucho arreglándose, —añade y sale no sin ante dejar un beso en mi mejilla, revoletea el cabello de Valeria que gruñe fulminándolo con la mirada. Dejo salir una carcajada y escucho la de Xander cuando cierra la puerta.

—Si tuviera mis caninos ya se quedaría sin mano, —protesta soltando un bulto en mi sofá. —Y tu ni te rías mala amiga, —me reprocha haciendo un puchero.

—¿Nos arreglamos o te cuento el chisme nuevo?—Pregunto sabiendo la respuesta, ella rápidamente pone seguro a la puerta y me toma de la mano para tirarse conmigo a la cama.

—¿Qué ya no eres virgen? mala amiga, te me fuiste adelante, —me dice subiendo y bajando la cejas provocando que me ponga roja.

—¡No! ¡Por la diosa Valeria! —Chillo y ella se carcajea, le pegó con la almohada para que se calle. —Solo que esta mañana me bajo la regla por primera vez y también tuve mi primer beso, —susurro escuchando como ella deja de reírse.

—No jodas, ya pasaste de niña a mujer y ya tuviste tu primer beso, —suelta enumerando con sus dedos—Eso es ¡Genial!—Grita. —Yo también… —murmura después de unos segundos.

—¿Qué?—Pregunto confundida por sus palabras sentándome en forma de indio.

—Mientras me duchaba para venir para acá me bajo y en los entrenamientos me bese con Tomy, —susurra lo último y me quedo con la boca abierta, ya que Tomy es un chico de diecisiete años muy atractivo, alto, fuerte, de tez morena y con unos ojos miel que enamoran a cualquier adolescente hormonal, pero también es un patán, arrogante, mujeriego, estúpido y todo un descerebrado que piensa con la cabeza de abajo.

—¡Por la diosa Valeria!—Exclamo.

—No lo pude evitar, él me acorralo y me beso, —se queja.

—Juro que le partos las pelotas en el próximo entrenamiento por cabrón hijo de puta, —suelto y espero Xander nunca me escuche diciendo groserías—Bueno creo que es hora de arreglarnos.

Xander Cohen

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