La mimada del Alfa romance Capítulo 25

Camila Albora

—Y por último la cafetería, —le digo a Felipe y Clara mientras entramos al área ya mencionada. Los miro esperando alguna pregunta pero nada, me mira la chica con aburrimiento y chico pues con su rostro neutro.

«Será que los vampiros no sonríen» pienso.

—Gracias por el recorrido luna, —murmura Felipe y le sonrió.

—¿No eres muy joven para ser luna? —Me pregunta Clara—¿Y de que alfa eres luna?—interroga mirándome con interés de arriba hacia abajo.

—Soy la luna real del rey alfa Xander Cohen, —respondo con educación y por primera vez veo una emoción diferente en el rostro de Felipe el cual tiene los ojos abierto sumamente sorprendido mientras que Clara me mira con la boca abierta.

Los dos rápidamente hacen una reverencia.

—Oh… perdone nuestra forma tan descortés de tratarla princesa Camila, —pide Felipe.

—No hay problemas chicos… todo queda en el pasado. Entiendo que estén a la defensiva en un entorno nuevo, —comento dándole una sonrisa hasta que suena el timbre que anuncia la hora de descanso. —Si quieren me puede acompañar en mi mesa, —propongo y estos asiente para seguirme.

(...)

Bajo del auto después de que Carlo abre la puerta para mí, susurro un gracia y este me sigue hasta que estoy dentro de la empresa de Xander. Según él no iba a trabajar esta semana pero tiene que arreglar unos pendientes muy importantes así que decidí venir a verlo.

Observo a la recepcionista la cual me sonríe, le respondo igual ya que tenía varios meses sin venir a la empresa. Desde que Inés se fue no había vuelto por acá.

Entro al ascensor y marco el último piso, suspiro. Aunque no lo demuestre me duele mucho que Xander se tenga que ir pero como él me dijo debemos aprovechar este poco tiempo que tenemos para estar juntos. El sonido de la puerta abriendo me saca de mis pensamientos y salgo del cajón metálico para encontrar a la nueva secretaria de Xander, con calma me acerco al escritorio para verla limpiando sus uñas, frunzo la nariz al sentir el exceso de perfume sobre ella.

—Buenas tardes, —saludo tratando de no respirar su perfume, ya que mis sentidos están muy desarrollado por lo tanto me molestan los aromas fuertes. Esta me observa con altanería y no me pasa desapercibido el exceso de maquillaje que cubren sus facciones. —Busco a Xander, —añado mirándola directo a los ojos, me frunce el ceño.

—¿Y tú eres?—Cuestiona mirándome con las cejas arqueada, ruedo los ojos.

Tenía que ser humana, si fuera una mujer lobo ya me dejara pasar sin preguntar tanto porque mi olor está en Xander y el suyo rodea el mío, ya que el alfa este se ocupa en liberarlo todo el tiempo cuando está a mi lado.

—Su... prima, —murmuro recordando que Xander me dijo que no le puedo decir a un humano que soy su mate, luna y futura esposa.

—Un segundo, —pide tomando el teléfono. —Señor Cohen lo busca su prima...—su forma de hablarle no me gusta en lo absoluto.

—Camila, —le digo mi nombre ya que me mira de manera interrogante.

—Su prima Camila señor, —suelta y puedo escuchar de manera clara lo que el alfa dice y también sé que este sabe de mi presencia desde que las puertas del ascensor se abrieron, cuelga el teléfono. —Puede pasar, —señala el lugar.

—Yo igual me siento feliz de que ellos estén de vuelta en su hogar, —dice para seguir con su trabajo mientras como mi chocolate y lo ayudo en cualquier cosa que solicite.

(...)

Hoy es el día que no esperaba que llegara nunca, Xander se tiene que marchar. Dejo mi rostro en su pecho mientras vamos de camino al aeropuerto, suspiro sintiendo su calor, inhalo su olor y disfruto las caricias que deja en mi cabello. Lo voy a extrañar mucho y solo espero que el tiempo transcurra rápido.

—Mi hermosa luna, —lo escucho decir en un suspiro, sé que está captando mi olor para tenerlo en su memoria, ese que me hace ser su mate y que le gusta tanto a él como a Bruno. Este último deja salir algunos ronroneos, el pecho de Xander vibra cada vez que hace eso. —Extrañare tu olor mi pequeña Camila, —me dice llevando su mano a mi cuello. —Tus risas, berrinches y esos hermosos pucheros que haces cuando quieres algo, mi amada mimada. —Añade melancólico.

—Yo también te voy a extrañar, chucho, —suelto para escucharlo gruñir, me río. —Mi lobo gruñón, —susurro escuchando los latidos de su corazón acelerarse.

—Alfa llegamos, —anuncia Carlos abriendo la puerta, salimos del auto y observo como el avión privado de Xander espera por este junto a sus pilotos y azafatas. Nos miramos transmitiéndonos todo lo que sentimos en este momento: amor y tristeza es lo que pasa por nuestros ojos y trato de no llorar.

—Te estaré esperando, lobito, —mascullo y sus ojos cambia a un rojo carmín.

Son muy pocas las veces que pasa esto en Xander y según lo que me conto, sucede cuando Bruno y él comparten su forma humana al mismo tiempo, conectándose para estar presente sin necesidad de convertirse en lobo.

—Y nosotros volveremos a ti luna, —anuncia con su voz más ronca y firme mostrando su estatus entre todos los hombre lobos del mundo. Todas las personas presentes tienen su cabeza gacha y su cuello inclinado demostrando sumisión y respeto ante su alfa rey, con mucho cuidado Xander toma mi rostro y baja el suyo hasta el mío. Sus labios toman los míos en un beso demandante, trato de seguirle el paso, su lengua entra a mi cavidad bucal hasta entrar en una danza erótica conmigo, de poder y sobre todo de amor. Cuando se está separando de mí muerde mi labio y luego deja un casto beso lleno de muchas promesas. —Te amamos, mía, nuestra.

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